Entrevistamos a Luis Gómez Canseco

5. febrero 2014 | Por | Categoria: Destacado, Hablamos de...

 

Luis Gómez Canseco estudia y enseña literatura española en la Universidad de Huelva de algunos años a esta parte.

1. ¿Cómo recuerda su primera visita a la BUH?

La biblioteca y yo nos incorporamos a la Universidad de Huelva casi a un tiempo. Tanto ella como yo andábamos entonces por el campus de La Rábida y éramos bastante más jóvenes, todo hay que decirlo. Desde ese momento creo que hemos hecho vidas paralelas y ahora nuestra convivencia se ha trasladado al campus de El Carmen. Y he de decir que, de verdad y visto lo visto, no nos ha ido mal en nuestras relaciones.

2. ¿Qué valora más y que echa en falta en la BUH?

La BUH funciona excepcionalmente bien, gracias, sobre todo, a las personas que trabajan en ella. Por mi ámbito de investigación, hago un uso más que frecuente de los servicios de Préstamo Interbibliotecario y los resultados han sido siempre extraordinarios, a pesar de tener que buscar más de una rareza en bibliotecas perdidas y contra algún que otro bibliotecario hostil. Mi trabajo no hubiera sido posible sin la ayuda inestimable de las personas que se han volcado siempre para localizar mis peticiones más extravagantes. A mi juicio, eso sí, a la biblioteca le vendrían de perlas dos cosas: la primera es que todo el fondo estuviera disponible en acceso directo y, la segunda, que hubiera pequeños espacios próximos al fondo que se pudieran reservar para el estudio o para impartir seminarios a grupos reducidos con todos los materiales a mano.

3. ¿Acude a la biblioteca o la utiliza más a través de internet (consultas al catálogo, reservas, uso de bases de datos, revistas electrónicas…)?

Creo que hago uso de casi todas las posibilidades que ofrece la biblioteca, desde los fondos en papel a lo electrónico. Y lo cierto es que cada año esos servicios han ido  ampliándose y mejorando.

4. ¿Comunica a sus alumnos la importancia de la biblioteca para sus estudios?

Desde hace algunos años dedico siempre un día de algunos de mis cursos para impartir una clase en la misma biblioteca, en especial en la sala de fondo antiguo, para que mis alumnos entren en contacto con esos libros impresos hace siglos y entiendan el sentido de una biblioteca. Entre otras cosas, porque estoy convencido de que el mejor libro es el que está en manos de un lector y que una biblioteca no debe ser un castillo inaccesible donde custodiar los fondos, sino un cauce que lleve los libros a quienes los puedan leer. Y lo cierto es que, a veces, se echan en falta algunos más de entre esos lectores por los pasillos y salas de nuestra biblioteca.

5. ¿Puede recomendarnos alguna biblioteca que haya visitado y le haya gustado especialmente?

La biblioteca de El Escorial es sobrecogedora y las de las grandes universidades americanas impresionan por lo inacabable de sus fondos y sus medios. Atendiendo a su concepción arquitectónica, me parece excelente la biblioteca de la Universidad de Navarra, que está pensada no como un almacén de libros, sino como un verdadero espacio de estudio, investigación y enseñanza.

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