E-motion. Revista de Educación, Motricidad e Investigación
2013, nº 1, pp. 14-29
© Copyright: 2013 Grupo de investigación (HUM-643)
Edición Web (www.uhu.es/publicaciones/ojs/index.php/e-moti-on/index)
SIENTO, ME MUEVO, LUEGO EXISTO
Belén de Rueda Villén
1
y Carlos Eloy López Aragón
2
1
Facultad de Ciencias de la Actividad Física y el Deporte.
Universidad de Granada. Email: belenrv@ugr.es
²
Licenciado en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte.
Universidad de Granada. Email: carloslop123@gmail.com
RESUMEN: Este estudio tiene como objetivo principal elaborar un
programa de intervención motora (PIM), compuesto de música y danza
creativa, dirigido a investigar sus efectos sobre las habilidades
emocionales del ser humano. Para ello, se administró una batería de Test
que mide las diferencias individuales en las destrezas para ser
conscientes de sus propias emociones, así como la capacidad para
poder regularlas, utilizando la escala adaptada al castellano: Trait Meta-
Mood Scale 24 (TMMS-24). El diseño de un programa de intervención
motora (PIM), utilizando como variables independientes patrones
musicales y secuencias de danza, trata de constatar el impacto que la
actividad física vs expresiva, y patrones sonoros tiene sobre variables
emocionales, y la importancia que tiene identificar, regular, controlar y
facilitar el estado emocional propio, que propicia la adaptación y
comprensión emocional a nivel grupal. Los sujetos experimentales son
estudiantes universitarios de primer curso de Grado en Ciencias de la
Actividad Física y el Deporte. En el proceso se puede observar como el
ámbito de la actividad física tiene una relación bidireccional sobre el
abordaje emocional, obteniendo conclusiones interesantes sobre este
ámbito de estudio, y su posible repercusión en la creación de actitudes
morales y éticas positivas.
PALABRAS CLAVE: Emoción, Salud, Inteligencia Emocional, Danza,
Música.
Siento, me muevo, luego existo
Rueda, B. y López, C. L.
1. INTRODUCCIÓN.
En la actualidad, el universo científico muestra interés por los problemas que existen
en la sociedad y repercuten negativamente en la calidad de vida de las personas.
Podemos afirmar que la felicidad y el bienestar influyen positivamente sobre nuestra
salud y calidad de vida. Diversas evidencias empíricas muestran que las personas felices
son más sanas física y psicológicamente, afrontan mejor el estrés e, incluso, viven más
tiempo (Fernández-Berrocal y Extremera, 2009 87). Por otra parte, la Agencia Europea
para la seguridad y la Salud en el Trabajo revela que hoy día los cambios técnicos u
organizativos en el mundo laboral, junto con los cambios socioeconómicos, demográficos
y políticos, incluido el fenómeno de la globalización, originan riesgos psicosociales de
carácter emergente que esn teniendo consecuencias sobre la salud de la población
debido a que pueden provocar un mayor estrés laboral y repercutir en la salud y la
seguridad de los trabajadores (Gil-Montes 170). La inadaptabilidad a nuestro entorno, la
individualidad que provoca el avance de la tecnología, un modelo sociocultural provisto
de cánones estéticos y de consumo podría repercutir sobre nuestro estado de ánimo,
generando emociones negativas que influyen en nuestra conducta. podemos enunciar el
acoso y violencia de género, alumnos con comportamientos agresivos ante los profesores
o compañeros de clase, empresarios y docentes sumergidos en un estrés laboral
(síndrome de burnout, donde se sienten ineficientes en su trabajo, deportistas con
síntomas de ansiedad o fatiga extrema en periodos de competición, depresión y soledad
en personas mayores, como algunos de los problemas actuales que tienen estrecha
relación con factores emocionales (Extremera, Fernández-Berrocal y Durán 2003;
Fernández-Berrocal, Extremera y Ramos-az 2003 (Figura 2); Campillo, Zafra y
Redondo 2008; Contreras y Córdoba 2008; de Figueiredo Quéiros, Fernández-Berrocal,
Extremera y Quéiros 2006) y repercuten negativamente sobre nuestra salud física y
psicológica.
En los últimos veinte años, las neurociencias y las ciencias sociales han
descubierto el papel fundamental de las emociones en el bienestar y la felicidad de las
personas (Fernández-Berrocal 2009 33). El autor mencionado avala que un buen
conocimiento y manejo emocional repercute positivamente sobre la salud.
