Mercado Laboral y Cambio de Modelo Económico: La Breve Ejecutoria de
Sánchez-Terán en el Ministerio de Trabajo
(Mayo-Septiembre de 1980)
JAIME COSGAYA GARCÍA*
CARLOS GONZÁLEZ MARTÍNEZ**
JORGE LAFUENTE DEL CANO***
ISSN 2173-6812
VOL. 34, (2016)
pp. 3-12
REVISTA IBEROAMERICANA
DE RELACIONES LABORALES
TRABAJO
Labour Issues.
Iberoamerican Journal of Industrial Relations
TRABAJO
4 [2173-6812 (2016) 34, 3-12]
Palabras clave
Transición Española; Unión de Centro De-
mocrático (UCD); Ministerio de Trabajo; Merca-
do Común; Salvador Sánchez-Terán.
resumen
La muerte de Franco abrió un proceso de
cambio que devolvió la soberanía y libertad al
pueblo español. El nal de la dictadura hizo po-
sible la legalización de los partidos, la celebra-
ción de elecciones, la aprobación de una Cons-
titución y la descentralización del poder. Ahora
bien, comprobamos que, tras cuatro décadas,
la Transición ha quedado circunscrita casi ex-
clusivamente a aspectos de política interior.
Analizaremos la ejecutoria de Sánchez-Terán
al frente del Ministerio de Trabajo con el n de
mostrar que los gobiernos centristas, además
de llevar a cabo el tránsito a la democracia,
pusieron en marcha medidas encaminadas
a cambiar el modelo económico y laboral del
país. Todo ello en un contexto de crisis y con la
vista puesta la incorporación a la CEE.
Keywords
Spanish Transition; Unión of the Democratic
Centre (UCD); Ministry of Work; Common Mar-
ket; Salvador Sánchez Terán.
abstract
The death of Franco opened in Spain a
process of change and freedom to the span-
iards. The end of his regime wrought a decisive
changes: the legalization of political parties, the
democratic elections, the adoption of a Consti-
tution and the decentralization of power. How-
ever, four decades later, the Spanish Transition
has been estudied exclusively to some issues
related to the domestic politics. We analyze the
years of former politician Sánchez-Teran as
Work Minister in order to show that the UCD
Party that carry out the peaceful transition from
an authoritarian regime to a democratic one and
implemented also some programmes to change
the economic model of the country. Above all
rstly, considering a background context on a
economic crisis, and secondly, with the begin-
ning of the negotiations for the join of Spain to
the so called then Common Market.
Fecha recePción:
17/08/2016
Fecha revisión:
17/08/2016
Fecha acePtación:
17/08/2016
Fecha Publicación:
17/08/2016
* Universidad de Valladolid. Departamento de Historia Moderna, Contemporánea y de América,
Periodismo y Comunicación Audiovisual y Publicidad).
** Universidad de Valladolid, Valladolid. Departamento de Fundamentos del Análisis Económico e
Historia e Instituciones Económicas
*** Departamento de Fundamentos del Análisis Económico e Historia e Instituciones Económicas
de la Universidad de Valladolid (UVA).
TRABAJO
5REVISTA IBEROAMERICANA DE RELACIONES LABORALES
1. Introducción.
En mayo de 1980 Adolfo Suárez formaba su cuarto gobierno. Un equipo en el que,
como titular de Trabajo, se encontraba el ministro saliente de Transportes y Comunicacio-
nes, Salvador Sánchez-Terán. Su permanencia en el cargo no llegó a los cinco meses.
En septiembre, como consecuencia de las tensiones internas de la Unión de Centro De-
mocrático (UCD) y el progresivo debilitamiento del liderazgo del presidente, se produjo
una crisis gubernamental que trajo consigo un nuevo relevo en la dirección del Ministerio.
A lo largo de las siguientes páginas se analizará ese breve periodo de Sánchez-Terán al
frente de la política laboral española. Además, se tendrá en cuenta, de manera especial,
el contexto económico de crisis en el que se desarrolló y la continuidad, bajo el mandato
de su sucesor en el cargo, Félix Manuel Pérez Miyares, de las medidas aplicadas.
La primera cuestión a destacar de la etapa de Sánchez-Terán en Trabajo es la planicación
realizada con vistas al nal de la legislatura, prevista inicialmente para 1983. Un programa de
seis puntos principales que, por la breve duración de ese ejecutivo, no pudo llevarse a cabo
en su mayor parte. Aspectos como la asistencia a emigrantes españoles o la Ley de Libertad
Sindical y Huelga apenas avanzaron entre mayo y septiembre de 1980. Sin embargo, al aban-
donar el gobierno, el ministro saliente dejaba la Ley Básica de Empleo terminada y lista para
su aprobación parlamentaria. A su vez, la preparación normativa y logística de las elecciones
sindicales previstas para los meses de octubre y noviembre estaba muy avanzada.
