Revista Iberoamericana de
Economía Solidaria e
Innovación Socioecológica
RIESISE
Vol. 7 (2024), pp. 203-221 • ISSN: 2659-5311
http://dx.doi.org/10.33776/riesise.v7.8213
LA COOPERACIÓN ENTRE LA ECONOMÍA SOCIAL Y LA
EMPRESA CONVENCIONAL EN LAS POLÍTICAS DE LA UNIÓN
EUROPEA: OPORTUNIDAD PARA AMPLIAR EL ACCESO DE
LA ECONOMÍA SOCIAL A LOS MERCADOS
COOPERATION BETWEEN THE SOCIAL ECONOMY
AND MAINSTREAM COMPANIES IN EUROPEAN UNION
POLICIES: AN OPPORTUNITY TO EXPAND SOCIAL
ECONOMY’S ACCESS TO MARKETS
Gabriel Vela-Micoulaud
Universidad de Deusto
g.vela@deusto.es
R
En los últimos años, la economía social ha
ganado reconocimiento en Europa e interna-
cionalmente, aunque aún enfrenta desafíos
para aumentar su participación en los merca-
dos.
Para abordar este reto, la Unión Europea
ha lanzado iniciativas como el Plan de Acción
Europeo para la Economía Social (2021), la Vía
de transición para la economía de proximidad
y social (2022), y la Recomendación sobre Con-
diciones Marco para la Economía Social (2023).
Estas medidas promueven la colaboración en-
tre entidades de economía social y empresas
convencionales, integrando prácticas sosteni-
bles en las cadenas de valor.
Este artículo analizará cómo estas iniciativas
europeas más recientes abordan dicha coope-
ración, así como los beneficios y riesgos para
las entidades de economía social al asociarse
con empresas convencionales. También se ex-
plorarán las principales motivaciones detrás de
esta colaboración y se presentarán prácticas
ejemplares que ilustran la importancia de este
tema.
A
In recent years, social economy has gai-
ned recognition in Europe and internationally,
though it still faces challenges in increasing its
market participation.
To address this challenge, the European
Union has launched initiatives such as the
European Action Plan for the Social Economy
(2021), the Transition Pathway for Proximity
and Social Economy (2022), and the Recom-
mendation on Developing a Social Economy
Framework (2023). These measures aim to fos-
ter collaboration between social economy en-
tities and conventional businesses, integrating
sustainable practices into value chains.
This article will analyze how these recent
European initiatives address such cooperation,
as well as the benefits and risks that social eco-
nomy entities may face when partnering with
conventional businesses. It will also explore
the main motivations driving this collaboration
and highlight exemplary practices that illustra-
te the importance of this topic.
P 
Economía social, empresas convencio-
nales, relaciones empresariales, cooperación
económica, Unión Europea
K
Social economy; traditional businesses;
business relations; economic cooperation; Eu-
ropean Union
C JEL
: L31; L22; M14
Fecha de recepción: 13/03/2024
Fecha de aceptación: 03/09/2024
Fecha de publicación: 27/11/2024
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1. INTRODUCCIÓN
En Europa, aproximadamente 2,8 millones de entidades de economía
social (EES, en adelante) trabajan diariamente para ofrecer soluciones
concretas e innovadoras a los principales desafíos contemporáneos
(Chaves Ávila, 2022; Monzón y Chaves, 2017). Estas entidades no solo crean
y mantienen empleos de calidad, sino que también facilitan la inclusión
social y la integración laboral de grupos desfavorecidos, promoviendo
la igualdad de oportunidades para todos. Asimismo, contribuyen al
desarrollo económico e industrial sostenible, fomentan la participación
activa de los ciudadanos en la sociedad y juegan un papel crucial en los
sistemas de protección social europeos (Chaves Ávila, 2022).
Su impacto es notable en el Producto Interno Bruto (PIB) de los países
donde está más desarrollada, representando, por ejemplo, el 10% del PIB
en Francia y en España. Además, en el caso de España, las EES contribuyen
al 12,5% del empleo y su tejido empresarial está formado por 43.000
empresas que generan casi 2,2 millones de empleos1.