Las emociones dictan y condicionan decisivamente nuestro modo de estar en el
mundo, nuestros comportamientos y toma de decisiones. Estamos constantemente
expuestos a esmulos externos, que nos hacen sentir de una determinada manera, y a
su vez de inteligir, es decir, de desarrollar la aprehensión, hacernos conscientes de lo que
ocurre a nuestro alrededor y cada reacción afectiva que tenemos nos construye nuestra
propia realidad.El abordaje de las emociones, desde el influjo del aprendizaje y el sistema
cultural en el que estamos inmersos, son determinantes para el equilibrio vital y la calidad
de vida
Todo esto nos conduce a afirmar que existe una serie de capacidades que
poseemos los seres humanos que van más allá de la simple habilidad técnica e
intelectual, (como por ejemplo saber manejar un sofisticado programa informático o
traducir un texto de idioma extranjero), un conjunto de competencias
comportamentales que nos ayuda resolver y controlar una situación determinada, ya
sea en nuestras relaciones interpersonales o en la actitud profesional que adoptamos
Hablamos de habilidades emocionales, una serie de procesos que nos ayudan a
reconocer, comprender qué siento y lo que sienten los demás, y a controlar cómo me
siento. Se encuentran principalmente tres procesos:
La Percepción emocional, que consiste en reconocer conscientemente
nuestras emociones e identificar qué sentimos y ser capaces de darle una
etiqueta verbal;
La Comprensión emocional, que requiere integrar lo que sentimos en
nuestro pensamiento y saber considerar la complejidad de los cambios
emocionales;
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La Regulación emocional, consistente en dirigir y manejar las emociones
tanto positivas como negativas de forma eficaz. (Fernández-Berrocal y
Ramos-Díaz 2005a 20).
La regulación
conduce a una estabilidad emocional y un estado anímico óptimo,
adecuado a la situación. Regular supone valorar prioridades, elaborar y generar
pensamientos adaptativos que controlen las emociones. Dichos autores mencionan
que estas habilidades están enlazadas de forma que para una adecuada regulación
emocional es necesaria una buena comprensión emocional y, a su vez, para una
comprensión eficaz requerimos de una apropiada percepción emocional (Figura 1). La
Inteligencia emocional es una habilidad que implicaría los tres procesos mencionados.
Figura 1. Relación jerárquica de las habilidades emocionales.
El conjunto de estos procesos y algunos otros conforman el constructo
denominado Inteligencia Emocional, que según los creadores de éste término, es el
resultado de una interacción adaptativa entre las emociones y la propia cognición, en la que
se incluye la habilidad para percibir, asimilar, entender y manejar las emociones propias y la
de los demás. (Mayer y Salovey, 1997; Berrios Martos, Augusto Landa, y Aguilar Luzón,
2006). Es esta capacidad, nuestra inteligencia emocional, lo que determina en muchos
casos la manera de actuar ante una situación. Por lo tanto, si queremos que aquellas
personas con este tipo de situaciones comportamentales consigan tener el control de sus
propias emociones y controlar sus impulsos conflictivos, es necesario crear un modelo
alternativo que desarrolle y entrene habilidades emocionales
Autores como Bimbela y Navarro (2007), en su libro Cuidando al formador,
habilidades emocionales y de comunicación, afirman que las emociones que siente una
persona ante una situación específica, vienen moduladas por tres niveles de la respuesta
humana: el nivel cognitivo, fisiológico y motor. Concuerdan diciendo que para poder influir
sobre las emociones, se ha de incidir en cada uno de los tres niveles de respuesta
presentados. En el nivel cognitivo, se puede influir analizando primero si existen
distorsiones en la forma en que se está valorando la situación, para en un segundo
momento, tratar de valorarla de una forma más ajustada a la realidad. En el nivel fisiológico,
se puede influir utilizando estrategias de relajación y respiración. Y por último, sobre el nivel
motor, se puede influir, siguiendo determinados pasos, para decidir cómo actuar ante una
determinada situación o tipo de situaciones. (Bimbela JL, 2006).
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Existen evidencias empíricas que muestran que los programas de ejercicio
sico regular pueden tener repercusiones a nivel emocional y psicológico, siendo un
factor protector ante el deterioro de habilidades emocionales y favorecedor de estados
emocionales positivos y estilos de respuesta a la depresión más adaptativos (de
Figueiredo Queirós et al. 2006). Y el movimiento danzado como afirma Howard
Gadner: la danza es un tipo de inteligencia kinestésica…, una habilidad para resolver
problemas mediante el control del movimiento del cuerpo”. (Hanna 2001 40).
Hayes et al (2003) introducen la variable musical en sus investigaciones, para
analizar los efectos que estímulos musicales provoca en la mejora del rendimiento
Howard Gardner (1993), Mora y cols.(2001), comparan los resultados de un programa
de intervención destinado a determinar los efectos agudos y crónicos de la música-
danza y del refuerzo positivo en conductas no deseadas y el seguimiento de órdenes
en una población con discapacidad múltiple. Destaca en sus resultados la efectividad
del método alternativo propuesto por ellos (música-danza) frente al tradicional
(refuerzo positivo) observando una mayor reducción de las conductas no deseadas de
los sujetos debido, según ellos, a la importancia de la música para los sujetos, que
constituyo un estímulo agradable, que favorecía la danza y la disposición para realizar
otras actividades importantes. A su vez influyó positivamente sobre el seguimiento de
órdenes, aumentando la frecuencia de órdenes deseadas de forma considerable, a
pesar del tamaño de la muestra y la variabilidad entre los sujetos. Concluyen
considerando que la música-danza es un método con muchas posibilidades a corto y
largo plazo y que sería recomendable más investigación sobre ésta en diferentes
campos. Sebiani (2005), en su artículo titulado Uso de la danza-terapia en la
adaptación psicológica a enfermedades crónicas. (Cáncer, Fibrosis y SIDA), revela en
sus resultados la eficacia de la danza-terapia como complemento para aliviar los
efectos colaterales de las terapias tradicionales, reducir la fatiga, la ansiedad, la
depresión y percepción del dolor, y aumentar el vigor, la energía vital, la auto-imagen y
estados internos del paciente.