Entre las principales preocupaciones de los españoles y, por tanto, del ejecutivo formado
por Suárez en mayo de 1980, se encontraba el incremento progresivo del número de desem-
pleados. Por esa razón, un análisis completo del proyecto de Sánchez-Terán para el Ministerio
de Trabajo no puede dejar al margen la lucha contra el paro. La corta duración del periodo
al que nos venimos reriendo no es excusa para ignorar una serie de puntos que arrojan luz
sobre la labor realizada en ese ámbito. El primero de ellos se reere a las previsiones econó-
micas del propio ministro, quien desde sus primeros días al frente del departamento no ocultó
que la coyuntura negativa podría prolongarse por más de ocho años. Los hechos terminaron
por demostrar que estaba en lo cierto, lo que nos permite hablar, al menos, de una visión
realista de la situación española. El segundo elemento a destacar, guarda relación con la per-
vivencia, durante la ejecutoria de su sucesor, de muchas de las medidas contra el desempleo
tomadas por Sánchez-Terán. El hecho de que la tasa de paro continuara subiendo en los
últimos gobiernos de la UCD nos lleva a concluir que buena parte del plan realizado en mayo
de 1980 no resultó ecaz. Ahora bien, hemos de tener en cuenta, tanto la mencionada coyun-
tura negativa, como el proceso de cambio de modelo económico en el que estaba sumergida
España. A su vez, conviene recordar que, durante los gobiernos centristas, el porcentaje de
población activa en situación de desempleo nunca superó el 15%.
El tercer y último aspecto a tener en cuenta del proyecto elaborado para el Ministerio
de Trabajo fue, precisamente, la brevedad de la ejecutoria de Sánchez-Terán. Buena
parte de las medidas programadas para los tres años que, inicialmente, le restaban a la
UCD en el poder, no pasaron del papel. En denitiva, aunque algunas de las iniciativas
analizadas se llevaron a la práctica al menos parcialmente, la inmensa mayoría no pasa-
ron de la mera planicación. Esa será una cuestión que, junto con la crisis de Gobierno de
septiembre de 1980, será abordada en el último epígrafe de este trabajo.
2. Un Proyecto de seis puntos para una coyuntura negativa.
En mayo de 1980, Salvador Sánchez-Terán abandonó Transportes y Comunicaciones
para ocuparse del Ministerio de Trabajo. Se cerraba así una crisis de Gobierno que, por
las dicultades en torno a la Vicepresidencia y al Ministerio de Interior, se había demorado
más de lo esperado
1
. Asumía, por tanto, el mandato de un departamento que, a pesar
de tener una estructura más sencilla que el que dejaba atrás, le obligaba a enfrentarse a
problemas que, por su urgencia, preocupaban al Ejecutivo y a la sociedad en su conjunto.
Nos referimos, principalmente, a las cifras de desempleo, en constante aumento como
consecuencia de la reconversión económica que precisaba el país. Además, era necesa-
rio aprobar la Ley Básica de Empleo, así como los decretos de desarrollo del Estatuto de
los Trabajadores elaborado durante la etapa del ministro saliente, Rafael Calvo Ortega.
Los objetivos que debían guiar la labor ministerial hasta el nal de la legislatura quedaron
jados a principios de mayo. Sánchez-Terán y sus colaboradores establecieron seis puntos
que, como hemos indicado, no pudieron llevarse a término en su totalidad por la crisis de
gobierno abierta en septiembre. La lucha contra el paro y la política de empleo ocupaban el
1. Entrevista a Salvador Sánchez-Terán, 5 de junio de 2009: “Suárez le había ofrecido a José
Pedro Pérez-Llorca ser vicepresidente. Pero después de que él aceptara, la operación tuvo que
ser cancelada debido a las voces críticas que se levantaron en el Gobierno y el partido. Durante
aquellas horas de indenición, fue clave la buena relación que manteníamos José Pedro y yo. En
una conversación telefónica desbloqueamos la crisis: yo acepté ir a Trabajo y él ser el sustituto de
Antonio Fontán en Administración Territorial”.
TRABAJO
6
primer lugar entre las preocupaciones del ministro. Con el n de revertir la dinámica de des-
trucción de puestos laborales en la que estaba inmersa el país, los responsables del departa-
mento realizaron una evaluación cuantitativa y cualitativa del fenómeno del paro. Partiendo de
ese estudio, se emprendió la promoción de políticas especícas de empleo dependientes del
Ministerio, así como de apoyo a la inversión en el sector público y privado. Al mismo tiempo,
se intensicó la lucha contra el fraude en el seguro de desempleo, acompañado de un ajuste
de las diversas prestaciones a las posibilidades económicas reales del país.
La reforma laboral constituía el segundo punto de la agenda ministerial. Como hemos
indicado al comienzo de este epígrafe, la aprobación de la Ley Básica de Empleo y de las
Cooperativas, así como los decretos de desarrollo del Estatuto de los Trabajadores, eran
normativas que precisaban de una urgente resolución. En esa misma línea, aunque con
una importancia menor, hemos de señalar los Proyectos de Ley de Emigración, Libertad
Sindical y Huelga. El establecimiento de un sistema de relaciones laborales propio de una
sociedad democrática era el tercer objetivo del departamento. De ahí que Sánchez-Terán
y su equipo iniciaran una ronda de conversaciones con las centrales sindicales con el n
de establecer un diálogo uido con los interlocutores sociales. Al respecto hemos de se-
ñalar que su antecesor en el cargo había avanzado notablemente en esa materia, siendo
únicamente el cometido del nuevo ministro consolidar e intensicar las relaciones con las
centrales sindicales y las asociaciones empresariales
2
.
Gráco 1: Evolución del desempleo entre 1964 y 1999.
Fuente: INE
2. Entrevista a Rafael Calvo Ortega, 15 de abril de 2013: “Al llegar al Ministerio en febrero de
1978, la situación era bastante más complicada que la actual, ya que no existían unos interlocuto-
res sociales, no existía la CEOE y los sindicatos eran de una potencialidad, de una, no diría agre-
sividad, pero si de una formulación de gestiones muy amplia, muy tensa”.
