Los días 22 y 23 de mayo , National Geographic Society presentó en Madrid su programa de becas de exploración o investigación científica que, desde 1890, cuando se concedió la primera ayuda, ha financiado más de 12500 proyectos en 120 países.

Reyes Alejano, ingeniera de montes e investigadora de la Universidad de Huelva; David Velázquez, biólogo e investigador de la Universidad Autónoma de Madrid; Laura Domingo, doctora en Geología e investigadora en el Instituto de Geociencias del CSIC y la Universidad Complutense de Madrid; y su hermana Soledad, doctora en Geología e investigadora en el departamento de Paleobiología del Museo Nacional de Ciencias Naturales del CSIC y en la Universidad Complutense son cuatro de los investigadores que han recibido esta ayuda.

Reyes Alejano ha trabajado a lo largo de su carrera como investigadora en diversos proyectos tanto nacionales como internacionales, siempre en temas relacionados con los sistemas agroforestales, en especial con las dehesas, gestión y conservación de bosques maduros o dendrocronología, y es en esta última ciencia en la que se basa el proyecto concedido por National Geographic. Ha trabajado con investigadores de distintos países, lo que considera que le ha aportado la capacidad para ver que los problemas pueden enfocarse y tratar de resolverse desde perspectivas diversas; y también le ha permitido mantener su nivel de idiomas, que siempre son una ventana abierta a nuevas oportunidades.

Asimismo ha liderado o colaborado en algunos proyectos de cooperación internacional en países como Marruecos, Chile, Bolivia o Senegal. En este último país colabora con el Instituto Jane Goodall España, en la conservación del hábitat del chimpancé en zonas límite de su área de distribución.

En el proyecto concedido por National Geographic, con el título: “Bosques milenarios y patrimonio cultural en Andalucía: la dendrocronología como herramienta  para estudiar las interacciones hombre-bosque en el Mediterráneo occidental” se ha llevado a cabo gracias al trabajo de un equipo internacional y multidisciplinar de la Universidad de Huelva, Universidad de Santiago de Compostela y Tree Ring Lab, de la Universidad de Arizona.

Reyes Alejano y su equipo cuentan así el proyecto y su experiencia:

“Los árboles encierran historias, que pueden contarnos no sólo cuando están vivos sino  incluso cuando son cortados y utilizados para construir barcos, edificios o muebles. En este proyecto tratamos de descifrar las historias encerradas en la madera de árboles vivos de la especie pino salgareño, que vive en las Sierras de Cazorla y Segura,  y en la madera histórica de edificios (entre los s. XIII y XVIII) de tres ciudades andaluzas: Granada, Huéscar (Granada) y Úbeda (Jaén), donde se sabe, por la documentación histórica analizada, que este pino ha sido utilizado en la construcción. Extraemos la información contenida en la madera de árboles vivos  para elaborar cronologías de anchura de anillos de crecimiento  a lo largo del tiempo  (obteniendo series de casi un milenio), que nos sirven, además de para obtener abundante información sobre la historia ecológica, especialmente climática, y de gestión del árbol, para encajar en ellas las cronologías de anchura de anillos obtenidas de las muestras de madera histórica de  edificios, siempre con un número de anillos mucho menor.  Si logramos que encajen, habremos sido capaces de datar la madera histórica. Para todo ello nos basamos en la dendrocronología,  o ciencia que estudia  las variaciones anuales de crecimiento en la madera, y que se  ha establecido en distintas partes del mundo como el método más preciso para la datación absoluta de piezas de madera (pre)históricas. Además, incluso cuando no se consigue datar la madera de forma absoluta, la datación cruzada relativa entre muestras de numerosas piezas de la misma estructura permite identificar fases constructivas, así como definir espacios temporales de ocupación de asentamientos antiguos, o deducir cómo se organizaba el abastecimiento de madera.

El proyecto permite por tanto hacer un seguimiento de la imbricación entre recursos naturales, ecología y uso de las especies en el patrimonio histórico. Por ello, podemos hablar de la evolución de dos líneas paralelas de investigación, una histórica y otra centrada en la ecología y gestión de estos bosques viejos. Esta segunda línea está también permitiendo analizar y conocer mejor  la estructura, dinámica e historia de gestión de estos tesoros vivos  y contribuir a la divulgación de sus valores y de la necesidad de protegerlos y conservarlos.

Para nosotros ha sido fascinante bucear en el pasado a través de los árboles viejos y de las maderas históricas tratando de seguir capítulos de la historia a menudo olvidados y apenas documentados”

Reyes Alejano en nuestro catálogo Columbus

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