Sendero de El Talenque a Valdelarco

 

Trayecto: lineal.
Longitud: 6.7 Km. (ida y vuelta).
Desnivel topográfico: 75 m.
Cotas: 670 m. (máx) y 595 m. (min).
Suma de ascensos recorridos: 140 m.
Dificultad: media.
Tiempo estimado: 2.5 h.

Salimos de Navahermosa descendiendo en dirección a Valdelarco. A unos 500m, la carretera gira a la izquierda presentándose a derecha una amplia explanada por la cual debemos tomar.

Nos adentramos por la explanada siguiendo el camino junto a la margen izquierda del cauce del barranco de Navahermosa.

Encontraremos un cruce algo más adelante el cual debemos ignorar prosiguiendo sin apartarnos del cauce.

En el cauce encontramos gravas y arenas. Estos depósitos aluviales están formados generalmente de arcillas con cantos subredondeados poligénicos y heterométricos. Son, en cualquier caso, fruto del depósito en los cauces de las corrientes fluviales siendo sobre estos aluviones fluviales donde se asientan las huertas del lugar.

El sustrato es de tobas (metavulcanitas de aspecto pizarroso) y también filitas, de las que existen buenos afloramientos en el primer tramo del cauce.

Nos encontramos enseguida rodeados de encinas (Quercus ilex subsp ballota), castaños (Castanea sativa), algún rebollo (Quercus pyrenaica) y un matorral xérico frecuentado por Jaras pringosas (Cistus ladanifer), jara rizada (Cistus crispus), jaguarzos moriscos (Cistus salvifolius), tojos (Ulex eriocladus), Scabiosa atropurpurea, etc.. En los márgenes del caminó abunda un herbazal ruderal y subnitrófilo con viboreras

(Echium plantagineum), tomatillos del diablo Solanum nigrum), Calendula arvensis,Torilis arvensis, Conyza albida, verdolagas (Portulaca oleracea Anthemis arvensis giraldas (Coleostephus myconis), cenizos (Chenopodium album), etc..

Vegetación de ribera

Algo más adelante, junto a la Fuente del Arroyo, encontramos una vegetación higrofítica con botones de oro (Ranunculus bulbosus subsp adcendens), juncos (Sirpus holoschoenus, Juncus effusus, Juncus inflexus), Polygonum salicifolium, consuelda menor (Prunella vulgaris), Veronica anagallisaquatica, Carex pendula, Gliceria declinata, berros (Rorippa nasturtiumaquatica), tréboles (Trifolium repens, Trifolium pratense), el primero con flores blancas y el segundo rosas, Sonchus asper, y sobre todo podemos disfrutar de la presencia de tres onagráceas: Epilobium hirsutum, Epiobiums parviflórum y Epilobium tetragonum.

Cruzamos el cauce del arroyo de Navahermosa y, a nuestra izquierda, aparece una gran solana con encinar y pinos Flandes (Pinus pinaster).

El matorral predominante está constituido por jaras pringosas (C. ladanifer), cantueso (Lavandula stoechas subsp luizierfi), carquesa (Genista tridentata), brezo (Erica Australis), tojos (l ilex eriocladus), etc. A derecha, sin embargo, aparece en umbría un denso pinar de pinos Flandes con jarón (Cistus populifolius) y cerca del agua zarzas (Rubus ulmifolius), brezo blanco (Erica lusita mica), con indumento de pelos lisos, madreselvas (Lonicera hispanica), madroños (Arbutus unedo), aulagas (Genista falcata), leguminosa con legumbre falcada (de forma de navaja), escaramujos (Rosa agrestis var nubensis, Rosa corvmbosa), Lytrum salicaria, álamos negros (Populus nigra), sauces (Salix atrocinerea), de hojas con el envés con pelos rojizos o ferroginosos, y sobre todo un denso helechal con helechos comunes (Pteridium aquilinum) y helechos hembras (Athyrium filix-femina).

Al poco, nos acompaña a nuestra izquierda una pared pétrea donde abundan especies rupícolas como clavellinas de roca (Dianthus Lusitanus), la crasulácea Sed um brevifolium y la cara cariofilácea Arenaria montana, de grandes flores blancas.

En los remansos de la ribera podemos ver lentejas de agua (Lemna minor), indicadora de aguas limpias, ) la estrella de agua Callitriche stagnalis.