En este sentido, y a pesar de ser una línea de investigación poco explorada en
sus efectos longitudinales, parece razonable corroborar investigaciones que relacionan
la música con el factor emocional. La música es un lenguaje universal creado para
comunicarnos desde la emoción al pensamiento. Mediante la modificación y
combinación de los parámetros fundamentales del sonido (las alturas: sonido grave o
Motor
“Lo que decido y
hago”
Cognitivo
“Lo que pienso”
Fisiológico
“Lo que siento”
SITUACIÓN
EMOCIÓN
Figura 2. Niveles de la respuesta humana ante la
emoción
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agudo; la intensidad: sonido fuerte o débil; y el tiempo: sonido corto o largo) se
consigue dar sensibilidad y expresividad a aquello que queremos transmitir. Frederic
(2008), en su libro La música y su evolución, comenta que en la época barroca, la
afición de unir la música con los estados anímicos fue importante. Formularon la
doctrina de los afectos, que establecía las bases con las que representar en música
las pasiones y los sentimientos. Para expresar alegría se usaba el modo mayor, la
consonancia, el registro agudo y el tiempo rápido (allegro). Para representar la tristeza,
el modo menor, la disonancia, el registro grave y el tiempo lento (largo o adagio). Esta
compleja expresión sonora parece ser una de las formas más antiguas, prevalecientes
y universales de comunicación humana (Dissanayake 1999; Baumgartner, Lutz,
Schmidt and Jäncke 2006; Huron 2001; Fukui 2001) citado en (Flores-Gutiérrez y Díaz
23)
Podemos atribuir una doble función en la música. Por una parte, puede ser
utilizada para comunicar ideas, sentimientos y emociones, y por otra parte tiene la
capacidad de evocar emociones. Recientemente, investigaciones empíricas señalan
que la música tiene l de producir diferentes efectos neurofisiológicos, relacionados con
las emociones que induce (Peretz, Gagnon & Bouchard 1998; Blood, Zatorre,
Bermudez & Evans 1999; Khalfa, Schon, Anton & Liegeois-Chauvel 2005; Koelsch,
Fritz, Cramon, Muller & Friederici 2006; Flores-Gutiérrez, Díaz, Barrios, Favila-
Humara, Guevara et al. 2007; McFarland & Kadish 1991) citado en (Flores-Gutiérrez y
Díaz 23). En general, estos estudios sugieren que los estímulos musicales evocan
emociones específicas que permiten evaluaciones afectivas, cognoscitivas y
fisiológicas en tiempo real.
En este sentido, utilizar la música para provocar un estado fisiológico concreto
en una situación determinada podría ser un campo de investigación interesante desde
la perspectiva de salud general y emocional, en particular.
La conexión entre música y emoción parte de los estudios existentes entre el lenguaje
musical y su relación a nivel cerebral. (Gómez 68-69), en su artículo Música y
Neurología comenta que el procesamiento de la música es independiente del lenguaje
común y cada uno utiliza circuitos independientes. Dentro del procesamiento de la
música podrían existir canales separados para los elementos temporales (ritmo),
melódicos (tono, timbre, melodía), memoria y respuesta emocional. Considera que el
ritmo y la melodía constituyen los pilares básicos de la música y explica ambos
conceptos. El ritmo hace referencia a la sucesión de los sonidos en unidades de
tiempo, subdividas en partes fuertes (acentuadas) y débiles. La melodía resulta de la
combinación y sucesión de sonidos que suben, bajan o se repiten, siendo percibida
como un contorno que oscila y progresa. También, explica el concepto Timbre como el
colorido del sonido, característico del instrumento emisor, que depende de un tono
fundamental y de una envoltura de sonidos de varias frecuencias, que son múltiplos
del tono fundamental. Con estas características afirma que cuando un sonido excita
nuestro oído se ponen en marcha una serie de procesos mecánicos, químicos y
bioeléctricos a lo largo de estructuras tan diversas como tímpano, oído medio, cóclea,
nervio auditivo, tronco cerebral, tálamo y diversas regiones corticales que casi de un
modo instantáneo concluyen con el reconocimiento de dicho sonido y su significado
emocional.
En la actualidad, la tecnología ha permitido estudiar la música y sus efectos
desde una perspectiva científica. A pesar de la dificultad de utilizar ciertas piezas
musicales como estímulos calibrados para evocar estados afectivos relativamente
específicos y analizar correlatos neurofisiológicos de la emoción musical, existe
concordancia entre diversos estudios (Flores-Gutiérrez & Díaz, 2009; Stevens et al.
