|
Introducción
Destinatarios y participantes
Cómo se hizo
Estructura de las visitas
INTRODUCCIÓN
La ciudad Arco Iris
es un Proyecto de Innovación educativa en el ámbito de la Educación Infantil que
se lleva a cabo en el Campus de El Carmen de la Universidad de Huelva.
En
síntesis, reproduce la plaza de una ciudad alrededor de la cual se han
proyectado los espacios más comunes en los que se desenvuelve la vida del
ciudadano: cafetería, supermercado, farmacia, centro de salud, teatro,
ayuntamiento, jardines, etc. Es un proyecto pensado para que los niños jueguen y
aprendan y para que los maestros, alumnos y profesores de la Universidad
trabajen en equipo buscando nuevas alternativas a la E. I.
Aunque
lo esencial está dicho, creemos necesario realizar algunas consideraciones que
expliciten de una manera mas detallada el por qué de este proyecto, antes de
entrar en su descripción y metodología. Estas consideraciones girarán en torno a
tres aspectos fundamentales del mismo: el espacio como elemento configurador de
la innovación, la vinculación que la experiencia permite entre Universidad y
Escuela y por último, sus posibilidades en torno a la investigación.
En lo que se refiere al espacio ¿puede una innovación educativa
construirse y desarrollarse a partir de alternativas dadas a la configuración
espacial? Nosotros creemos que sí. De hecho, el carácter sistémico de los
elementos que componen cualquier modelo didáctico permite que la innovación o
los cambios pueden comenzar a partir de cualquiera de ellos. Cuántas
innovaciones han comenzado a partir de la introducción de un nuevo recurso, un
cambio significativo en los horarios o los contenidos o una alteración en la
dinámica grupal... Lo importante es que en nuestro horizonte tengamos claro a
donde queremos ir o dicho en otras palabras, para qué hacemos el cambio.
Entonces, el efecto sistémico del que hablábamos antes, desencadenará los
cambios necesarios en el resto de los elementos del modelo y todo tendrá la
coherencia interna que finalmente buscamos.
El
cambio en los espacios es por tanto un elemento pertinente para iniciar una
innovación, es más, nos parece un elemento especialmente poderoso por su
capacidad para generar la mejora en otros elementos del modelo o para
dificultarla en caso de su deficiente estructuración. No estamos por tanto ante
un elemento neutro sino ante un aspecto importante a considerar siempre que, y
hacemos hincapié una vez más en ello, tengamos clara la filosofía educativa que
pilote la experiencia para que ésta no se quede en puro maquillaje.
Sin
embargo, paradójicamente, como ocurre con tanta frecuencia en el ámbito
educativo, el docente se encuentra con los espacios previamente diseñados en
función de criterios que obedecen a razones no precisamente pedagógicas. En este
sentido, y ciñéndonos a nuestra experiencia, hay que reconocer que a pesar del
enorme esfuerzo realizado por los maestros/as que trabajan en E.I. para adaptar
el espacio a sus planteamientos pedagógicos, con frecuencia, las limitaciones
impuestas fundamentalmente por cuestiones económicas, administrativas y
arquitectónicas impiden que puedan satisfacer las necesidades que tienen los
niños en la etapa infantil. Necesidades que, siguiendo a Nicole Saussois, hacen
referencia a la satisfacción de las cuestiones fisiológicas primarias y a otras
igualmente importantes que tienen que ver con la autonomía, la socialización, el
movimiento, el juego, la expresión, el descubrimiento y la necesidad de conocer
su cuerpo y situarse en el espacio y en el tiempo.
Esto en
cuanto al aula se refiere. Pero como sabemos, las vivencias que debemos
proporcionar a los niños en relación con el espacio no se agotan en el aula y
deben ser prolongadas a todo el centro y a otros contextos fuera de él. Y es
precisamente aquí, donde cobra plena justificación el servicio que puede prestar
el proyecto Ciudad Arco Iris a los centros. Un espacio suficientemente amplio
donde el niño puede desarrollar su actividad motora y vivir los juegos de rol y
de fantasía que la ciudad le proporcionará.
