
Blanca Herrero de Egaña Muñoz-Cobo
58RIESISE, 4 (2021) pp. 29-64 ISSN: 2659-5311
6. FUTURAS LÍNEAS DE INVESTIGACIÓN: LA CUESTIÓN ÉTICA
Detrás de cada una de las manifestaciones de las NN. TT. hay una
cuestión esencial (como parte de su esencia) y transversal, que es la cuestión
ética. El ser humano tiene por definición un sesgo ético y los humanos que
están detrás de las máquinas de los algoritmos y de las decisiones pueden
equivocarse. Como señala el informe «La inteligencia artificial al servicio del
bien social en América Latina y El Caribe: panorámica regional e instantáneas
en doce países», «la IA […] requiere de esfuerzos activos y coordinados
para evitar sesgos y efectos adversos en colectivos desfavorecidos» (Arias,
2020). En este punto, como afirma Hume (2017), debemos preguntarnos
«cuáles son algunos resultados que vale la pena adivinar» y si «tenemos los
datos necesarios para hacer un aprendizaje automático».
Un caso claro es el del sesgo de los algoritmos a la hora de poner
multas, realizar préstamos financieros u otros recursos; dado que funcionan
manejando una cantidad casi infinita de datos y éstos pueden tener un
sesgo de discriminación, por ejemplo, racial, los algoritmos pueden estar
dictando sentencias injustas basadas en lo que ha ocurrido antes. Este es
el caso del programa COMPAS, una herramienta informática que ayuda a
los jueces a dictar, por ejemplo, si alguien debe entrar en prisión o salir en
libertad condicional, o el tiempo que debe permanecer en la cárcel, según
su puntuación de riesgo de volver a las andadas («Cuestionada la máquina
que predice futuros delitos en EE.UU.», 2018).
Así mismo, existe una cierta aprensión o temor acerca del potencial
reemplazo de humanos por IA en la fuerza de trabajo; a estos efectos,
como señala el vídeo de la Fundación Cotec para la Innovación «Mi empleo
mi futuro» (s.f.), los trabajos que van a ser sustituidos por la inteligencia
artificial son los rutinarios, repetitivos y automatizables, nunca los trabajos
en los que se necesitan capacidades humanas como la creatividad, la
innovación o la sensibilidad, entre otras; las máquinas no pueden sustituir
esas características, que son sólo humanas. Por tanto, las NN.TT. nos van a
permitir enfocarnos en desarrollar lo que no puede ser sustituido: nuestra
humanidad. Sin embargo, ya ha impactado en el mundo del trabajo y va a
impactar aún más en el futuro: se han perdido muchísimos trabajos y muchos
más se van a perder. Pero también se van a crear otros, y por eso creo que
es fundamental reformar el mundo de la educación de forma que nuestros
niños y jóvenes se preparen para el trabajo del futuro, que necesitará
personas flexibles, empáticas, creativas, polifacéticas, que tengan a la vez
competencias digitales, que, desde mi punto de vista, deberían aprender
cómo se aprende a leer y escribir. Porque todo apunta a que el trabajo
del futuro va a necesitar seres humanos que conjuguen asignaturas STEM
(ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas, por sus siglas en inglés) con
disciplinas éticas, humanas y creativas (Belloto Gómez, 2020).