El cuarto objetivo se centraba en la mejorar la situación de los emigrantes españoles
en los países de acogida. Durante la corta etapa de Sánchez-Terán al frente de Trabajo,
el Ministerio buscó tener una mayor presencia en el mundo de la emigración mediante sis-
temas más ágiles de asistencia social y con una presencia cultural y educativa del Estado
en la vida de esas personas, especialmente en la segunda generación. El movimiento
cooperativo y el apoyo que debía recibir por parte de las autoridades públicas a través de
una nueva legislación de cooperativas, constituía el quinto punto en la agenda del Minis-
terio. En este ámbito también se incluía apoyo nanciero y formación para sus cuadros
dirigentes. En sexto y último lugar, el plan elaborado a comienzos de mayo, pretendía
dotar de dinamismo a los institutos y fondos dependientes del departamento
3
.
Una vez descritos los principales objetivos del Ministerio de Trabajo, conviene detener-
nos brevemente en el equipo que acompañó a Sánchez-Terán en su etapa como respon-
sable del departamento. De los hombres con los que había colaborado en Transportes
y Comunicaciones mantuvo únicamente a dos, sus jefes de gabinete y prensa, Ignacio de
Despujol y Manuel Cruz respectivamente. El resto de las personas con las que desempeñó
su labor en Trabajo habían pertenecido al equipo del ministro saliente. De entre ellos cabe
destacar a Miguel Cuenca Valdivia, director general de Empleo y Promoción Social; Luis del
Val Velilla, director general de Cooperativas; y Juan Antonio Sagardoy Bengoechea, director
general del Instituto de Estudios Sociales. El principal cambio en el equipo ministerial fue el
nombramiento como subsecretario del hasta entonces director general de Empleo, José Mi-
guel Prados Terriente. Sánchez-Terán se vio obligado a buscar un sustituto para el lucense
Gerardo Harguindey Banet, quien manifestó su voluntad de trabajar con Calvo Ortega en la
secretaría general de la UCD. El hecho de que incluso para esa responsabilidad buscase
a un hombre que había trabajado en la etapa anterior, es muestra clara de que Sánchez-
Terán valoraba la tarea de su antecesor y que pretendía continuarla con ligeros retoques
en las seis materias ya abordadas. Al mismo tiempo, la elección de ese equipo nos indica
que prerió rodearse de expertos en la materia antes que nombrar a otras personas que, a
pesar de llevar mucho tiempo trabajando a su lado, quizás no contaban con el conocimiento
y experiencia necesarios para la tarea que debían afrontar.
“Lo cierto es que en Trabajo había un equipo ya formado, un equipo que era de la
UCD, y además las personas con las que yo trabajaba en Transportes eran expertos
en su área, no en cuestiones relacionadas con mis nuevas responsabilidades. Eran
el equipo de Rafael Calvo Ortega, un buen amigo mío, y por tanto hice muy pocos
cambios. Tan solo destacar que nombré subsecretario al director general de Traba-
jo, porque el que había se lo llevó el ministro saliente”
4
.
3. SÁNCHEZ-TERÁN HERNÁNDEZ, Salvador, «Seis objetivos del Ministerio de Trabajo», Ar-
chivo personal de Salvador Sánchez-Terán, Carpeta: “Transportes. Manuscritos Sr. Ministro - Tra-
bajo. Correspondencia de Gobierno tr. Ministro”, Documento 43, p. 1.
4. Entrevista a Salvador Sánchez-Terán, 10 de febrero de 2014.
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7REVISTA IBEROAMERICANA DE RELACIONES LABORALES
3. El desempleo como principal problema del Ministerio.
El primer y principal objetivo de nuevo equipo ministerial era frenar la tendencia alcista
del paro. Con ese n, se elaboró el Programa Nacional de Empleo, un documento que
el propio Sánchez-Terán llevó a la Comisión de Trabajo del Congreso de los Diputados,
donde contó con el apoyo del PSOE
5
. El estudio realizado por el Ministerio consideraba
que, para poner n al proceso de destrucción de empleo, era necesario profundizar en el
cambio de modelo económico abierto con los Pactos de la Moncloa. A este respecto, el
documento advertía que para llevar a cabo esa tarea “no existen soluciones que puedan
llevarse a cabo exclusivamente desde el Gobierno: cualquier política exige la colabora-
ción y el sacricio de todas las partes”
6
. Además, partiendo de un análisis de la coyuntura
del momento y de unas previsiones que elevaban la duración de la crisis a algo más de
ocho años, se hacía hincapié en que para solucionar el problema del paro no existían
soluciones a corto plazo.