Por
otra parte, la peculiaridad de este espacio, permite trabajar juntos y al mismo
tiempo a los componentes de dos aulas de infantil con sus respectivas maestras y
en torno a cuarenta estudiantes de Magisterio con su equipo de profesores sin
ningún tipo de interferencias, lo que por sí mismo representa un valor añadido a
las posibilidades del proyecto.
Esta
circunstancia apuntada anteriormente, nos da pie para afrontar la segunda de
nuestras consideraciones. Comenta J. Carbonell en su libro La aventura de
innovar, que uno de los factores que dificultan las innovaciones es el
divorcio que actualmente existe entre la investigación universitaria y la
práctica escolar. Este divorcio es producto tanto de la falta de conexión de la
Universidad con la realidad y la práctica de la escuela como apunta el propio
Carbonell, como de la ausencia de escenarios creíbles donde Universidad y
Escuela puedan trabajar al margen de intereses corporativos y curriculares en un
plano de estricta igualdad y sin forzar situaciones que al final no conducen a
ninguna parte.
Con
esta experiencia, pretendemos crear este escenario en el que los docentes y los
alumnos, independientemente del nivel educativo en el que estén implicados,
puedan investigar juntos en torno a problemas y situaciones reales que hagan
avanzar el conocimiento científico y la práctica escolar en la educación
infantil.
Investigar, y esta es la tercera consideración que queremos hacer, con
los maestros y no sobre los maestros y lo que éstos hacen o dejan de
hacer en el aula. En consecuencia, este posicionamiento nos lleva de manera
diáfana a adoptar un modelo de actuación basado en la investigación-acción cuyos
rasgos más significativos se ven reflejados en nuestro proyecto y le
proporcionan la necesaria base y justificación. A saber:
-
Es
una investigación centrada en problemas reales e inmediatos de los profesionales
que son quienes se encuentran mejor situados para identificarlos e
investigarlos.
-
Realizada en colaboración por lo que no existen investigadores y clientes, sino
un equipo que investiga.
-
Realizada in situ y de manera participativa, ya que son los afectados los
que participan en la puesta en práctica de las soluciones requeridas.
-
En la
dinámica de trabajo, se puede observar claramente el bucle que conforma la
investigación-acción, ya que se hace una propuesta de trabajo, se actúa, se
observa, se reflexiona y se vuelve a iniciar el proceso.
-
Se
realiza en un escenario neutral por lo que no se invade el espacio de ninguna de
las partes, motivo éste que ocasiona frecuentes bloqueos en la dinámica de
trabajo.
En definitiva,
todas estas características, hacen que el proyecto que estamos desarrollando,
sea especialmente atractivo y posea las posibilidades suficientes, si son bien
aprovechadas, para conseguir su fin último que es el avance y la mejora de la
Educación Infantil.
INICIO
DESTINATARIOS Y
PARTICIPANTES EN EL PROYECTO: RED DE RELACIONES
La
Ciudad del Arco Iris es una
experiencia dirigida al profesorado y alumnos de la diplomatura de maestro de
Educación Infantil. No obstante, con la intención de facilitar la apertura del
aula al medio, también podrá ser utilizada por las restantes especialidades de
Magisterio, por los alumnos/as de Psicopedagogía que así lo deseen y por los
distintos profesionales de la educación que justifiquen su uso.
Por otro lado el actual enfoque del proyecto, tal como se ha
descrito, implica a la comunidad educativa de Huelva en general, como
beneficiarios de la experiencia, tanto a los profesores de Educación Infantil
como a sus alumnos.
Se produce de este modo un encuentro entre Universidad y Escuela,
enriquecedor para todos, en el que, como hemos dicho anteriormente, se implican
tanto los alumnos, profesores y colaboradores de la universidad, como a los
maestros y maestras de infantil y su alumnado, en un proyecto común, nuevo y
motivador.