2009) en la existencia de respuesta emocional ante estímulos musicales bajo una
doble dimensión. En este sentido se pueden apreciar dos niveles, uno a nivel de grado
de activación (calma-excitación) provocado por la emoción y otro a nivel de polaridad
de la emoción (positiva-negativa/agrado-desagrado) (figura 3). Así mismo (Fernández-
Berrocal y Ramos-az 2005, 54) señalan estas dos dimensiones en la estructura
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Rueda, B. y López, C. L.
jerárquica que subyace a los afectos (figura 4). De este esquema se deduce que la
música puede provocar emociones negativas o positivas pero que también provoca
una activación o un estado de calma, según el tipo de altura, intensidad, tiempo y
timbre de los sonidos. González et al. (1998) afirman que toda emoción representa
una magnitud o medida a lo largo de un continuo, que puede tomar valores positivos o
negativos, es decir, que presentan un componente cualitativo que se expresa
mediante la palabra que utilizamos para describir la emoción (amor, amistad, temor,
inseguridad, etc.) y que determina su signo positivo o negativo, y un componente
cuantitativo que se expresa mediante palabras de magnitud (poco, bastante, mucho,
gran, algo, etc.), tanto para las emociones positivas como negativas.
Gráficos 2 y 3. Niveles de activación y polaridad por los que transcurren los estados
emocionales y afectos. (Modificado de Stevens et al., 2009 83; Modificado de
Fernández-Berrocal y Ramos, 2005 54).
La música aumenta las emociones evocadas al contemplar fotografías con
carga afectiva (Menon & Levitin, 2005). Por otra parte, se ha comprobado en estudios
de resonancia magnética que la música disonante (poco placentera) activa la
amígdala, el hipocampo y parahipocampo, y los polos temporales, estructuras
relacionadas con el procesamiento de estímulos con carga emocional negativa. Por el
contrario la música agradable activa la circunvolución frontal inferior, la ínsula superior,
el estriado triado ventral y el opérculo rolándico (Baumgartner, Esslen & Jäncke, 2006)
A pesar de esta relación obligada entre música y emoción, la emoción musical
y la respuesta afectiva a la música han sido temas de investigación relativamente
escasos y recientes (Blood, Zatorre, Bermudez &Evans, 1999; Blood & Zatorre; 2001;
Khalfa, Schon, Anton & Liegeois-Chauvel. 2005; Koelsch, Fritz, vCramon, Muller &
Friederici 2006; Flores-Gutiérrez, Díaz, Barrios, Favila-Humara, Guevara et al, 2007)
referido en (Flores-Gutiérrez y Díaz 23).
Teniendo en cuenta la importancia que tiene una buena educación emocional
sobre el control de nuestro comportamiento y de la respuesta humana a nivel
cognitivo, fisiológico y motor ante las situaciones que vivenciamos, y la conexión
existente entre danza-música y las emociones, se plantea la posibilidad de poder influir
positiva y significativamente sobre la salud física-psicológica y la calidad de vida,
mediante la elaboración y puesta en marcha de un programa alternativo compuesto de
música y danza destinado a desarrollar las habilidades emocionales.
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Rueda, B. y López, C. L.
Desde la hipótesis planteada : La aplicación de un programa de intervención
compuesto de recursos dancísticos y patrones musicales influirá significativamente
sobre las habilidades emocionales: percepción, comprensión y regulación emocional,
el objetivo general de este trabajo de investigación es: Analizar la influencia del
programa creativo dancístico-musical sobre el desarrollo de la percepción,
comprensión y regulación emocional y valorar los efectos saludables que producen a
nivel emocional en población de estudiantes universitarios
2. MATERIAL Y METODO
2.1 Población de estudio.
120 universitarios procedentes de la en la Facultad de Ciencias de la Actividad
Física y el Deporte, con edades comprendidas entre 18 y 23 años. Todos los sujetos
han sido informados acerca de los procedimientos, riesgos y beneficios del estudio, y
firmarán un informe de consentimiento previo al comienzo del programa. Se utilizará
un método de muestreo no probabilístico de conveniencia por el cual, para la selección
de la muestra, se deberá cumplir los criterios descritos a continuación:
1.-Criterios de Inclusión.
- Personas que no hayan tenido experiencia previa con alguno de los
parámetros objeto de estudio.
- Que no participen durante el periodo de intervención en otros programas de
actividad física.
2.-Criterios de Exclusión.
Sujetos que presenten algún trastorno psicológico que afecte directamente sobre las
variables emocionales a desarrollar o sufran inestabilidad emocional a causa de algún
hecho acontecido que afecte a la vida del sujeto
Aquellos que no pueden participar en la totalidad del estudio.
3.-Criterios de experimentación
Para la formación definitiva del Grupo Experimental (G.E), y atendiendo a las
características del estudio, ha participado la muestra en su totalidad como Grupo
Experimental, ya que una de las finalidades del diseño era incluir este PIM dentro del
diseño curricular de la materia, como módulo de la Programación
Consideramos adecuado contar con estos sujetos para el estudio por tratarse de un
grupo homogéneo recién incorporado a la facultad, los cuáles comparten objetivos
profesionales, similitud en la edad y sexo, y seleccionados por unas pruebas de aptitud
sica requeridas para el acceso a la Facultad de Ciencias de la Actividad Física y el
Deporte.
