durante la práctica educativa. El juego favorece y estimula las cualidades morales de
los estudiantes, generando reflexiones en torno a la educación (Minerva, 2002).
Siguiendo con los instrumentos de investigación, al contrastarlo con la encuesta, se
pudo encontrar que el 55% de los docentes acuden casi siempre a diferentes
estrategias dinamizadoras o didácticas para estimular la dimensión lúdica. En la
revisión documental, se refleja varios componentes deportivos, de juego e inclusive de
expresiones artísticas, que permite paso a nuevas alternativas en los aprendizajes
motrices, y, por consiguiente, llegar a la felicidad y el goce. Las actividades de síntesis
no dan respuesta a una clase que dé un estímulo de satisfacción.
Desde la concepción de dimensión lúdica, la satisfacción es importante para el
aprendizaje, por lo cual, esta referencia se encuentra argumentada en el estudio de
Azofeifa (2006), determinando que una de las motivaciones para encontrar esa
satisfacción se encuentra en la imagen corporal, la apariencia, el mantenimiento del
peso y el estrés. Por otro lado, Camacho (2003) dice que no importa el tipo de
estrategia planteada por el profesor, sino que es la misma actitud del estudiante frente
a las actividades, en estos rasgos se pueden incluir los estereotipos, la exclusión y el
género, ya que, si existe alguna discriminación en estos ambientes educativos, la
estimulación de la dimensión lúdica no se reflejaría en el aula de clase. Para Baños,
Ortiz, Baena y Rodríguez (2017) la estructura de la secuencia didáctica debe incluir la
motivación hacia el estudiante, para que éste logre los objetivos de aprendizajes
planteados por el profesor y alcance a su vez la estimulación de la dimensión lúdica.
En el campo de la EF, existen las subjetividades de satisfacción o la relatividad lúdica,
en donde cada estudiante tiene su preferencia para sentir felicidad, ya sea en el
deporte, el juego, las expresiones artísticas u otras, depende del docente la estructura
de los contenidos de aprendizaje, los medios y los mismos objetivos.
Por último, se dio a la respuesta de saber el tipo de estrategia dinamizadora
con que los docentes construyen desde su imaginario simbólico, por lo que, dentro del
análisis documental y la observación, se concluyó que el deporte es la principal
estrategia dinamizadora para los profesores de EF, ya que dentro de la mallas
curriculares hay 36%, pero en los planes clase se encuentran con un 45% y la
observación se encontró que hay más preferencia por esta estrategia dinamizadora.
Ahora bien, se puede nombrar acerca del tipo de deporte que manejan, ya que se
pudo encontrar con diferentes estrategias deportivas en la cual están utilizando, pero
se determinó que solo cinco mallas utilizan los deportes convencionales como, el
voleibol, el baloncesto, el atletismo, la gimnasia, el futbol de salón o de campo,
mientras que las doce mallas restantes hacen uso de otras estrategias deportivas que
aunque sean de mínimo uso, permiten crear ambientes lúdicos durante la clase de EF.
Dichas estrategias son establecidas en el balonmano, el softbol, el ultimate, el ajedrez,
el taekwondo y el bádminton, dicho esto se encuentran en un 70.5%. Al contrastarlo
con la encuesta, se observó que los docentes realizan las actividades lúdicas a partir
del juego, este porcentaje fue de un 62% casi siempre, en donde la gran mayoría
deciden de esta forma, pero las dos técnicas anteriores reflejan que las actividades
que construyen desde su imaginario simbólico están orientadas al deporte. En este
sentido, se ha encontrado que la práctica del deporte ayuda al rendimiento académico
de los estudiantes, así lo exponen Marín-De la Fuente, Alguacil y Escamilla-Fajardo
(2018) en su estudio, donde se comprobó de manera diferencial que los estudiantes
que practican algún tipo de deporte tienen mejores resultados académicos, en
comparación de los que no practican alguna actividad deportiva. En la misma línea de
discusión, conduce los resultados de investigación de Beltrán (2015), que determinó
que los estudiantes que se encuentran en proceso de formación para la docencia,
prefieren adquirir habilidades en la enseñanza del deporte, por lo que la labor se
encuentra ligada por esta estrategia dinamizadora que se encuentra en los espacios