¿CÓMO SE HIZO?
La experiencia se llevó a cabo conjuntamente en las asignaturas de “Didáctica
General de 1º curso de Maestro en Educación Infantil turno de mañana
”(asignatura de 8 créditos, impartida en el segundo cuatrimestre) y “Didáctica y
Orientación en Educación Infantil”, de 3º curso de la misma especialidad. turno
de tarde (asignatura de 8 créditos impartida en el segundo cuatrimestre).
Trabajar con alumnos de 1º y 3º curso, en un proyecto común era un reto al que
nos enfrentábamos por primera vez como equipo de profesores. Las experiencias
realizadas anteriormente se centraban en la coordinación de una misma asignatura
impartida en varias especialidades o en la coordinación de diferentes
asignaturas de un mismo curso.
Para los estudiantes, trabajar en el mismo proyecto alumnos/as de 1º y 3º
curso, supuso una mayor dificultad para coordinarse, distribuir espacios y
materiales, así como asumir normas y responsabilidades. Por ello en el
desarrollo de la experiencia se pasó de un primer momento de descoordinación
entre grupos y recelo entre los cursos (se acapara material, se invaden
espacios, se dan quejas, etc.), a una cooperación y emulación entre los grupos.
En este proceso fue básico la labor realizada por Mar, maestra de Educación
Infantil y experta en Proyectos colectivos en colegios.
La experiencia se inició en el mes de marzo, una vez finalizado el periodo de
práctica de los alumnos de tercer curso. Como en experiencias anteriores, el
primer día de clase se brindó a los estudiantes la posibilidad de vincularse a
un proyecto aún por concretar. Se trataba de transformar un antiguo gimnasio, en
esos momentos desocupado, en un espacio lúdico-educativo, en el que se podían
realizar actividades con niños de las aulas de Educación Infantil de los
Colegios de Prácticas. Qué hacer y cómo hacerlo lo debía decidir la clase. La
aceptación del proyecto implicaba una serie de condiciones especificadas en el
programa:
-
Participar en la adaptación del espacio y
construir el material necesario.
-
Elaborar una guía de
actividades y juegos para realizar con los niños de los Centros de Educación
Infantil.
-
Llevar a cabo lo
planificado.
-
Aplicar los contenidos del programa en las
tareas expuestas en los apartados anteriores.
-
La nota obtenida en el
trabajo podría llegar a ser hasta el 50% de la nota final de la asignatura, si
bien para aprobarla sería obligatorio la realización de un examen y había que
sacar un mínimo de 3,5 para hacer media.
De un total de 89 alumnos matriculados en 3º curso se comprometieron con el
proyecto 79 de ellos.
En el desarrollo del proyecto podemos destacar 3 fases:
1º FASE: PLANIFICACIÓN
2º FASE: CONSTRUCCIÓN
3º FASE: EXPLOTACIÓN DIDÁCTICA
1º FASE PLANIFICACIÓN: Diseñamos nuestro proyecto:
1. La primera cuestión a resolver fue qué proyecto realizar. Dado el poco tiempo
de que se disponía (de abril a junio) propusimos a los alumnos construir la
plaza de un pueblo, donde ubicaríamos aquellos espacios que ellos considerasen
más significativos.
Se visitó el gimnasio, se realizó un plano y se calculó cuantos espacios se
podían construir, pensando que en cada recinto tenían que caber tres o cuatro
niños y uno o dos adultos. El total se fijo en trece espacios concretos pegados
a las paredes y una plaza central.
Se recogieron en la pizarra todas las sugerencias sobre posibles espacios:
tiendas, instituciones, servicios, espacios lúdicos y recreativos, etc., y los
distintos grupos fueron eligiendo según sus preferencias en un orden sorteado
previamente.