Históricamente, la Unión Europea se ha referido a la Economía
Social (ES, en adelante) en un sentido amplio, abarcando su modelo de
economía social de mercado que persigue el pleno empleo, el progreso
social y una alta protección social. No obstante, los objetivos económicos
como la competitividad han prevalecido sobre los sociales. La UE
valora la economía social por su capacidad de crear empleo y abordar
la desigualdad, aunque reconoce las dificultades que enfrentan estas
entidades en un mercado altamente competitivo. A pesar de numerosos
pronunciamientos, las acciones concretas por las instituciones europeas
para facilitar la participación de la economía social han sido históricamente
limitadas (Mugarra et al., 2023; Bekker y Klosse, 2013; Monzón y Chaves,
2012; Chaves, 2020).
No obstante, en los últimos años, la ES ha alcanzado un notable
reconocimiento a nivel europeo, llegando incluso a calificarse como el
‘momentum’ de la economía social en la Unión Europea. Este fenómeno
ha despertado un interés sin precedentes por parte de las autoridades
públicas, reflejado tanto en declaraciones significativas como en la
implementación de iniciativas públicas de gran envergadura (Chaves Ávila,
1 Información disponible en la página web del Plan de Recuperación, Transformación
y Resiliencia de economía social y de los cuidados del Gobierno de España: https://
planderecuperacion.gob.es/comoaccederalosfondos/pertes/pertedeeconomiasocialydelos
cuidados#:~:text=En%20la%20actualidad%2C%20los%20actores,12%2C5%25%20del%20
empleo. Revisado en julio de 2024.
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2022), destacando tres hitos principales aprobados por las instituciones
europeas. Primero, el Plan de Acción Europeo para la Economía Social
en 2021 (PAES, en adelante) (Comisión Europea, 2021). Segundo, la Vía
de transición para le economía de proximidad y social en el marco de la
Estrategia Industrial Europea en 2022 (Comisión Europea, 2022). Tercero,
la Recomendación del Consejo de la Unión Europea sobre el desarrollo
de condiciones marco para la economía social, en 2023.
En particular, la última de estas iniciativas es significativa, ya que,
aunque no es vinculante para los Estados Miembros, constituye un acto
legislativo cuyo objetivo es que, dentro de los dos años siguientes a
su adopción, los Estados revisen sus estrategias de economía social
o integren la economía social en sus estrategias o iniciativas políticas
relevantes. Además, se sugiere que los Estados miembros informen a la
Comisión sobre sus avances en la implementación de la Recomendación,
a más tardar cuatro años después de su adopción.
En esta Recomendación así como en los anteriores documentos de
la Comisión Europea se establece que para ayudar a las EES a ampliar
su alcance, los países deben fomentar la cooperación entre las EES y las
empresas convencionales, a través de la sensibilización y promoción de
buenas prácticas que animen a las empresas convencionales a involucrar
a la ES en sus cadenas de suministro y de valor a largo plazo (Comisión
Europea, 2021; Comisión Europea, 2022; European Commission, 2023).
Este creciente interés en la Unión Europea se ha materializado en la
iniciativa puesta en marcha en 2023, ‘Buy Social: B2B Market, lanzada
para apoyar la creación de asociaciones locales y regionales entre las EES
y las empresas convencionales, con el objetivo de financiar actividades,
asistencia técnica, orientación y difusión de buenas prácticas, como
incentivo y estimulación de comportamientos de compra socialmente
responsable por parte de empresas convencionales y lograr así abrir
nuevos mercados potenciales a las EES.
El presente trabajo tiene como objetivo principal realizar un análisis
principal del estado actual de las relaciones entre EES y empresas
convencionales en la literatura, así como de los beneficios y riesgos que
las EES pueden enfrentar al colaborar con estas empresas. En segundo
lugar, se analizará cómo las instituciones europeas han incorporado la
cooperación entre la ES y las empresas convencionales en sus políticas
más recientes y relevantes. En particular, se examinarán las principales
iniciativas adoptadas, tales como el PAES, la Vía de Transición, y la
Recomendación del Consejo de la Unión Europea. Por último, para
proporcionar un contexto práctico, se presentarán algunas prácticas
ejemplares recientes derivadas del proyecto de la Unión Europea ‘Buy
Social: B2B Market’, las cuales destacan por su éxito y pueden servir
para ilustrar la importancia y el impacto de estas colaboraciones en el
panorama económico europeo actual.