4.-Instrumentos de evaluación.
Para medir las variables emocionales se utilizó el Trait Meta-Mood Scale 24
(TMMS-24) (Fernández-Berrocal, Extremera y Ramos 2004) referido en (Fernández-
Berrocal y Extremera 2004b). Consiste en una medida de auto-informe que evalúa los
aspectos intrapersonales de la Inteligencia emocional (IE), en concreto, las habilidades
para atender, comprender y reparar los propios estados emocionales. Es una versión
reducida y validada que mantiene la misma estructura que el modelo original propuesto
por Salovey y Mayer, (1997). Se compone de 24 ítems y evalúa tres dimensiones claves
de la inteligencia emocional (8 ítems por factor): Atención a los sentimientos (Percepción
emocional), Claridad emocional (Comprensión de sentimientos) y Reparación de las
emociones (Regulación emocional) (Tabla 1). Ambos autores describen estas tres
dimensiones:
Atención a las emociones se refiere al grado en el que las personas creen
prestar atención a sus emociones y sentimientos (i.e., “Pienso en mi
estado de ánimo constantemente”).
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Rueda, B. y López, C. L.
Claridad emocional se refiere a cómo las personas creen percibir sus
emociones (i.e., “Normalmente conozco mis sentimientos sobre las
personas”).
Reparación de las emociones alude a la creencia del sujeto en su
capacidad para interrumpir y regular estados emocionales negativos y
prolongar los positivos (i.e., “Aunque a veces me siento triste, suelo tener
una visión optimista”).
Tabla 1 Trait Meta-Mood Scale 24 (TMMS-24). (Fernández-Berrocal y Ramos-Díaz,
2005: 38).
A continuación encontrará algunas afirmaciones sobre sus emociones y sentimientos. Lea atentamente cada frase y
decida la frecuencia con la que usted cree que se produce cada una de ellas. Señale con una X la respuesta que más
se aproxime a sus preferencias.
No hay respuestas correctas o incorrectas, ni buenas ni malas.
No emplee mucho tiempo en cada respuesta.
1
2
3
4
5
NUNCA
RARAMENTE
ALGUNAS
VECES
CON
BASTANTE
FRECUENCIA
MUY
FRECUENTEMENTE
1
Presto mucha atención a los sentimientos
1
2
3
4
5
2
Normalmente me preocupo mucho por lo que siento
1
2
3
4
5
3
Normalmente dedico tiempo a pensar en mis emociones
1
2
3
4
5
4
Pienso que merece la pena prestar atención a mis emociones
y estado de ánimo
1
2
3
4
5
5
Dejo que mis sentimientos afecten a mis pensamientos
1
2
3
4
5
6
Pienso en mi estado de ánimo constantemente
1
2
3
4
5
7
A menudo pienso en mis sentimientos
1
2
3
4
5
8
Presto mucha atención a cómo me siento
1
2
3
4
5
9
Tengo claro mis sentimientos
1
2
3
4
5
10
Frecuentemente puedo definir mis sentimientos
1
2
3
4
5
11
Casi siempre sé cómo me siento
1
2
3
4
5
12
Normalmente conozco mis sentimientos sobre las personas
1
2
3
4
5
13
A menudo me doy cuenta de mis sentimientos en diferentes
situaciones
1
2
3
4
5
14
Siempre puedo decir cómo me siento
1
2
3
4
5
15
A veces puedo decir cuáles son mis emociones
1
2
3
4
5
16
Puedo llegar a comprender mis sentimientos
1
2
3
4
5
17
Aunque a veces me siento triste, suelo tener una visión
optimista
1
2
3
4
5
18
Aunque me sienta triste, procuro pensar en cosas agradables
1
2
3
4
5
19
Cuando estoy triste, pienso en todos los placeres de la vida
1
2
3
4
5
20
Intento tener pensamientos positivos aunque me sienta mal
1
2
3
4
5
21
Si doy demasiadas vueltas a las cosas, complicándolas, trato
de calmarme
1
2
3
4
5
22
Me preocupo por tener un buen estado de ánimo
1
2
3
4
5
23
Tengo mucha energía cuando me siento feliz
1
2
3
4
5
24
Cuando estoy enfadado intento cambiar mi estado de ánimo
1
2
3
4
5
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Rueda, B. y López, C. L.
La fiabilidad para cada componente es Atención (α=0,90), Claridad =0,90) y
Reparación (α=0,86). Asimismo, presenta una fiabilidad test-retest adecuada (Atención
= 0,60; Claridad = 0,70 y Reparación = 0,83) (Fernández-Berrocal et al., 2004) citado
en (Extremera y Fernández-Berrocal 2004c 123). Los tres factores correlacionan de
forma apropiada y en la dirección esperada con variables criterio clásicas tales como
depresión, ansiedad, rumiación y satisfacción vital. Una vez contestado el cuestionario,
para obtener una puntuación se suman los ítems del 1 al 8 para el factor percepción,
los ítems del 9 al 16 para el factor comprensión y del 17 al 24 para el factor regulación.