Como resultado de sus preferencias nuestra plaza iba a tener: una serie de
tiendas (floristería, panadería frutería y supermercado), espacios recreativos
(teatro y ludoteca), un centro de salud, una clínica veterinaria, una farmacia,
un estudio de TV, una Caja de Ahorros, una cafetería y el Ayuntamiento y una
zona central donde se instalaría un buzón de correos, una cabina de teléfonos,
papeleras, árboles, bancos, etc,. así como una carretera para trabajar la
educación vial.
2. La segunda cuestión a concretar fue la temporalización. El horario de la
signatura se organizó de forma que todos los alumnos pasaran obligatoriamente
dos horas semanales en el gimnasio, durante las horas de clase, donde Mar, la
experta en Educación Infantil, orientaba, asesoraba y controlaba el ritmo de los
trabajos. Todos éramos conscientes del gran esfuerzo que requería nuestro
proyecto y del poco tiempo de que disponíamos, por ello los alumnos se
comprometieron a aprovechar cualquier momento libre de la jornada y para ello
se les facilitó el acceso al antiguo gimnasio a cualquier hora del día, incluido
festivos.
3. Finalmente teníamos que hacer efectiva la coordinación entre los alumnos de
1º y 3º curso. La integración de alumnos de 1º en los grupos de 3º, como se
había pensado al principio era difícil dada la diferencia de horarios (turno
mañana y turno tarde), por ello se decidió ampliar el proyecto utilizando la
parte exterior, con lo que los alumnos de 1º curso tendrían sus propios
espacios. Esta zona, delimitada por una muralla con torres nos brindaba nuevas
posibilidades de juego.
Un total de 75 alumnos/as e 1º curso se vinculan a la experiencia. Para la
organización y distribución de los nuevos espacios y grupos se siguió el mismo
procedimiento escrito más arriba. Finalmente el proyecto inicial “nuestra
plaza “ se había transformado en “nuestra ciudad”, enriqueciéndose
con nuevas zonas de juego: el castillo, el estanque con su cascada, el
invernadero, el laberinto, los juegos de suelo y los juegos de pared, parada del
autobús, kioscos, etc.
2º FASE CONSTRUCCIÓN: Construimos nuestra ciudad.
Esta fase implicó una serie de pasos:
1. Cada equipo realizó un diseño de su espacio y elaboró una propuesta de
actividades y juegos, así como la relación de los materiales que iba a
necesitar. Esta propuesta de trabajo tenía que ser aprobada antes de iniciar la
tarea.
2. A partir de los diseños propuestos se vio la necesidad de coordinación entre
los espacios colindantes: ponerse de acuerdo sobre el material utilizado en la
separación, altura y dimensiones del mismo, etc, así como en decisiones que
afectaban a un conjunto de rincones: profundidad de los mismos, altura, amplitud
de la calzada, etc. El resolver estas cuestiones fue, en ocasiones, difícil y
creó situaciones tensas entre grupos que no estaban dispuestos a cambiar su
propuesta inicial.
3. Aprobar normas de funcionamiento: sobre uso del material,
limpieza de materiales y espacios, recogida y entrega de llaves, etc. Se
hicieron carteles y se colocaron en puertas y paredes.
4. La compra de los materiales. Fue una de las tareas más complicada
por la cantidad y variedad de los recursos utilizados, y por el mal uso que a
veces, se hacía de ellos. Por un lado, se centralizó la compra de los materiales
de uso común: pinturas, paneles, herramientas, etc. y, por otro, los grupos se
encargaron de la compra de los más específico de su rincón. Se animó a los
alumnos a que elaborasen ellos mismos el material, y siempre que fuera posible,
lo realizaran a partir de materiales de desecho.
Durante mes y medio los alumnos trabajaron intensamente en el
proyecto, asesorados siempre por la maestra de E.I. y con la colaboración de las
alumnas internas. El 10 de junio nuestro pueblo estaba listo para recibir a
niños de la escuela infantil.
