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El trabajo En un mundo En transición hacia un nuEvo ordEn mundial
rEvista dE Economía mundial 65, 2023, 171-189
representaría un enfoque holístico que incluye la relación del mundo social con
el medio natural que sustenta toda actividad humana.
Como señala Diane Coyle en su último trabajo, “estamos en un período en
el que las visiones del mundo para dar forma a las decisiones políticas no están
claras y hay una mezcla de ideas, tanto mercados estáticos como forzados,
combinados con un profundo descontento de los votantes y pérdida de
confianza” (Coyle 2021:195). En definitiva, estamos inmersos en una sociedad
desorientada, en la que la elección política se vuelve muy difícil y confusa y se
expresa a través de protestas más o menos violentas (Badiou, 2015).
Desde esa perspectiva, el pensador austriaco Fritjof Capra (1997) analiza
cómo empezamos a alejarnos de nuestro paradigma mecanicista habitual,
en el que el conocimiento pertenece a un método científico específico, hacia
un paradigma sistémico, ecológico, que significa investigar ampliamente la
realidad social. En su totalidad, sin concentrarse específicamente en ninguno
de ellos, en las fragmentaciones del mundo científico actual. De esta manera,
podemos ir más allá del individualismo capitalista y el antropocentrismo para
incorporar una perspectiva de interdependencia, complejidad e interrelación
a nuestras investigaciones científicas, promoviendo la cooperación entre
disciplinas y, quizás, introduciendo la opción por el decrecimiento.
Pero, por supuesto, estas no son perspectivas completamente nuevas.
Desde la fundación del paradigma económico (y social) dominante, Descartes
y Spinoza debatieron dos concepciones diferentes de cómo funciona la
sociedad. Su pensamiento da lugar a paradigmas científicos alternativos y, por
extensión, a modelos diferenciados de gobernanza política, económica y social.
No olvidemos que, como señaló Kuhn, los paradigmas científicos dominantes
no son inmunes a las ideologías políticas y también están moldeados por la
competencia por el poder entre diferentes grupos sociales dominantes. De
esta manera, podemos entender cómo “la hegemonía que ha adquirido esta
visión o perspectiva teórica [el Neoclasicismo] en los últimos años se debe
a ese fenómeno de los paradigmas científicos tan bien descrito por Kuhn,
asociado y defendido por comunidades de, en este caso, economistas; y
apoyado por sectores sociales muy interesados en las explicaciones de los
hechos económicos asociados a dicha visión”. (Soto, 2020:16).
Avanzar hacia un paradigma más complejo, que se construya con varios
y diferentes supuestos ontológicos y epistemológicos (Tang, 2011: 241),
eligiendo los prioritarios y evitando ser demasiado dogmáticos en el marco en
el que se asienta dicho paradigma. Lo cual no es un proceso simple y rápido.
Las transiciones en los paradigmas básicos requieren de un largo proceso, no
sólo intelectual sino social, de asunción de los postulados derivados de tales
paradigmas por parte del cuerpo social, en sus creencias y comportamientos,
que interactúan con el medio natural y material. “No es solo nuestra economía
la que necesita cambiar. Necesitamos cambiar la forma en que vemos el
mundo y nuestro lugar en él”, señala Jason Hickel (2022:34), reconfirmando
tal dificultad.