Luego se comprueba la puntuación hallada en una tabla que muestra los puntos de
corte para hombres y mujeres estableciendo así el nivel de desarrollo que presenta el
sujeto en los tres factores (Tabla 2).
Tabla 2. Puntos de corte por sexo para los factores emocionales medidos con el
TMMS-24. (Fernández-Berrocal y Ramos-az, 2005: 37)
PUNTUACIONES
Factor
Hombres
Mujeres
PERCEPCIÓN
Debe mejorar su percepción:
presta poca atención.
< 21
Adecuada percepción
22 a 32
Debe mejorar su percepción:
presta demasiada atención.
> 33
Debe mejorar su percepción:
presta poca atención.
< 24
Adecuada percepción
25 a 35
Debe mejorar su percepción:
presta demasiada atención.
> 36
COMPRENSIÓN
Debe mejorar su
comprensión.
< 25
Adecuada comprensión.
26 a 35
Excelente comprensión.
> 36
Debe mejorar su comprensión
< 23
Adecuada comprensión
24 a 34
Excelente comprensión
> 35
REGULACIÓN
Debe mejorar su regulación.
< 23
Adecuada regulación.
24 a 35
Excelente regulación.
> 36
Debe mejorar su regulación
< 23
Adecuada regulación.
24 a 34
Excelente regulación.
> 35
3. PROCEDIMIENTO
El lugar de realización de la fase experimental fue el Aula Gimnasio I Facultad de
Ciencias de la Actividad Física y el Deporte, en el módulo. Para el tratamiento de los
datos hemos utilizado el paquete estadístico SPSS 15.0 Los materiales utilizados para el
desarrollo de las sesiones fueron: equipo de música, CDs, videocámara digital, espejos,
colchonetas y materiales alternativos para ciertas actividades.
Empleamos un diseño Pre-postest de un solo grupo. No existía grupo control, por
lo tanto los tres grupos eran experimentales. Aplicamos la batería TMMS-24,
posteriormente se realizó el Programa de Intervención de Música y Danza Creativa,
aplicando el post test TMMS-24 para contrastar los resultados.
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El trabajo con las emociones requiere una concentración y actitud consciente de
los estados internos y mentales que ocurren en nuestro cuerpo. Por ello solicitamos a los
sujetos experimentales que prestaran atención plena a todo aquello que sentían y a las
acciones que realizaran, que preguntaran aquellas secuencias o consignas que no
entendían y que se comprometieran a la realización de todas las actividades mostrando
respeto y predisposición. Cuando los sujetos debían responder ciertos cuestionarios se
les dejaba un margen de tiempo para que contestaran con tranquilidad y todas las
consignas e información iban precedidas de ejemplos para evitar errores en su ejecución.
La organización de las sesiones seguía una estructura sistemática de progresión.
Los sujetos experimentales comenzaban las actividades trabajando individualmente, ya
que para percibir lo que sentimos y que respuesta corporal nos produce, hemos de estar
con una conciencia plena de la situación en tiempo real. Para ello Martin Asuero (2011)
presenta un triángulo de la conciencia, donde en cada propuesta de la actividad aparecen
pensamientos, ideas, recuerdos, fantasias.;sensaciones corporales, como respiro, que
me duele, sonidos, olores etc, y las emociones que me orientan hacia como me siento y
como debo comportarme o reaccionar. Según Marin Asuero (2011) son como tres carpas
de un circo donde los sujetos constantemente producen acontecimientos con mayor o
menor intensidad, siendo importante el equilibrio del triángulo para lograr el objetivo del
Programa de Intervención (Figura 3)y a medida que se proponían nuevas pruebas iban
relacionándose con sus compañeros hasta concluir la sesión de forma colectiva. Esto
permia a los sujetos ser conscientes, en primer lugar, de sus propias sensaciones y
emociones, y luego entender y observar mejor las emociones que sentían sus
compañeros (Figura 3).
Figura 3. Triángulo de la conciencia para ejercicios individuales
Figura 4. Evolución del trabajo de los sujetos en fase experimental
emociones
Sensaciones corporales
pensamientos
equilibrio
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Se atenderán dos aspectos para organizar la sesión:
1) Seleccionar la variable emocional (percepción, comprensión o regulación)
sobre la que se va a intervenir en los sujetos experimentales.
2) Decidir qué nivel (cognitivo, fisiológico o motor) van a utilizar los sujetos de
estudio para expresar o modular la respuesta emocional.
Al finalizar cada sesión, entregábamos unos cuestionarios que los alumnos debían
responder, los cuales servían para obtener información sobre aspectos relacionados con
la actividad realizada y sus efectos.
Tabla 3.Ejemplos de sesiones de trabajo
SESIÓN 3
Variables independientes utilizadas: Música y danza Contact.
Objetivos:
Analizar qué grado de influencia ejerce la manipulación musical sobre la
atención emocional y de qué forma ésta premisa unida a la interacción entre dos
cuerpos interfiere en las emociones y sensaciones de los sujetos.
Actividad 1 Equilibrio y poder.