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2. RELACIONES ENTRE ENTIDADES DE ECONOMÍA SOCIAL Y EMPRESAS
CONVENCIONALES: UNA APROXIMACIÓN TEÓRICA
La cooperación ha sido descrita como un proceso mediante el cual las
partes con perspectivas diversas sobre un problema pueden aprovechar
constructivamente esas diferencias para buscar soluciones que trasciendan
sus visiones individuales limitadas sobre lo posible. Además, se define
como la conexión o el intercambio de información, recursos, actividades
y capacidades entre organizaciones, grupos o individuos de dos o más
sectores, con el fin de alcanzar un resultado conjunto que no sería posible
para las organizaciones de manera individual en un solo sector (Gray, 1985;
Bryson et al., 2006).
Existen tres formas de relaciones a través de las cuales se fomenta un
mayor acceso de las entidades de economía social (en adelante, EES)
a los mercados: las relaciones con el sector público por medio de la
contratación pública, las relaciones entre el propio sector de la economía
social, a través de figuras como pueden ser los grupos empresariales, los
mercados sociales, la economía colaborativa o la economía de plataforma,
y las relaciones con empresas convencionales, a través de asociaciones o
alianzas comerciales e integración de las EES en las cadenas de valor de las
empresas convencionales.
La contratación privada a través de la empresa convencional es la que
se presenta como una gran oportunidad para la ES en el presente trabajo.
Las adquisiciones o compras sociales (en inglés, social procurement) han
sido definidas por Furneaux & Barraket (2014) como la adquisición de una
gama productos y servicios, con el objetivo de crear intencionalmente
resultados sociales tanto directa como indirectamente. Por ello, no se limita
a un sector en particular, los resultados se pueden lograr como enfoque
principal o directo del contrato, o bien como propósito secundario o
indirecto del objetivo del contrato, y la compra social requiere un intento
deliberado e intencional de lograr un resultado social a través del proceso
de contratación (Comisión Europea, 2010).
En el plano académico se viene pidiendo que se dediquen esfuerzos
e interés a la investigación en este tema. Conforme Van Dijk et al. (2020),
se debe acelerar la investigación académica en comprender mejor de qué
manera las EES pueden cumplir este papel de aceleradores de la transición
y cómo pueden hacerlo de manera más efectiva. Asimismo, descubrir
cómo las empresas sociales hacen que su impacto en las empresas
convencionales sea medible, de modo que esto pueda generalizarse y
usarse también para recompensar a las empresas convencionales por
experimentar con productos y servicios más sostenibles. Cunha et al. (2019)
establecen, por su parte, que la futura investigación ha de extenderse a
análisis comparativos de múltiples estudios de caso con el fin de validar
o ampliar hallazgos previos, y Alinaghian y Razmdoost (2021) manifiestan
que se deben identificar maneras de abordar los conflictos de lógica que
se puedan dar entre EES y empresas convencionales así como fenómenos
como el greenwashing’, cuya aparición en estas relaciones se debe evitar a
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toda costa con el fin de asegurar una verdadera relación bidireccional entre
entidades.
Todo ello, sumado a la identificación de experiencias actuales de éxito
tal y como se estudiará en apartados siguientes, se presenta una gran
oportunidad de presentar y potenciar este tipo de relaciones de forma
exitosa. No obstante, para ello, deberán garantizarse una serie de aspectos
como marcos legales y políticos propicios, logro de una convergencia de
valores y lógicas entre las entidades, y una importante difusión y proactividad
por parte de las autoridades nacionales, regionales y locales a través de la
adopción de diferentes medidas y programas que se requieran.
Después de haber examinado la naturaleza de las relaciones entre las EES
y las empresas convencionales, se deben estudiar los principales motivos
y beneficios que impulsan a las EES a establecer estas relaciones, así como
las limitaciones y posibles amenazas que pueden surgir. Este análisis es
esencial para comprender cómo estas colaboraciones pueden fortalecer a
las EES al mismo tiempo que se identifican los retos que podrían poner en
riesgo su misión social.
