La población puertorriqueña en Estados Unidos

A las puertas de siglo XX el mito de Estados Unidos como un “melting pot,” con una sociedad homogénea donde la mayoría de sus miembros tienden a convertirse en respetables ciudadanos según la ética social norteamericana, se aleja de la cruda realidad en la que viven muchos de esos “ciudadanos” que luchan por sobrevivir en una sociedad clasista, racista y que sigue, en múltiples ámbitos la norma patriarcal. Se impone una redefinición de lo que es ser norteamericano, debido especialmente a la progresiva diversificación racial, cultural y lingüística de la sociedad norteamericana. La población de origen latinoamericano en Estados Unidos conforma uno de sus mayores grupos étnicos siendo el que está creciendo más rápidamente con un índice de crecimiento superior al 50 % desde 1990. Para comprender la situación en la que se encuentra este grupo resulta oportuno acudir a las fuentes estadísticas y sociológicas que enriquecerán nuestro posterior análisis de los textos literarios.

En 1994 la población Latina ascendía a 24 millones mientras que el censo del año 2000 contabilizó 35,3 millones de residentes de origen Latino[1] que suponen el 12,5 por ciento de la población total. En la actualidad la población Latina o hispana en Estados Unidos es la minoría étnica más numerosa, superando a la población afro-americana que alcanza tan sólo el 12,1% de la población total (33,9 millones).[2] Numerosos sociólogos de dentro y fuera del país hacen referencia al proceso de latinización de Estados Unidos, proceso que confirman las estadísticas.[3] Estos datos anticipan sin duda la necesidad de observar la situación Latina desde una perspectiva más comprometida y al mismo tiempo justifican el creciente interés que esta minoría y su expresión artística despierta en casi todos los ámbitos sociales y académicos.

Como también se deduce de los estudios sociológicos que se han multiplicado sorprendentemente en los últimos años,[4] la población Latina sigue siendo la minoría menos privilegiada y en absoluto homogénea, como podemos observar en el gráfico adjunto. Muy al contrario, la diversidad entre los Latinos es cada vez más evidente a medida que se forman asociaciones de diversa procedencia en territorio estadounidense, fruto de la emigración mexicana, puertorriqueña, cubana, dominicana, nicaragüense, colombiana, ecuatoriana y chilena, entre otras. A la población emigrante hay que añadir el gran número que representa la población chicana originaria del antiguo territorio mexicano incorporado a la Unión tras el Tratado de Guadalupe-Hidalgo, con el que se puso fin a la guerra entre México y Estados Unidos en 1848. 

Fuente: Oficina del Censo de Estados Unidos, Censo 2000, Compendio de Datos 1 (Summary File 1).

 

Como podemos apreciar, la población puertorriqueña en Estados Unidos es el segundo grupo más numeroso entre la población de origen Latino en Estados Unidos. En el año 2000 la población puertorriqueña en el continente alcanzó los 3,4 millones mientras que la población puertorriqueña de la isla les sobrepasaba por poco alcanzando los 3,6 millones. Nueva York sigue siendo la ciudad norteamericana con un porcentaje más alto de puertorriqueños (36,5) aunque este porcentaje ha comenzado a disminuir en las últimas décadas debido a nuevas tendencias migratorias a otros lugares de destino dentro del país.

Estos datos son muy significativos si tenemos en cuenta que muy pronto habrá más puertorriqueños viviendo en Estados Unidos que en la isla y entonces será mucho más evidente la necesidad de replantearse la identidad colectiva puertorriqueña según las nuevas circunstancias de su población. Si hasta ahora el lugar que más influencia tenía sobre la población puertorriqueña era la isla, en las próximas décadas encontraremos que hay muchos más puertorriqueños cuyo espacio vital predominante no será la isla sino el territorio de Estados Unidos. Por esta razón, los puertorriqueños de la isla no pueden permanecer ignorantes de las cifras que acabamos de mencionar pues influyen decisivamente en la redefinición de la identidad nacional.

Dentro de la comunidad Latina existen a su vez grandes diferencias sociales entre los distintos grupos. La población puertorriqueña es la menos privilegiada con el mayor porcentaje de personas que viven por debajo del nivel de pobreza (25.8%), según se recoge en las estadísticas del censo del 2000. Otros datos nos aportan información sobre las condiciones de vida de los puertorriqueños: el 64,3% de los puertorriqueños tiene al menos el título de secundaria, situándose en segundo lugar en las estadísticas, detrás de los cubanos; los puertorriqueños aún tienen el porcentaje más alto de desempleo (8,1%) de la población Latina, hallándose también detrás de los cubanos en cuanto al porcentaje de Latinos que ganan al año 35.000 dólares o más. De este modo, aunque las condiciones sociales han mejorado para esta comunidad, como se demuestra por el creciente número de puertorriqueños con estudios superiores que se incorporan a la clase media, el constante fluir de personas desde la isla sigue manteniendo un bajo nivel de vida para los recién llegados, en su mayoría procedentes de la clase trabajadora. Estos siguen sufriendo el peso de una economía que se sustenta precisamente por aquellos que ocupan el escalón más bajo de la estructura laboral y social.


 

[1] Latino/a es la denominación que goza de mayor acogida entre la población de origen latinoamericano después de surgir como un término alternativo al de Hispanic impuesto por las instituciones oficiales y rechazado por “extirpar el impacto de las historias particulares y de la herencia cultural” (Melville 134). Como observa Suzanne Oboler en Ethnic Labels, Latino Lives, el término Latino/a tiene un significado político que surge desde dentro de la comunidad que lo usa cuando se persiguen objetivos comunes en coalición con otros grupos Latinos. Véase también el estudio de Jorge J. E. García Hispanic/Latino Identity, donde se presenta una discusión más reciente sobre este término y sus implicaciones. Emplearemos el término en mayúsculas para recordar su construcción política y cultural en el mundo anglosajón.

[2] Todas las cifras estadísticas han sido tomadas del censo del año 2000 cuyos datos son accesibles electrónicamente en la oficina del censo de los Estados Unidos (www.census.gov).

[3] Denis Heyck nos recuerda la diferencia existente en los índices de crecimiento de la población Latina y de la población estadounidense global: “The overall U.S. population is expected to attain 383 million by 2050, a 50 percent increase in six decades, but the expected percentage growth rate of the Latino population from 1992 to 2050 is 237.5 percent” (1).

[4] Podemos citar entre otras aportaciones los estudios The Hispanic Experience in the United States de Edna Acosta-Belén y Bárbara R. Sjostrom, Latinos in the United States de David Abalos, Hispanos en los Estados Unidos de Rodolfo Cortina y Alberto Moncada, Hispanic USA de Thomas Weaver y Challenging Fronteras: Structuring Latina and Latino Lives in the U.S de Mary Romero, Pierrette Hondangneu-Sotelo y Vilma Ortiz.

 

 

Antonia Domínguez Miguela

Ultima actualización: 12/11/2015