El Programa Nacional de Empleo incluía también una serie de líneas de actuación entre
las que estaban la potenciación de la demanda interna, la restauración de la posición com-
petitiva de España en el marco internacional y el desarrollo de políticas de empleo acordes
a la exigencias de un nuevo modelo económico. Junto a estas medidas se incluían otras
dirigidas a desmantelar el sistema proteccionista heredado del régimen anterior, aumentar
la productividad del sistema económico y acelerar los ajustes estructurales orientados a
encarar la crisis. Debían ser “un conjunto de medidas muy concretas, diseñadas para cada
tipo de problema e incluso adaptadas a las necesidades de cada sector económico, siguien-
do las directrices de la Comisión de la CEE”
7
. Al respecto, cabe señalar que ya en la etapa
de Rafael Calvo Ortega, con Leopoldo Calvo-Sotelo como ministro de Relaciones con las
Comunidades Europeas, se había avanzado en esa dirección. Prueba de ello es la corres-
pondencia entre ambos: una veintena de cartas y notas que se conservan en el archivo de
Calvo-Sotelo, y de entre las cuales hemos seleccionado la siguiente:
“Estimado compañero y amigo. Recibí el Informe que me enviaste [sic] el 7 de Abril
pasado, realizado por el grupo de trabajo para el estudio de los recursos humanos
que serán necesarios de cara a la próxima incorporación de España a las Comuni-
dades Europeas. He de confesarte que este es uno de los aspectos que considero
del mayor interés y de especial atención por lo que me alegra conocer lo plantea-
mientos concretos que en el Informe se mencionan. Quiero aprovechar al mismo
5. Entrevista a Salvador Sánchez-Terán, 22 de junio de 2009.
6. SÁNCHEZ-TERÁN HERNÁNDEZ, Salvador, «Esquema borrador sobre Programa Nacional
de Empleo», Archivo personal de Salvador Sánchez-Terán, Carpeta: “Transportes. Manuscritos Sr.
Ministro - Trabajo. Correspondencia de Gobierno tr. Ministro”, Documento 44, p. 1.
7. Ibidem, p. 2.
tiempo esta carta para señalarte que está en nuestro ánimo organizar, a través del
Instituto de Estudios Sociales, cuyo director es el catedrático de derecho de traba-
jo D. Juan Antonio Sagardoy, cursos monográcos sobre Aspectos Sociales de la
incorporación de España en las Comunidades Europeas, y de forma más concreta
confío que antes del verano se ponga en marcha un curso monográco sobre “la
libre circulación de trabajadores” cuya duración aproximada sería de una semana,
- estaría dirigido principalmente a funcionarios de este Departamento y del que esta-
rás puntualmente informado. Creo que compartimos la valoración de que este tema
de “la libre circulación de trabajadores” es el tema prioritario con base en el Memo-
rándum que en su momento se presentó a la Comisión y que confío en que podrá
convertirse próximamente en un Acuerdo del Gobierno para solicitar formalmente su
oportuno tratamiento por parte de las autoridades comunitarias. Pero también que-
ría aprovechar esta carta para expresarte que, como ya conoces, sigo considerando
el interés de que Pedro Luis Gomis continúe como director de mi Gabinete Técnico
puesto que, entre otras cosas, desde dicho Gabinete se trabaja fundamentalmente
en la armonización de la legislación laboral española con los países comunitarios.
Es por ello que te propondría como posible funcionario nuestro en tu Ministerio a
Vicente Pérez Menayo, Economista especializado en temas de empleo y de emigra-
ción a nivel europeo que, en la actualidad, está como Director-Adjunto en funciones
de mi Gabinete Técnico. Confío que encuentres adecuada esta propuesta, puesto
que al mismo tiempo seguiría trabajando en íntimo contacto con Pedro Luis Gomis,
que es el responsable, en este Ministerio, de los mencionados temas. En cualquier
caso, si lo estimas oportuno, te propondría alguna otra persona, si bien me consta
que Vicente Pérez Menayo ya se entrevistó con Luis Sánchez Merlo y él te podrá
dar referencias sobre le mismo. Con un cordial saludo”8.
El documento ministerial se completaba con los objetivos sociales del Programa y una
referencia a la acción coordinada entre los diversos entes de Administración Pública y los
agentes sociales
9
. En este punto, se diferenciaba entre medidas estructurales y coyuntu-
rales. Dentro del primer grupo estaban: la reducción de los gastos de consumo público e
incremento de la capacidad de inversión pública, la lucha contra el fraude, las acciones
sobre la nanciación de la inversión privada, el fomento de la movilidad y la exibilidad
en el mercado de trabajo, con aspectos como la contratación temporal, la contratación a
tiempo parcial, la formación profesional, el trabajo de minusválidos, la mejora de la infor-
mación sobre empleo, el acceso al primer empleo y el empleo de jóvenes. Entre las co-
8. CALVO ORTEGA, Rafael, «Carta de Rafael Calvo Ortega, ministro de Trabajo», 9 de mayo
de 1979, Archivo personal de Leopoldo Calvo-Sotelo.
9. SÁNCHEZ-TERÁN HERNÁNDEZ, Salvador, «Esquema borrador sobre Programa Nacional
de Empleo», Archivo personal de Salvador Sánchez-Terán, Carpeta: “Transportes. Manuscritos Sr.
Ministro - Trabajo. Correspondencia de Gobierno tr. Ministro”, Documento 44, p. 3.
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8
yunturales se citaban: el Programa de Inversiones Públicas, el Programa de Equipamien-
to Social, el Programa de Fondo Nacional de Protección al Trabajo, el fomento del empleo
de subsidiados, la jubilación, el pluriempleo, la asistencia a la emigración, los programas
para empresas y sectores en crisis y el fomento coyuntural de la inversión privada
10
.