Calentamiento fundamentado en posiciones de equilibrios que requiere un
control del cuerpo y contracciones isométricas de los músculos. Adoptar estas
posiciones causa cierta fatiga muscular y pueden resultar un poco mol
estas
mantenerlas un periodo de tiempo relativamente prolongado. Nuestra intención fue
utilizar un tema musical adecuado (Red Warrior BSO The Last Samurai)
para
observar si generaba emociones positivas que favoreciera la resistencia a aquel
esfuerzo.
Actividad 2 Hacia tierra desconocida.
Actividad de interacción corporal donde se establecían dos roles. Rol
navegante”
donde la persona debía tumbarse en el suelo decúbito supino y relajar
todo su cuerpo, mantener los ojos cerrados e imaginar la siguiente situación:
os
encontráis en medio del mar donde las corrientes marinas os arrastran hacia la orilla
de una isla desconocida y poseéis la capacidad de flotar en el agua
. El otro rol,
corriente marina”, debía movilizar las articulaciones del navegante de form
a
progresiva hasta conseguir ofrecer zonas corporales que ayudasen a provocar más
movilidad. (Ejercicio de danza Contac).
Actividad 3 El sendero de mis pensamientos.
Los alumnos debían tumbarse en el suelo de la forma que más cómodos se
sintieran y cerrar
los ojos. A continuación les indicamos dos pautas: 1. Debían
imaginar una historia donde ellos fueran protagonistas. 2. Imaginar de forma atenta y
consciente para posteriormente poder recordar su historia al finalizar el ejercicio.
Mientras transcurría la
acción sonaba una composición musical en vivo, que había
sido elaborada previamente resultando un tema melódico diferenciado en partes
alegres, tristes y tranquilas, que tenía la pretensión de dirigir las emociones de los
sujetos en la dirección deseada.
Posteriormente los alumnos respondieron a un cuestionario relacionado con
las actividades que realizaron.
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4.-RESULTADOS
Una vez finalizada las sesiones del PIM y aplicada, de nuevo, la batería TMMS-24,
procedimos a calcular las puntuaciones obtenidas por los alumnos en los test y contrastar
los resultados. Podemos verlos más claramente en la figura 5 que aparece a continuación.
Figura 5. Puntuaciones obtenidas en los test (TMMS-24) antes y después de aplicar el
Programa de intervención musical y de danza creativa
Las puntuaciones obtenidas por los alumnos se reflejan en la tabla nº4 que
exponemos a continuación.
Tabla 4. Puntuaciones obtenidas en los test antes y después de la aplicación
del PIM
Factor
Pretest
Postest
Porcentaje
Percepción
26,19
27,13
> 2,3%
Comprensión
25,42
27,39
> 4,9%
Regulación
28,55
28,11
< 1,1%
5.-DISCUSION
Observando los resultados podemos comprobar que el Programa de Intervención
musical y danza creativa ha provocado efectos significativos sobre las variables
emocionales. Especialmente ha provocado una mejora en los factores Percepción y
Comprensión, incrementándose las puntuaciones un 2,3% y un 4,9% respectivamente.
Esta mejora puede significar que los alumnos reconozcan mejor sus emociones y sean
capaces de identificar correctamente aquello que sienten, así como reflexionar sobre lo
que han sentido y comprender los efectos físicos y psicológicos que genera esas
emociones. Este hecho puede deberse al trabajo realizado por los sujetos en las
sesiones aplicadas, donde han tenido que pensar y dar una etiqueta verbal correcta a
aquello que sentían, intentar expresar emociones, observar emociones de los demás
compañeros y reflexionar sobre los estados de ánimo experimentados, con atención
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plena. Parece razonable observar que el factor Regulación no ha manifestado mejoras,
disminuyendo la puntuación un 1,1%.
Consideramos, que a través de este estudio, se corrobora lo que arrojan otras
investigaciones en este campo, llegando a la conclusión de que el proceso auto
regulativo está precedido por la percepción y comprensión emocional, ya que regular,
supone valorar prioridades, seleccionar bien los pensamientos con el fin de no actuar
ante el primer impulso, y generar pensamientos adaptativos que controlen las emociones.
Por lo tanto, lo primero que debemos saber es identificar con exactitud qué estamos
sintiendo, por qué me siento así y conocer el procedimiento para suprimir emociones
negativas y generar emociones positivas. Para que esto pueda realizarse, regular
emociones, el sujeto en este caso, debe exponerse a “situaciones-problema” que le
obliguen a hacer uso de sus habilidades emocionales para resolver dicha situación. Es
por ello que, a medida que vamos creciendo, vamos resolviendo situaciones donde
debemos controlar nuestro estado de ánimo o debemos generar una actitud positiva, y
aquellas experiencias iniciales que resultaban complicadas, poco a poco van
resolviéndose con facilidad. Por tanto, desarrollamos una capacidad adaptativa,
encauzando nuestras emociones en la dirección deseada. Los resultados constatan que
no se han producido efectos significativos, si consideramos resultados significativos
elevar las puntuaciones en las habilidades emocionales de unos niveles adecuados a
unos niveles excelentes (Ejemplo: Comprensión emocional de partida 32 y
comprensión emocional final 37), pero sí revelan una influencia del PIM sobre las
habilidades emocionales.