3. OPORTUNIDADES Y RIESGOS PARA LAS ENTIDADES DE ECONOMÍA
SOCIAL EN EL ESTABLECIMIENTO DE RELACIONES CON EMPRESAS
CONVENCIONALES
La introducción de las EES en las cadenas de valor de empresas
convencionales puede darse de distintas formas. Desde actuar como
proveedores de las empresas convencionales, cooperar dentro de sus
operaciones básicas (actividades primarias), o apoyar su actividad principal
(actividades de apoyo), hasta servir como gestión de recursos humanos,
que es lo que puede ocurrir, por ejemplo, a través de los Centros Especiales
de Empleo o Empresas de Inserción. Estas, por sí mismas o en cooperación
con otras empresas, imparten formación y capacitan a personas en riesgo
de exclusión, vulnerables, o discapacitadas, para favorecer su inserción en
el mercado de trabajo.
Según Heimer et al. (2019), la participación de las EES en la cadena de
valor de una empresa convencional suele ser transaccional, es decir, una
creación de valor bilateral en la que se produce un explícito intercambio
de recursos y una creación de valor recíproca, dándose una moderada
alineación de intereses, motivación e interacción entre ambas entidades.
Esto ocurre, por ejemplo, en casos en que una empresa decide externalizar
determinados procesos o servicios o comprar servicios y productos. Se
plantea además, en estos casos, que el establecimiento de unas relaciones
transaccionales sólidas puedan evolucionar potencialmente hacia
asociaciones más integradas y orientadas al largo plazo.
Por un lado, el estudio de las motivaciones y beneficios que las
EES pueden obtener al establecer relaciones o alianzas con empresas
convencionales no ha sido ampliamente abordado desde una perspectiva
académica y científica con estudios empíricos que respalden estas
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cuestiones. No obstante, se han realizado aportes que ofrecen una visión
preliminar al respecto, como se comentará a continuación.
3.1. POSIBLES MOTIVACIONES Y BENEFICIOS DE LAS RELACIONES
CON EMPRESAS CONVENCIONALES
En 2020, con el respaldo de la Comisión Europea, se lanzó el European
Social Enterprise Monitor (ESEM), una iniciativa que recopila datos sobre
empresas sociales en toda Europa, abarcando 31 países, incluidos 25
Estados miembros de la UE. Su objetivo es proporcionar información a los
responsables de la toma de decisiones en el gobierno, la sociedad civil y
la economía, para apoyar y promover las necesidades e intereses de las
entidades de economía social (EES) en Europa.
Es importante destacar que el término “empresa social” no es sinónimo
de “entidad de economía social”. Desde 2011, la Unión Europea define
a las empresas sociales como un componente de la economía social.
Sin embargo, no todas las entidades de economía social son empresas
sociales2. Esto implica que los datos recopilados por el ESEM pueden no
representar completamente a toda la economía social. En países como
España, por ejemplo, la figura legal de las empresas sociales aún no está
reconocida oficialmente, lo que genera debates y diferentes posturas en
la literatura académica (Vargas Vasserot, 2022; Alzelai, 2020; Bretos et
al., 2020). Sin embargo, las empresas sociales han sido definidas como
organizaciones privadas sin fines de lucro que proporcionan bienes o
servicios directamente relacionados con su objetivo explíicto de beneficiar
al a comunidad. Generalmente dependen de una dinámica colectiva que
involucra a varios tipos de partes interesadas en sus órganos de gobierno,
valoran altamente su autonomía y asumen riesgos económicos relacionados
con su actividad (Defourny y Nysenss 2008).
En 2022, el ESEM publicó un estudio sobre el compromiso de las empresas
sociales en sus relaciones comerciales con empresas convencionales
(Dupain et al., 2022). Según este estudio, el 61% de las empresas sociales
del ESEM venden productos y servicios a empresas convencionales, y un
18.7% tiene interés en hacerlo en el futuro, lo que suma un total del 79.7%.
Además, el 50.5% de estas empresas busca ampliar su base de clientes
corporativos. Estos datos indican que la principal motivación para que las
EES establezcan relaciones con empresas convencionales es la oportunidad
de ampliar su impacto social y económico, reflejando un fuerte deseo de
crecimiento y proactividad en el mercado empresarial (Dupain et al., 2022).
Otros estudios también han analizado los posibles beneficios que las EES
pueden obtener a través del establecimiento de relaciones con empresas
convencionales. Un ejemplo destacado es la iniciativa del ‘Buy Social
Corporate Challenge’ en el Reino Unido, lanzada en 2016. Esta iniciativa
es liderada por Social Enterprise UK, en asociación con el Ministerio de
2 Afirmación realizada por el presidente de CEPES, Juan Antonio Pedreño, en el año
2020. Disponible en: https://ucomur.org/cepes-recuerda-que-las-empresas-sociales-forman-
parte-de-la-economia-social/ Revisión en julio de 2024.