Sánchez-Terán inició su etapa en Trabajo con un descenso de dos centésimas en la
tasa de paro, del 9,46% al 9,44%. Se rompía así una tendencia de dieciocho meses de
constante aumento que dejaba el número de desempleados en 1.244.927, casi tres mil
menos que en abril de ese año
11
. Un análisis de los resultados en los principales secto-
res de la economía española permite detectar como la crisis se centraba principalmente
en la Industria, con la destrucción de 5.068 puestos de trabajo. Esos datos se compen-
saban con los de la Agricultura, la Construcción y los Servicios, con 1.500, 5.532 y 6.564
desempleados menos respectivamente. Además, al interpretar esas cifras, hemos de
tener en cuenta que 5.530 puestos de trabajo fueron ocupados por personas que no
tenían empleo anteriormente
12
. En opinión de Sánchez-Terán, cuatro factores habían
favorecido este descenso: el impulso dado a la inversión pública que empezaba a notar-
se en el sector de la construcción, los buenos resultados de los programas de empleo
juvenil y de subsidiados por desempleo, el mayor esfuerzo en la lucha contra el fraude, y
los factores de estacionalidad propios del mes de mayo en ámbitos como la agricultura,
los servicios y la construcción
13
. Ahora bien, después de los datos positivos de mayo,
la tasa de paro volvió a subir en los meses de junio -1.243.588- y julio -1.253.537-,
situándose en el 9,56%
14
. Se cumplían, pues, las previsiones que el propio ministro ha-
bía anunciado al registrarse el descenso de mayo. En declaraciones de aquellos días,
Sánchez-Terán había pedido cautela:
“El descenso del paro registrado en mayo, es un dato muy positivo, pero no pode-
mos lanzar las campanas al vuelo. El problema del paro es grave y las perspectivas
económicas para el segundo semestre son difíciles tanto en España como en el
resto de Europa; por ello, no podemos permitirnos ningún triunfalismo, aunque el
hecho de que el paro haya descendido por primera vez en dieciocho meses es un
signo de esperanza”
15
.
10. bidem, p. 4
11. “El paro desciende por primera vez en 18 meses”, El País, 16/6/1980.
12. «Durante el mes de mayo. Freno a la tendencia del paro», Archivo personal de Salvador
Sánchez-Terán, Carpeta: “Transportes. Manuscritos Sr. Ministro - Trabajo. Correspondencia de
Gobierno tr. Ministro”, Documento 48, p. 1.
13. “La tasa de paro descendió en mayo”, ABC, 15/6/1980.
14. INEM, «Resumen Estadístico de julio de 1980», Archivo personal de Salvador Sánchez-
Terán, Carpeta: “Transportes. Manuscritos Sr. Ministro - Trabajo. Correspondencia de Gobierno tr.
Ministro”, Documento 49, p. 5.
15. “Disminuye el paro por primera vez en dieciocho meses”, Ya, 15/6/1980.
Tabla 1: Incremento de la tasa de paro durante los gobiernos de la UCD.
Primer Trimestre Segundo Trimestre Tercer Trimestre Cuarto Trimestre
1977 0.56% 0.35%
1978 0.78% 0.14% 0.46% 0.55%
1979 0.51% 0.04% 0.55% 0.80%
1980 1.11% 0.49% 0.36% 0.95%
1981 0.95% 0.16% 0.47% 0.88%
1982 0.52% -0.14% 0.60% 0.68%
Fuente: Archivo personal de Salvador Sánchez-Terán.
Durante el breve periodo de Sánchez-Terán al frente del Ministerio de Trabajo, la tasa
de paro se incrementó en un 0.59%. En total, el número de desempleados aumentó en
113.423 en el segundo y tercer trimestre de 1980, de los cuales 54.142 correspondieron al
periodo abril-junio y los restantes 59.281 a los meses de julio, agosto y septiembre. Ahora
bien, si comparamos esos datos con las de los tres trimestres anteriores, con cifras que
rondaban cien mil desempleados más por periodo (2.46% de incremento total en la tasa
de paro), se hace evidente la ralentización de la destrucción de puestos de trabajo. A todo
esto hemos de añadir que, tras abandonar el Ministerio, el número de nuevos desemplea-
dos volvió a situarse por encima de los cien mil en el cuarto trimestre del año; tendencia
que se mantuvo durante 1981 (2.56% de incremento). No hay que descartar que esas ci-
fras sean consecuencia de circunstancias coyunturales, pero ateniéndonos únicamente a
los datos numéricos, se observa claramente que la ejecutoria de Sánchez-Terán coincidió
con una desaceleración de la destrucción de empleo en España.
En paralelo a la lucha contra el desempleo, el Ministerio de Trabajo elaboró un pro-
grama de asistencia a los emigrantes españoles en sus países de acogida. Se trataba
de un proyecto ambicioso si tenemos en cuenta que, en 1980, algo más de tres millones
de españoles -un 10% de la población nacional- vivían fuera de nuestras fronteras: dos
millones en Iberoamérica y uno en países de la CEE. Los objetivos que perseguía el Mi-
nisterio eran: la conservación de los lazos con España y el mantenimiento de su identidad
cultural, la educación de sus hijos cuando residan en un estado cuya lengua ocial no sea
el castellano, favorecer las expectativas de retorno, garantizar que disfruten de todos los
servicios sociales que les corresponden en función de sus derechos, el reconocimiento de
sus derechos civiles y políticos, y la solución de problemas relacionados con la participa-
ción en la vida pública y su representación en los organismos de gobierno y deliberación
estatales, regionales y locales
16
. Una vez aprobado por el Consejo de Ministros, su aplica-
ción pasó a estar supervisada por la red asistencial del Instituto Español de Emigración.
