La inteligencia ha sido objeto de numerosos estudios que han tratado
de definirla, dividirla, medirla e incrementarla, con el objetivo de hacer
de ella un campo cada vez más fértil de acceso al conocimiento (Avila,
1999). Desde los enfoques innatistas se ha definido como algo dado,
estático y genético en los individuos, es decir, se nacía inteligente o
no. Los enfoques ambientalistas, en cambio, la han definido como algo
dependiente del contexto y, por tanto, modificable.
Howard Gardner, psicólogo y educador norteamericano, es uno de los
autores más controvertidos e influyentes en la actualidad. Gardner es
conocido por sus investigaciones en el análisis de las capacidades
cognitivas y por haber formulado la Teoría de las Inteligencias
Múltiples (IM). Define la inteligencia como “la capacidad de resolver
problemas o de crear productos que sean valiosos en una o más
culturas” (Gardner, 1994). En su teoría, cuestiona la visión
unidimensional y/o unitaria que se le ha dado tradicionalmente a la
inteligencia, y propone una nueva perspectiva más plural, donde la
inteligencia debe ser entendida como un conjunto de inteligencias
heterogéneas, distintas e independientes. Gardner llega a la
conclusión de que todos los seres humanos poseemos en mayor o
menor medida ocho tipos de inteligencias.
Para Gardner la brillantez académica no lo es todo. Su teoría ha
supuesto una auténtica revolución en el ámbito de la educación y de la
psicología. Desde el propio sistema educativo se le ha dado demasiada
importancia a las áreas instrumentales de lengua y matemáticas,
dejando un poco de lado a otras áreas y capacidades. Sin embargo, si
esta teoría parece ser tan concluyente o influyente como afirman la
mayoría de los estudios publicados al respecto, ¿por qué no se aplica
en el ámbito educativo? Con este boletín, se pretende dar a conocer
la Teoría de las Inteligencias Múltiples como pilar fundamental a la
hora de lograr la atención individualizada del alumnado y la
importancia de la Educación Física (EF) para su trabajo y desarrollo.