|
|
|
La historia de Australia se puede dividir en dos períodos: antes y después de convertirse en un dominio del Imperio Británico en 1901.
* Historia de Australia hasta 1901
Australia ha sido habitada al menos durante 50.000 años, puesto que los lejanos antepasados de los pueblos aborígenes australianos actuales llegaron de Asia suroriental. Los más antiguos testimonios de su presencia datan del descubrimiento del territorio por parte de las expediciones europeas del siglo XVII. En efecto, en 1606 el holandés Willem Janszoon navegó por el Golfo de Carpentaria y desembarcó en la península del Cabo de York. En 1770, la expedición del Endeavour, comandada por James Cook, recorrió y cartografió la costa oriental de Australia. Cook avanzó en dirección al norte hasta llegar al estrecho de Torres, donde reclamó la costa que había explorado para la Corona británica y bautizó este territorio como Nueva Gales del Sur. Los informes favorables de la expedición de Cook despertaron el interés de las autoridades británicas, que vieron en estas nuevas tierras una solución para el problema de la masificación de los centros penitenciarios del país. Así, el 26 de enero de 1788 se estableció la primera colonia penal (y asentamiento europeo) en Australia, en Port Jackson. Esta fecha se celebra en la actualidad como la fiesta nacional de Australia. Gran Bretaña no reclamó formalmente la parte occidental de Australia hasta 1829. Poco a poco, se fueron constituyendo nuevas colonias independientes de la de Nueva Gales del Sur: la Tierra de Van Diemen (hoy Tasmania) en 1825, Australia Meridional (1836), Victoria (1851) y Queensland en 1859. El Territorio del Norte fue fundado en 1863 como parte de la provincia de Australia Meridional. Victoria y Australia Meridional fueron fundadas como "colonias libres"; es decir, nunca fueron colonias penales, aunque la segunda acogió a algunos convictos de Tasmania. Australia Occidental también fue fundada bajo el estatus de "libre", pero posteriormente aceptó el traslado de presos a su territorio debido a la escasez de trabajadores que padecía. La práctica de trasladar convictos a Australia fue limitándose gradualmente a partir de 1840 hasta desaparecer en 1868. En la década de 1850 surgió una fiebre del oro en Australia y una rebelión de mineros en 1854 demostró la existencia de un incipiente movimiento nacionalista. A lo largo de la segunda mitad del siglo XIX, las seis colonias fueron adquiriendo por separado un alto grado de autonomía sin dejar de formar parte del Imperio Británico. La depresión económica de los años 1890 (el "Great Crash" de la economía australiana) evidenció las deficiencias de las seis colonias y contribuyó a impulsar un movimiento federalista. Entre las otras causas que llevaron a la federación de las colonias australianas, se encontraban la necesidad de adoptar una política común de inmigración y el miedo al expansionismo de potencias como Francia y Alemania. Precisamente, varios militares británicos como el reputado Horatio Kitchener aconsejaron a los australianos la creación de un ejército nacional; esto, evidentemente, requería la existencia de un gobierno federal. Un intento inicial de aprobar una Constitución federal en 1891 fracasó, ya que muchos vieron el proyecto como un ardid de la colonia de Nueva Gales del Sur para hacerse con la supremacía. La formación de la Mancomunidad de Australia habría de demorarse por un período de diez años, durante el cual el proceso de negociación sería lento y laborioso. * Historia de Australia a partir de 1901
El 1 de enero de 1901, las colonias australianas se unieron en una federación, después de una larga década de consultas y votaciones. De este modo, nació la Mancomunidad de Australia como dominio autónomo del Imperio Británico. El Territorio de la Capital Australiana fue creado en 1911 para albergar a la que sería la nueva capital federal, Canberra, aunque hasta 1927 la capital siguió siendo Melbourne. Las primeras elecciones federales, en marzo de 1901, produjeron un parlamento en el que ninguno de los tres partidos principales obtuvo mayoría absoluta. Edmund Barton formó un gobierno del Partido Proteccionista apoyado por los laboristas y con el Partido del Libre Comercio en la oposición. El gobierno de Barton impulsó numerosas leyes sobre aspectos fundamentales, además de elevar la política de Australia Blanca al rango de ley. En 1909, el Partido Proteccionista y el Partido del Libre Comercio se unieron para crear el Partido Liberal de la Mancomunidad, pero esto no fue suficiente para evitar que los laboristas llegasen al poder en 1910 bajo el liderazgo de Andrew Fisher. Los laboristas fueron derrotados por un escaso margen en 1913, aunque regresaron al poder al año siguiente y parecía que se consolidarían como el partido dominante de la Australia. Sin embargo, el estallido de la Primera Guerra Mundial cambiaría la política australiana para siempre. Australia envió a miles de soldados a luchar en el bando británico, y muchos de ellos perdieron la vida en Gallípoli (Turquía) y en las costas de Francia. Esta gran implicación en el conflicto ha supuesto que las victorias y derrotas en la Primera Guerra Mundial hayan contribuido de manera significativa a la conformación de la identidad nacional de Australia. Se estima que perecieron más de 60.000 australianos y 150.000 resultaron heridos a causa de la conflagración. Las tropas australianas participaron también en la Segunda Guerra Mundial. Después de la Segunda Guerra Mundial, se organizó en Australia un programa masivo de inmigración, y desde la supresión de la política de Australia Blanca en los años 1970, la inmigración proveniente de Asia y otros partes del mundo ha provocado profundos cambios en la demografía del país. El Estatuto de Westminster de 1931 terminó formalmente con la mayoría de los vínculos constitucionales entre Australia y Gran Bretaña, aunque Australia no adoptó el estatuto hasta 1942. La conmoción causada por la derrota británica en Asia en 1942 y la amenaza de una invasión japonesa orientaron la política exterior australiana hacia los Estados Unidos en busca de protección. Desde 1951, Australia es un aliado militar de los Estados Unidos de acuerdo con el Tratado ANZUS.
En 1986 se
firmó el
Acta de Australia,
que eliminó los lazos entre los órganos legislativos y judiciales de
Australia y el Reino Unido. En particular, el acta resuelve el poder del
Parlamento del Reino
Unido a Australia tiene un parlamento federal bicameral, compuesto de un Senado (la Cámara Alta) con 76 Senadores, y una Cámara de Representantes (la Cámara Baja) con 150 miembros. Actualmente, Australia sigue siendo una monarquía constitucional con la reina Isabel II como jefa de Estado.
|