16. «Principales problemas de la emigración española», Archivo personal de Salvador Sánchez-
Terán, Carpeta: “Transportes. Manuscritos Sr. Ministro - Trabajo. Correspondencia de Gobierno tr.
Ministro”, Documento 47, p. 1.
[2173-6812 (2016) 34, 3-12]
TRABAJO
9REVISTA IBEROAMERICANA DE RELACIONES LABORALES
4. Cooperativas y elecciones sindicales.
Como hemos indicado más arriba, la promoción de movimiento cooperativo, así como
su apoyo por parte de los entes públicos, se encontraba entre los principales objetivos
de Trabajo. En ese ámbito hemos de destacar, como hito fundamental, la participación
de Sánchez-Terán en el 58º Día Internacional del Cooperativismo. Siguiendo la tradición
de las anteriores ediciones, el evento se celebró el primer sábado de julio –quinto día
del mes- en la sala de conferencias del Ministerio. El discurso inaugural corrió a cargo
del titular de Trabajo, quien destacó el papel del cooperativismo como “uno de los mo-
vimientos de fomento del trabajo que más esperanzas despiertan en estos momentos
de crisis económica y que están recibiendo por parte de la Administración española un
impulso decisivo”
17
. No en vano, en los cinco primeros meses de 1980 se habían crea-
do 1.246 cooperativas, y otras 518 se encontraban en fase de tramitación. Esas cifras
superaban ampliamente a las del año anterior, y así lo quiso destacar Sánchez-Terán
en su intervención.
Otros aspectos abordados por el ministro a lo largo de su discurso fueron la nueva Ley
de Sociedades Cooperativistas y a los proyectos del departamento para mejorar la for-
mación de los dirigentes de estas empresas. En la primera de esas cuestiones, defendió
la elaboración de un proyecto homologable con los restantes países liberales y demo-
cráticos europeos. La normativa debía recoger los principios de la Alianza Cooperativa
Internacional, fortaleciendo el tratamiento económico de las cooperativas y respetando la
autonomía de sus socios. Además, seguiría la línea marcada por las recomendaciones y
convenidos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y la Comunidad Económica
Europea (CEE)
18
. A la hora de abordar los aspectos relacionados con la formación de los
cuadros dirigentes, el ministro se comprometió a no escatimar esfuerzos en la tarea de
promover la expansión del movimiento cooperativista. Anunció que su Departamento, en
colaboración con el Instituto Nacional de Empleo (INEM), pondría en marcha una amplia
campaña de divulgación de este fenómeno. También informó a los presentes sobre el
proyecto de apertura de “once nuevas escuelas de dirigentes de empresas cooperativis-
tas que serán un auténtico vivero de ejecutivos no solo para España sino también para
aquellos países con los que se mantienen acuerdos de cooperación, especialmente los
de Iberoamérica”
19
.
17. SÁNCHEZ-TERÁN HERNÁNDEZ, Salvador, «Impulso al cooperativismo», Archivo personal
de Salvador Sánchez-Terán, Carpeta: “Transportes. Manuscritos Sr. Ministro - Trabajo. Correspon-
dencia de Gobierno tr. Ministro”, Documento 45, p. 1.
18. Ibidem, p. 2.
19. Ibidem, p. 2.
Sánchez-Terán nalizó su intervención con referencias a la importancia numérica de
las cooperativas de trabajo asociadas, las de vivienda y las agrarias. Desde el punto de
vista regional, Andalucía, con la constitución de 351 cooperativas desde mayo de 1980, se
situaba a la cabeza, seguida de cerca por Madrid y el País Valenciano
20
. Precisamente a
nales de julio, el responsable de Trabajo estuvo presente en el Congreso Iberoamericano
de Cooperativismo, que se celebró en Madrid. En ese foro, ante los representantes de
más de veinte países, tuvo la ocasión de remarcar algunos de los aspectos tratados en el
discurso del Día Internacional del Cooperativismo.
Otro de los grandes retos a los que se enfrentaba el nuevo ministro eran las elec-
ciones sindicales de 1980, que debían celebrarse entre el 15 de octubre y el 30 no-
viembre. De la importancia de los comicios habló el propio Sánchez-Terán en una de
las primeras entrevistas que concedió tras su nombramiento ministerial:
“Es indudable que unas organizaciones sindicales fuertes son necesarias para el
aanzamiento y desarrollo de una democracia industrial avanzada. Son parte de ella
y, por tanto, son imprescindibles como interlocutores en las relaciones laborales, tal
y como reconoce la propia Constitución”
21
.
De esas declaraciones se desprende claramente que ministro consideraba las elec-
ciones sindicales como un evento vital para el futuro de la economía española y para la
consolidación de su estructura democrática. De ahí que pusiera en marcha una serie de
mecanismos que tenían como único n el normal desarrollo del evento. De entre ellos
hemos de destacar una Orden Ministerial de trece artículos en donde, partiendo de las
disposiciones electorales recogidas en el Título II del Estatuto de los Trabajadores, se
desarrollaba la normativa de los comicios. Por tanto, aunque nalmente estos se celebra-
ron bajo el mandato de Félix Manuel Pérez Miyares, el ministro saliente desempeñó un
importante papel en la preparación legal del evento.
