TRABAJO
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yunturales se citaban: el Programa de Inversiones Públicas, el Programa de Equipamien-
to Social, el Programa de Fondo Nacional de Protección al Trabajo, el fomento del empleo
de subsidiados, la jubilación, el pluriempleo, la asistencia a la emigración, los programas
para empresas y sectores en crisis y el fomento coyuntural de la inversión privada
10
.
Sánchez-Terán inició su etapa en Trabajo con un descenso de dos centésimas en la
tasa de paro, del 9,46% al 9,44%. Se rompía así una tendencia de dieciocho meses de
constante aumento que dejaba el número de desempleados en 1.244.927, casi tres mil
menos que en abril de ese año
11
. Un análisis de los resultados en los principales secto-
res de la economía española permite detectar como la crisis se centraba principalmente
en la Industria, con la destrucción de 5.068 puestos de trabajo. Esos datos se compen-
saban con los de la Agricultura, la Construcción y los Servicios, con 1.500, 5.532 y 6.564
desempleados menos respectivamente. Además, al interpretar esas cifras, hemos de
tener en cuenta que 5.530 puestos de trabajo fueron ocupados por personas que no
tenían empleo anteriormente
12
. En opinión de Sánchez-Terán, cuatro factores habían
favorecido este descenso: el impulso dado a la inversión pública que empezaba a notar-
se en el sector de la construcción, los buenos resultados de los programas de empleo
juvenil y de subsidiados por desempleo, el mayor esfuerzo en la lucha contra el fraude, y
los factores de estacionalidad propios del mes de mayo en ámbitos como la agricultura,
los servicios y la construcción
13
. Ahora bien, después de los datos positivos de mayo,
la tasa de paro volvió a subir en los meses de junio -1.243.588- y julio -1.253.537-,
situándose en el 9,56%
14
. Se cumplían, pues, las previsiones que el propio ministro ha-
bía anunciado al registrarse el descenso de mayo. En declaraciones de aquellos días,
Sánchez-Terán había pedido cautela:
“El descenso del paro registrado en mayo, es un dato muy positivo, pero no pode-
mos lanzar las campanas al vuelo. El problema del paro es grave y las perspectivas
económicas para el segundo semestre son difíciles tanto en España como en el
resto de Europa; por ello, no podemos permitirnos ningún triunfalismo, aunque el
hecho de que el paro haya descendido por primera vez en dieciocho meses es un
signo de esperanza”
15
.
10. bidem, p. 4
11. “El paro desciende por primera vez en 18 meses”, El País, 16/6/1980.
12. «Durante el mes de mayo. Freno a la tendencia del paro», Archivo personal de Salvador
Sánchez-Terán, Carpeta: “Transportes. Manuscritos Sr. Ministro - Trabajo. Correspondencia de
Gobierno tr. Ministro”, Documento 48, p. 1.
13. “La tasa de paro descendió en mayo”, ABC, 15/6/1980.
14. INEM, «Resumen Estadístico de julio de 1980», Archivo personal de Salvador Sánchez-
Terán, Carpeta: “Transportes. Manuscritos Sr. Ministro - Trabajo. Correspondencia de Gobierno tr.
Ministro”, Documento 49, p. 5.
15. “Disminuye el paro por primera vez en dieciocho meses”, Ya, 15/6/1980.
Tabla 1: Incremento de la tasa de paro durante los gobiernos de la UCD.
Primer Trimestre Segundo Trimestre Tercer Trimestre Cuarto Trimestre
1977 0.56% 0.35%
1978 0.78% 0.14% 0.46% 0.55%
1979 0.51% 0.04% 0.55% 0.80%
1980 1.11% 0.49% 0.36% 0.95%
1981 0.95% 0.16% 0.47% 0.88%
1982 0.52% -0.14% 0.60% 0.68%
Fuente: Archivo personal de Salvador Sánchez-Terán.
Durante el breve periodo de Sánchez-Terán al frente del Ministerio de Trabajo, la tasa
de paro se incrementó en un 0.59%. En total, el número de desempleados aumentó en
113.423 en el segundo y tercer trimestre de 1980, de los cuales 54.142 correspondieron al
periodo abril-junio y los restantes 59.281 a los meses de julio, agosto y septiembre. Ahora
bien, si comparamos esos datos con las de los tres trimestres anteriores, con cifras que
rondaban cien mil desempleados más por periodo (2.46% de incremento total en la tasa
de paro), se hace evidente la ralentización de la destrucción de puestos de trabajo. A todo
esto hemos de añadir que, tras abandonar el Ministerio, el número de nuevos desemplea-
dos volvió a situarse por encima de los cien mil en el cuarto trimestre del año; tendencia
que se mantuvo durante 1981 (2.56% de incremento). No hay que descartar que esas ci-
fras sean consecuencia de circunstancias coyunturales, pero ateniéndonos únicamente a
los datos numéricos, se observa claramente que la ejecutoria de Sánchez-Terán coincidió
con una desaceleración de la destrucción de empleo en España.
En paralelo a la lucha contra el desempleo, el Ministerio de Trabajo elaboró un pro-
grama de asistencia a los emigrantes españoles en sus países de acogida. Se trataba
de un proyecto ambicioso si tenemos en cuenta que, en 1980, algo más de tres millones
de españoles -un 10% de la población nacional- vivían fuera de nuestras fronteras: dos
millones en Iberoamérica y uno en países de la CEE. Los objetivos que perseguía el Mi-
nisterio eran: la conservación de los lazos con España y el mantenimiento de su identidad
cultural, la educación de sus hijos cuando residan en un estado cuya lengua ocial no sea
el castellano, favorecer las expectativas de retorno, garantizar que disfruten de todos los
servicios sociales que les corresponden en función de sus derechos, el reconocimiento de
sus derechos civiles y políticos, y la solución de problemas relacionados con la participa-
ción en la vida pública y su representación en los organismos de gobierno y deliberación
estatales, regionales y locales
16
. Una vez aprobado por el Consejo de Ministros, su aplica-
ción pasó a estar supervisada por la red asistencial del Instituto Español de Emigración.
16. «Principales problemas de la emigración española», Archivo personal de Salvador Sánchez-
Terán, Carpeta: “Transportes. Manuscritos Sr. Ministro - Trabajo. Correspondencia de Gobierno tr.
Ministro”, Documento 47, p. 1.
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