Valorando el efecto del estudio presentado, se observan coherentes los resultados
obtenidos, teniendo en consideración el tiempo real del Programa de Intervención, a
modo de ensayo clínico. Un cronograma más longitudinal en nuestro programa de
intervención, así como incrementar el tamaño de la muestra, es el siguiente escalón en el
estudio de la relación existente entre la Inteligencia Emocional y la motricidad.
Los cuestionarios aplicados a los sujetos en cada sesión proporcionó información
relevante, entre la que cabe destacar: la capacidad que tienen los estilos musicales para
generar un tipo de emociones concretas, la dificultad de expresar desde el lenguaje no
verbal, ciertas emociones, el grado de motivación intnseca que produce este tipo de
sesiones, la capacidad de la música para evocar recuerdos personales y encauzar
emociones, y la emociones y sensaciones positivas que generaron las actividades tales
como felicidad, optimismo, ánimo, energía, sorpresa, ilusión, satisfacción, libertad…
Además de los cuestionarios, los sujetos tenían como herramienta de evaluación,
el diario de autorreflexión, en el que hay preguntas claves que responder como ¿Qué he
aprendido? ¿Cómo lo he aprendido? ¿Qué he sentido? ¿Qué factores han hecho que me
sienta de esta forma?, valorando de este modo las emociones percibidas
Se puede observar una adherencia al tratamiento, ya que el análisis posterior del
diario de reflexión como herramienta de evaluación formativa que nos aporta información
acerca de cómo se sienten los sujetos, y que les hace sentirse de una forma o de otra, se
refleja cómo los sujetos que participaron en este diseño piloto, desarrollan con mayor
fluidez el apartado dirigido a la expresión emocional.
Cuando nos resulta difícil expresar una emoción con palabras, utilizamos nuestro
cuerpo y energía para lograrlo. Cuando hacemos danza o música conectamos nuestro
cuerpo con las emociones. La interacción corporal entre compañeros, la escucha y la
percepción de los estímulos de nuestro alrededor, centrar la atención sobre nuestras
sensaciones internas, expresar mediante el movimiento y el sonido, la espontaneidad y la
improvisación, etc., son recursos que tenemos a nuestro alrededor y que ayudan a
conocernos, tanto física como psicológicamente. Estamos convencidos de que la danza y
la música forman un fuerte vínculo con las emociones, y nuestro propósito ha sido en
definitiva investigar, a través de este programa de intervención, dicho vínculo y la
capacidad que tienen estas manifestaciones artísticas para incidir positivamente sobre las
habilidades emocionales, proporcionando desde esta “gimnasia emocional” un hábito de
vida saludable.
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6.-CONCLUSIONES Y PERSPECTIVAS DE FUTURO
Este estudio nos conduce a las siguientes conclusiones:
1) Las emociones son un equipaje biológico que preside nuestra vida y que nos
lleva a la acción, por lo que hacerlo visible en el contexto educativo, desde las
primeras edades, configura un mejor conocimiento del ser humano, ya que
pone en movimiento tanto las funciones internas del organismo como el
comportamiento y las conductas.
2) Las emociones son universales, forman parte de nuestra evolución, de nuestro
ser. Ahora bien, la expresión y adaptación de esas emociones viene
condicionado por nuestro aprendizaje, por nuestro contexto cultural.
3) Cada una de las emociones tiene una función vital, su utilidad, y sentir las
emociones forma parte de nuestra realidad, aunque el comportamiento es la
clave de cómo emplearlas y utilizarlas para que sean beneficiosas.
4) La regulación emocional no ha experimentado mejora después de la
intervención. Consideramos que esta habilidad requiere un periodo más
prolongado de entrenamiento, ya que es una de las habilidades de mayor
complejidad a nivel cognitivo de los diferentes estados emocionales. Consiste
en la capacidad para manejar la reacción emocional ante situaciones límites,
tanto positivas como negativas, sin que estas dominen nuestra respuesta, y el
tercer nivel en el desarrollo de habilidades emocionales
Desde esta perspectiva, consideramos que la educación emocional lleva implícito
la capacidad de tomar decisiones, el desarrollo de la memoria asociando el pensamiento
a la emoción sentida, la capacidad de desarrollar las habilidades comunicacionales en
cualquier contexto, la automotivación, ya que está intrínsecamente relacionada con la
emoción, siendo su misma raiz latina de movere, (mover, accionar)
Por todo ello, y como perspectivas futuras, consideramos interesante incluir estos
estudios en el ámbito docente. La música y la danza son herramientas que se encuentran
a nuestro alcance y que podemos utilizar para educar emocionalmente,¿Pueden
colaborar a inculcar hábitos y valores éticamente correctos? ¿Hablamos de calidad de
vida desde la salud emocional?.Este es nuestro reto como seres humanos que
orientamos nuestra profesión a la tarea de formar, y generar hábitos que realmente haga
visible la educación emocional como factor inherente a la calidad de vida y al bienestar.
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