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Digital, Cultura, Medios y Deporte, y tiene como objetivo que un grupo
de 30 grandes empresas gasten colectivamente mil millones de libras en
adquisiciones a empresas sociales para 2026.
En uno de sus informes de actividad anual, esta iniciativa destaca que,
a pesar de que las empresas sociales suelen recurrir a subvenciones y
donaciones para desarrollar sus negocios, las relaciones con empresas
convencionales son especialmente valiosas para construir su sostenibilidad
financiera. Las empresas sociales que tienen relaciones con las empresas
convencionales del Buy Social Corporate Challenge han reportado
numerosos beneficios adicionales más allá de los ingresos. Estas ventajas
incluyen mejoras en sus productos o servicios, aprender a interactuar de
manera más efectiva con empresas, asegurar nuevos contratos con otras
empresas gracias a tener empresas en sus listas de clientes y referencias,
modificar su enfoque de marketing, considerar nuevas áreas geográficas
para sus operaciones y ampliar su gama de productos o servicios (Social
Enterprise UK, 2024).
Asimismo, estudios académicos como el de Heimer et al. (2017)
mencionan múltiples razones por las cuales las EES pueden decidir entablar
relaciones comerciales con empresas convencionales. En primer lugar,
estas colaboraciones les permiten acceder a oportunidades financieras
para su crecimiento y sostenibilidad. Además, abren puertas a redes y
contactos valiosos, facilitando la creación de alianzas estratégicas y la
identificación de nuevas oportunidades de negocio. Compartir riesgos
y reducir costes es otra motivación significativa, ya que asociarse con
empresas convencionales puede implicar compartir inversiones y recursos,
aliviando la carga financiera y operacional de las EES.
Otro aspecto relevante es el acceso a habilidades, apoyo estratégico y
experiencia de los socios corporativos, lo cual puede aumentar la eficiencia
organizacional y el profesionalismo de las EES. A través de estas relaciones,
las EES también pueden recibir mentoring, coaching y asesoramiento,
fortaleciendo su capacidad para desarrollar nuevas ideas, estrategias,
productos y servicios. Estas colaboraciones permiten a las EES ampliar su
gama y mejorar la calidad de sus productos o servicios, acceder a nuevos
mercados y escalar sus actividades. En última instancia, estas relaciones
ayudan a las EES a alcanzar mejor sus objetivos de beneficiarios y garantizar
la sostenibilidad y el legado futuro de sus actividades (Heimer et al., 2017).
No obstante, más allá de las oportunidades y ventajas que pueden
obtener las EES, es imprescindible atender a los posibles riesgos y
amenazas que puedan surgir con el establecimiento de estas relaciones,
como se analizará a continuación.
3.2. POSIBLES RIESGOS Y LIMITACIONES EN LA COLABORACIÓN CON
EMPRESAS CONVENCIONALES
En el desarrollo de relaciones entre EES y empresas convencionales,
ambas partes enfrentan numerosos desafíos, como la falta de entendimiento
mutuo, barreras culturales o de valores, o diferentes métodos de procesos
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y trabajo. Esta posible asimetría puede llevar a dos lógicas empresariales
contradictorias, la social y la de mercado, tal y como ha sido descrito
por varios autores (véase por ejemplo: Di Domenico et al., 2009; Nichols
& Huybrechts, 2016; Pullman et al., 2018). Concretamente en el caso de
las EES, existen riesgos y amenazas específicas que deben afrontar. Estas
han sido estudiadas e investigadas. Por ejemplo, en el estudio de ESEM
anteriormente citado, se extraen numerosas e interesantes datos que
permiten dilucidar sobre estos riesgos (Dupain et al., 2022).