El equipo de Sánchez-Terán también se encargó de realizar, conjuntamente con el
Ministerio del Interior, un informe sobre la estrategia a seguir de las distintas centrales
sindicales durante la campaña. En el caso concreto de la Unión General de Trabajado-
res (UGT), el documento preveía un discurso centrado en el problema del paro y sus
posibles soluciones. En lo que respecta a Comisiones Obreras (CCOO), se esperaba
un planteamiento de campaña centrado en la defensa del puesto de trabajo y el sala-
rio. Además, el informe señalaba que esta central sindical buscaría tender la mano al
resto con el n de aglutinar en esa lucha la mayor base trabajadora posible. La oferta
de la Unión de Trabajadores Independientes (UTI) para los electores se centraría en un
sindicalismo profesionalizado y de servicios, caracterizado por la total independencia
20. Ibidem, p 2.
21. “Necesitamos un sindicalismo negociador y responsable”, ABC, 8/6/1980.
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con respecto a los partidos políticos. Según el informe del Ministerio, la Confederación
Nacional del Trabajo (CNT) encabezaría el boicot a las elecciones. Los anarquistas con-
sideraban que, “tanto las elecciones como los órganos resultantes de estas (comités de
empresa), están en clara contradicción con los órganos naturales de defensa de los traba-
jadores, que son los sindicatos”
22
. Por último, el Sindicato Unitario (SU) centraría su oferta
en la lucha por reivindicaciones inmediatas: paro, salarios, seguridad en el empleo… Esto
estaría estrechamente vinculado a la “oposición de una salida negociada de la crisis, con
un rechazo frontal a los planes económicos de UCD y la patronal CEOE”
23
.
Los resultados de las anteriores elecciones sirvieron como criterio para seleccionar las
centrales sindicales que, junto a la Confederación Española de Organizaciones Empresa-
riales (CEOE), se encargaron de discutir las normas electorales elaboradas por el Instituto
de Mediación y Arbitraje (IMAC)
24
. Estas fueron CCOO, que en 1978 habían obtenido el
33,9% de los votos, UGT, con un respaldo del 21,8%, y USO, con un 3,7%. Las reuniones
comenzaron a celebrarse durante la etapa de Sánchez-Terán, si bien nalizaron con su
sucesor en el cargo.
5. Un Ministerio que se quedó en proyecto.
La corta vida del gobierno de mayo impidió al ministro Sánchez-Terán y a su equipo
desarrollar la mayor parte de su programa, pensado para los tres años que le restaban
a la legislatura. Aunque existió cierta continuidad -una línea de trabajo común- entre los
distintos responsables centristas de Trabajo, se puede aplicar el calicativo de “Ministerio
de papel” al dirigido por Sánchez-Terán, en tanto que sus planes y propuestas no pasaron
del ámbito del proyecto al de la realidad.
El motivo fundamental de la brevedad del cuarto gobierno de Adolfo Suárez fue la crisis
interna de la UCD. A esto hemos de añadir la progresiva erosión de la gura del presiden-
te, cuyo liderazgo comenzó ponerse en duda tras la moción de censura presentada por
el grupo socialista en mayo de 1980. Las turbulencias políticas del momento se dejaron
notar, tanto en el seno del partido, como en el Consejo de Ministros. Las rencillas existen-
tes dentro del centro se hicieron cada vez más evidentes, al tiempo que las discrepancias
ideológicas y personales restaban al proyecto de Suárez credibilidad ante los ciudadanos.
En lugar de apoyar al presidente, los “barones” precipitaron su caída y, a la postre, allana-
22. ROSÓN PÉREZ, Juan José, «Nota de Juan José Rosón Pérez, Ministro del Interior, sobre
las elecciones sindicales», Archivo personal de Salvador Sánchez-Terán, Carpeta: “Ministerio de
Trabajo. Ley Básica de Empleo y datos sobre el paro”, Documento 163, p. 1.
23. Ibidem, p. 2.
24. Ibidem.
ron el camino a la descomposición de la Unión de Centro Democrático
25
. Es en ese con-
texto donde debemos situar, tanto la etapa de Sánchez-Terán en el Ministerio de Trabajo,
como la crisis de septiembre que le impidió continuar con la tarea que había emprendido.
El cambio de gobierno comenzó a gestarse el 7 de julio en Manzanares el Real, en la
reunión conocida como “la casa de la pradera”. En ese encuentro los “barones” de la UCD
manifestaron al presidente la su convicción de que, tanto la deriva política reciente, como
la moción de censura presentada por el Partido Socialista, habían provocado un cam-
bio radical de la situación. El liderazgo de Suárez no fue puesto en cuestión de manera
directa, pero los dirigentes centristas exigieron un mayor protagonismo en el Ejecutivo.
Quedaba así pregurado el que luego sería el gobierno de septiembre, hecho a imagen y
semejanza de los líderes de las grandes “familias” de la UCD. De esta manera, el día 4 de
ese mes iniciaba su andadura del último equipo ministerial de Adolfo Suárez, marcado por
la vuelta de los “barones”, la ausencia de Fernando Abril y la vicepresidencia de Leopoldo
Calvo-Sotelo. En Trabajo, como hemos venido indicando, Félix Manuel Pérez Miyares
sustituyó a Salvador Sánchez-Terán.
