Más de 800 estudiantes de universidades de 19 países ponen a prueba su ingenio y capacidad para crear motos de carreras eléctricas y de gasolina en MotoStudent, una experiencia única, que les enfrenta a retos como nunca antes habían visto y que les abre puertas en el mercado laboral
La Universidad de Huelva (UHU) también acudió a la cita con el motociclismo de competición, y lo hizo con una enorme valentía: presentó una moto eléctrica y una moto de gasolina, una experiencia muy gratificante, pero con unos resultados competitivos algo discretos.
MotoETSIUHU fue una de las estructuras de mayor tamaño, con un total de 22 integrantes, entre los que predominaban estudiantes de ingeniería, pero donde también trabajó alumnado de Derecho y Administración y Dirección de Empresas, que aportaron una perspectiva de trabajo diferente, sobre todo en tareas más administrativas, de resolución de documentación y en el trato con proveedores y patrocinadores.
Este equipo apostó por la mujer y su división de moto de gasolina estuvo liderada por una chica y las mujeres eran mayoría en el equipo, algo difícil de conseguir en un área como la de ingeniería, donde la presencia femenina es mínima.
La experiencia de MotoETSIUHU en esta edición de MotoStudent (era su quinta participación) ha estado marcada por los problemas técnicos, derivados de no haber podido contar con los chasis de ambas motos hasta el mes de septiembre. En cualquier caso, tanto el alumnado como el profesorado que lo integran han salido satisfechos con la experiencia, a pesar de que la moto eléctrica ni tan siquiera pudiera participar en la carrera final, y ha tomado nota de los fallos para próximas ediciones. Una de las lecciones aprendidas es que no se puede ir con dos motos ssi se tiene un presupuesto tan ajustado.
En las ediciones anteriores en las que la UHU tomó parte en MotoStudent lo hizo con una moto de gasolina, con unos resultados excelentes, gracias a que la moto contaba con uno de los mejores chasis de la competición, que les hizo ganadores de la prueba de agilidad tres ediciones seguidas y que esta han estado a punto de ganar, de no haber sido porque en la prueba derribaron uno de los conos a sortear. El profesor del Departamento de Ingeniería Electrónica de la Universidad de Huelva y uno de los tutores académicos del equipo, Juan Ríos, explica que en esta edición decidieron que no podían dar la espalda a la tecnología presenta en la movilidad eléctrica y por eso se lanzaron a presentar también una moto eléctrica.
La moto está basada su ‘hermana’ de gasolina, e incorpora una serie de modificaciones en chasis y configuración para poder albergar la batería. Este elemento clave en las motos eléctricas supone también uno de los mayores retos. Su peso hace condiciona todo el conjunto y debe contar con un diseño que permita mantener el aspecto de una Moto3, de ahí que este equipo decidiera fabricar su propia batería, para darle la geometría con la que poder insertarla en el chasis y que las empresas especializadas en baterías no ofrecen en sus modelos estándar.
«Con la moto eléctrica partimos totalmente de cero», explica Juan Ríos y esa falta de experiencia se notó, a pesar de que el objetivo este año era solamente participar en las pruebas, algo que no se pudo alcanzar al no superar la fase previa de verificaciones.
Juan Ríos valora enormemente la experiencia que MotoStudent supone para el alumnado, porque en los dos años que dura el proyecto, tiene que enfrentarse a todo tipo de retos desde el punto de vista técnico, administrativo y también empresarial. «Nosotros vemos Motostudent como una oportunidad única. No tiene nada que ver los estudios reglados, en los que se tratan las diferentes materias como islas. Aquí no se funciona así, no hay ningún proyecto a lo largo de la carrera tan aglutinante como MotoStudent», añade este profesor de la UHU.