Entramos en un bosque de galeria con álamos negros (Populus nigra), sauces (Salix fragilis, Salix atrocinerea, Salix pedicellata), y un denso herbazal con Agrimonia eupatoria, Scutellaria minor, Calystegia sepium, Galium broterianum, de hojas trinerviadas y frutos dídimos glabros,Teucrium scorodonia, Geranium lucidum, Hypericum undulatum, las gramíneas Paspalum dilatatum y Setaria pumila, etc.. Abundando muy especialmente los pteridofitos Pteridium aquilinum,Athyrium filix-femina,Asplenium trichomanes,Asplenium ceterach, Asplenium onopteris y Asplenium billotii, este último protegido por el Catálogo Andaluz de Flora Silvestre Amenazada.

Aunque no se pisa propiamente en el sendero, podemos intentar localizar algún afloramiento de diorita en sus proximidades en la zona donde el sendero gira a la izquierda. Es una roca granitoide, de grano medio a grueso, de color oscuro (verdoso a grisáceo), y masiva.

Son interesantes las dos morfologías de valle que se generan con la dinámica propia de los barrancos del lugar. Una mucho más angosta, la primera, y la de Valdelarco mucho más amplia.

Otra observación interesante es la de los cerros con berrocal que se observan en el fondo este del valle de Valdelarco.

Desde este punto veremos las primeras casas del pueblo al que accederemos entre fértiles huertas El bosque se va espesando cada vez más con olmos, sauces y álamos. Aparecen ya algunas huertas con manzanos (Malusx domestica) y nogales (Juglans regia) indicando que nos vamos aproximando a Valdelarco.

Cruzamos el arroyo que viene del pueblo con un denso zarzal, cerezos (Prunus avium), la bonita escrofulariácea de flores espolonadas Kickxia spuria. subsp integrifolia, la compuesta nitrófila raspasayos (Picris echioides), etc..

Junto al camino encontramos Potentilla reptans, hierba carmín (Phytolaca americana), violetas (Viola riviniana), Bidens aurea, y algunos quejigos.

El paisaje rural está muy bien conservado. Excelentes vistas del pueblo desde el mismo sendero y huertas con gran atractivo. Singular, trazado urbano con casas en las que abundan las solanas y arcos. El origen de Valdelarco probablemente provenga de algún asentamiento realizado durante la Repoblación. Su casco urbano está declarado Bien de Interés Cultural al igual que la iglesia del Divino Salvador (s.XVIII), cuya silueta neoclásica corona la población.

Para el regreso recomendamos bajar la plaza que se sitúa en la parte inferior del pueblo y, desde allí, tomar un estrecho camino que se dirige en dirección éste (calle Estrados).

Discurre el camino contorneándose por la falda del monte y acompañado de una antigua acequia de riesgo. Algo más adelante, desciende y se estrecha hasta enlazar con el camino empedrado por el que llegamos anteriormente a Valdelarco.

Antes de entroncar con la pista que nos ha traído, iremos por una ladera junto a muros de piedras con castaños centenarios y pinos Flandes (P pinaster). En primavera podemos disfrutar de la orquídea Cephalantera rubra, dedaleras (Digitalis purpurea), Lathyrus tingitanus, Scrophularia scorodonia, madreselvas (Lonicera hispanica), Centaurea erythrea, aulagas (Genista falcata), Brachypodium sylvaticum, quejigos (Q. faginea), etc..

Fauna

El recorrido discurre en su mayor parte por una ribera donde las aguas presentan una relativa constancia lo que favorece la existencia de la mayoría de los anfibios (rana común, ranita meridional, sapo común, tritones, salamandra etc.) que pueblan el Parque. El sotobosque, con presencia de abundantes zarzales, acoge a buen número de aves insectívoras y frugívoras. Así resultan comunes diversas especies de currucas, el escribano soteño, el picogordo, mirlos, ruiseñores, zarceros, etc..

El lugar resulta adecuado para la presencia de aves rapaces de costumbres forestales tal como el azor y el gavilán sirviendo los altos chopos que flanquean el cauce como lugar de oteadero del encinar próximo e incluso como posible lugar de cría. En las ricas dehesas de los alrededores aún pervive el lince, una de las especies más emblemáticas y amenazadas.

Este cauce tributa a la ribera de Huelva por lo que, conforme vayamos descendiendo, la entidad del mismo irá en aumento.

En cuanto las aguas presenten cierta permanencia, aparecen varias especies de peces así como diversa fauna (nutria, martín pescador, garzas, etc.) que tienen en ellos una parte importante de su dieta. A destacar es la presencia de la cigüeña negra que tiene en estos lugares una de su áreas de campo.

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