3º FASE: EXPLOTACIÓN DIDÁCTICA: Vivimos la ciudad
La
metodología de trabajo en lo que se refiere al aprovechamiento didáctico de la
experiencia, contempla los siguientes pasos:
1. Establecido
el contacto con el Centro de Infantil que quiere visitarnos, se pide a las
maestras que asistan personalmente a la Facultad para conocer el proyecto “in
situ” y organizar conjuntamente la visita. En esta primera sesión que suele
durar toda una tarde, se proponen de manera muy general, posibles actividades
para cada rincón, se concretan los horarios y se distribuyen responsabilidades.
2. Las
maestras, ya en su Centro, preparan con antelación suficiente la visita,
organizando y trabajando con los niños en su aula aquellos aspectos necesarios
para su aprovechamiento.
3. Paralelamente
nosotros, una vez conocido el perfil del Centro y de los niños que nos van a
visitar, preparamos igualmente con nuestros alumnos de la Facultad la sesión de
trabajo. Por grupos, nuestros alumnos se responsabilizan de un determinado
rincón desarrollando para el mismo una completa guía didáctica en la que se
proponen los objetivos, actividades, contenidos y criterios de evaluación que se
van a utilizar, elaborando asimismo los materiales de paso necesarios para su
puesta en práctica.
4. En
el día señalado para la visita, por lo general los viernes, los niños,
acompañados por sus maestras y ocasionalmente por algunas madres, llegan a la
Facultad a las 9,30 de la mañana y comienza la jornada con una asamblea en la
que nuestros alumnos dan la bienvenida a los niños y les invitan a conocer la
Ciudad Arco Iris y a jugar en ella.
5. Durante
toda la mañana, los niños van pasando por los distintos rincones donde observan,
exploran, crean, juegan, aprenden y se divierten. Nuestros alumnos por su parte,
sugieren actividades, formulan preguntas, plantean problemas y observan el
comportamiento de los niños, su respuesta a los materiales presentados, su
interés por las tareas propuestas y grado de realización. El control de paso y
de actividades se lleva a cabo en un cuadro de doble entrada en el que se
registran las observaciones descritas anteriormente, pasando al final de la
jornada una copia de este informe a las maestras de los niños.
6. La
jornada termina alrededor de las 14 horas con una asamblea en la que los niños
nos cuentan sus sensaciones y experiencias vividas en la ciudad Arco Iris, lo
que les ha gustado más y lo que les ha interesado menos y enseñan a los demás
los productos elaborados en los distintos rincones que se llevan de recuerdo.
7. Después
de la visita y en la clase inmediatamente siguiente a la misma, se analiza tanto
en la Facultad como en el Centro de Infantil todo lo vivido. Para nuestros
alumnos de la Facultad es el momento de la reflexión conjunta, de sacar partido
de los aciertos y de los errores, de afianzar algunas hipótesis y de reelaborar
otras, de desmontar muchos tópicos, de compartir en definitiva la experiencia
con los demás para seguir avanzando. Para las maestras y los niños de infantil
es el momento de sacar partido a la visita integrando de manera significativa
en su bagaje de experiencias lo vivido y expresándolo a través de los distintos
lenguajes.
8. El
proceso se completa cuando las maestras vuelven de nuevo a la Facultad y en una
reunión conjunta intercambiamos nuestras vivencias. Ellas nos aportan su visión,
la de los niños y sus producciones y nosotros hacemos otro tanto. A partir de
ese momento, iniciamos de nuevo el mismo proceso con otro Centro.
Por lo que respecta a los
materiales , como ya apuntamos con anterioridad, cada rincón tiene sus
materiales específicos, unos elaborados por nuestros alumnos y otros adquiridos
en el mercado. Para cada espacio, como ya se comentó antes, se dispone de una
completa guía didáctica que se ha ido reformulando con las experimentaciones
sucesivas.
INICIO |