En resumen, la trayectoria del equipo que gobernó el Ministerio de Trabajo de mayo
a septiembre de 1980, fue reejo de la convulsión política que vivió el gobierno. Como
máximo dirigente de un departamento, Sánchez-Terán elaboró un programa para el resto
de la legislatura sin imaginar que, a los pocos meses, se iba a encontrar fuera del Ejecu-
tivo. Ahora bien, sería un error considerar vano ese esfuerzo, pues la labor de ese equipo
ministerial tuvo repercusiones durante la ejecutoria de Félix Manuel Pérez Miyares. Más
arriba hemos señalado la importante tarea realizada en pro del normal desarrollo de las
elecciones sindicales. Sin embargo, el legado más importante fue la redacción de la Ley
Básica de Empleo, que nalmente sería aprobada por el Congreso de los Diputados el 8
de octubre de 1980, con Salvador Sánchez-Terán como simple diputado
26
.
25. Entrevista a Marcelino Oreja Aguirre, 19 de junio de 2013: “Aquellos ya no eran ni minis-
terios ni era nada; aquello estaba en descomposición. Se hace una crisis en el setenta y nueve,
se hacen dos crisis en el ochenta… se está descomponiendo, se veía que estaba descomponién-
dose. Allí ya no había nada, era imposible gobernar. Los Consejos de Ministros ya no los presidía
Suárez. Adolfo entraba en el Consejo, cogía a un ministro y daba paseos por la plaza. Presidía
Gutiérrez Mellado, que daba la palabra a uno y a otro. De manera que aquello ya estaba en una
fase terminal. De hecho yo salgo en septiembre de 1980 –Salvador también- y Suárez se va en
enero de 1981. La prueba de lo inestable de la situación es que al terminar un Consejo de Ministros
Suárez me llama a su despacho para comunicarme que iba a hacer un cambio de gobierno y que
yo seguía, y dos días después me llamó para decirme que no ¿Qué sucedió? Pues yo imagino que
sufría muchas presiones”.
26. Ley 51/1980 de 8 de octubre (B.O.E. de 17-10-80), Básica de Empleo.
[2173-6812 (2016) 34, 3-12]
TRABAJO
11REVISTA IBEROAMERICANA DE RELACIONES LABORALES
6. Conclusiones.
Un análisis completo del proyecto que hemos explicado a lo largo de las páginas anterio-
res requiere una referencia al contexto en que se desarrolló la Transición política española.
En este sentido hemos de señalar que ese episodio de nuestra historia coincidió con la crisis
económica más importante de la segunda mitad del siglo XX. Los ministros de Trabajo de la
UCD en general, y Sánchez-Terán en particular, asumieron el reto de abordar el campo de
las relaciones laborales en una situación nada sencilla, y lo hicieron partiendo de una base
realista. De esta manera, la cuestión del desempleo fue planteada a largo plazo, con pleno
conocimiento de que la coyuntura negativa podía prolongarse casi una década. Asimismo,
desde los meses que siguieron a las primeras elecciones democráticas, los centristas en-
tendieron que la solución a los problemas laborales y económicos pasaba por cambio de
modelo, y que para ello era necesario el apoyo de todas las fuerzas sociales e instituciona-
les, públicas y privadas. Sánchez-Terán y su equipo estaban convencidos de que sólo así se
podría poner n al estancamiento de la economía española y, por consiguiente, al continuo
ascenso del índice de paro. Entre los retos a los que se enfrentaban los hombres de la UCD
estaba también el de la adhesión de España a la Comunidad, antiguo deseo de la diploma-
cia española, pero que a la vez conllevaría también sacricios económicos
27
.
Por esta razón, aunque la brevedad del mandato ministerial expuesto en estas páginas
nos impide valorarlo de una manera able, el tiempo terminó por demostrar que muchas
de las previsiones realizadas eran correctas
28
. Entre ellas cabe destacar la ya mencionada
larga duración de la coyuntura negativa, pero también la necesidad de un cambio de modelo
económico y el aumento sostenido del desempleo. En lo que se reere a este último aspec-
to, hemos de señalar que, si bien durante el mandato de Sánchez-Terán los datos del paro
parecían catastrócos, estos fueron ampliamente superados por los de sus sucesores. Por
desgracia el índice, que en agosto de 1980 no superaba el 10%, se situó en torno al 15%
dos años después.
Finalmente hemos de reiterar la existencia de una continuidad entre el proyecto de Sán-
chez-Terán y el de su antecesor en el cargo, Rafael Calvo Ortega. Aunque ciertamente en
sus mandatos se aprecian medidas concretas que obedecen a la personalidad y las preocu-
paciones sociales y laborales de cada uno de ellos, podemos hablar de una línea común a
todos los ministros de Trabajo de la UCD. Una serie de aspectos comunes que hunden sus
raíces, tanto en el ideario del centrismo reformista de la Transición, como en la necesidad
de dar cumplimiento a la letra de los Pactos de la Moncloa.
27. CALVO ORTEGA, Rafael, «Carta de Rafael Calvo Ortega, ministro de Trabajo», 18 de
junio de 1979, Archivo personal de Leopoldo Calvo-Sotelo.
28. Entrevista a Rafael Calvo Ortega, 15 de abril de 2013: “Sobre su labor, la verdad es que
no transcurrió suciente tiempo como para juzgarla. Lo que si está claro es que Salvador es una
persona trabajadora –lo ha sido siempre- y de buen sentido, y que naturalmente continuó utilizando
esas armas que son buenas incluso para la política”.
TRABAJO
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[2173-6812 (2016) 34, 3-12]