Una de las barreras más significativas identificadas en el estudio de
EMES es la falta de comprensión y concienciación sobre las EES entre el
público general y los clientes. Esta falta de visibilidad y entendimiento
puede dificultar que las EES atraigan y mantengan una base de clientes
sólida, lo que es fundamental para su sostenibilidad. En este sentido,
la OCDE (2023a) recientemente ha manifestado que un conocimiento
limitado de los enfoques de ES y contratación social entre los responsables
de la formulación de políticas puede generar inseguridad jurídica. Por ello,
se necesitan servicios de desarrollo de capacidades y apoyo para el sector
privado y las EES con el fin de impulsar la contratación social de las EES
(Dupain et al., 2022).
Además, la falta de un marco fiscal de apoyo y de esquemas públicos de
soporte añade una carga adicional, complicando aún más la operatividad
y crecimiento de las EES. Esta falta de apoyo institucional no solo limita el
acceso a financiación pública, sino que también puede afectar la capacidad
de las EES para competir de manera equitativa en el mercado (Dupain et
al., 2022).
Otro riesgo crítico es la falta de capital paciente, es decir, capital a largo
plazo que no espera una ganancia rápida. Esta forma de financiación es
vital para las EES, ya que permite el desarrollo y la implementación de
proyectos a largo plazo. Sin embargo, la falta de opciones financieras
adecuadas, tanto al inicio como durante el desarrollo de proyectos, y la
complejidad de la financiación pública, presentan obstáculos significativos.
La falta de comprensión y apoyo por parte de bancos e inversores agrava
esta situación, limitando las oportunidades de crecimiento y expansión
(Dupain et al., 2022).
Asimismo, las EES también pueden enfrentar desafíos internos, como
la escasez de empleados calificados y la falta de habilidades gerenciales
suficientes. Estos factores internos pueden afectar negativamente la
eficiencia y efectividad de las operaciones diarias, así como la capacidad
para innovar y escalar sus actividades. La dificultad para acceder a apoyo
específico para el emprendimiento social, como incubadoras, aceleradoras
y redes de apoyo, también limita el desarrollo y la profesionalización de
las EES. Asimismo, en ocasiones la baja cooperación dentro del propio
sector de la ES y la ausencia de figuras legales específicas en algunos
casos complican aún más la situación, reduciendo las posibilidades de
colaboración y representación efectiva en el ámbito político y económico
(Dupain et al., 2022).
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Por otro lado, también existen riesgos inherentes una vez comienzan
las relaciones con empresas convencionales. En un mercado abierto, los
comportamientos de multinacionales y empresas convencionales pueden
representar una amenaza potencial de greenwashing (Troje & Gluch,
2020), definido como la representación engañosa de productos o servicios
como más ecológicos o socialmente responsables de lo que realmente
son, concepto acuñado por el ambientalista Jay Westerveld (Sanders y
Wood, 2020). Es decir, puede ocurrir que las empresas convencionales
que pretendan entablar una relación con una EES no tengan intenciones
positivas. El greenwashing ha estado últimamente en boca de todos e
incluso ha provocado que la Unión Europea apruebe una directiva para
intentar poner freno a esta práctica, muy habitualmente utilizada en el
contexto de las actividades de Responsabilidad Social Empresarial de las
empresas convencionales, únicamente para ganar credibilidad, mostrando
un compromiso y valor social que realmente no se posee.
Además, como destacan Heimer et al. (2019), las barreras dependen
de la etapa de la interacción en la relación. En la fase inicial, la falta de un
compromiso continuo suficiente, networking o intercambio de recursos
puede obstaculizar la supervivencia de las relaciones con las empresas
convencionales. Mair et al. (2006) sostienen que muchos aspectos que
pueden dificultar la cooperación están relacionados con dimensiones
económicas, sociales, culturales e institucionales. Cuando el motivo es el
acceso a nuevos mercados, el conocimiento del mercado local, la cultura
local y la disponibilidad de redes de confianza se vuelven importantes para
que una relación sea exitosa y perdure en el tiempo.
Una vez introducidas las posibles oportunidades y riesgos asociados al
establecimiento de estas relaciones, es fundamental resaltar la importancia
que esta temática ha adquirido en las diversas declaraciones y documentos
aprobados a nivel comunitario, específicamente en la Unión Europea. Entre
estos, destaca el Plan de Acción para la Economía Social, el cual subraya la
relevancia de las relaciones con empresas convencionales para fomentar el
desarrollo y crecimiento de las EES.
4. INTEGRACIÓN DE LA COOPERACIÓN ENTRE ECONOMÍA SOCIAL Y
EMPRESAS CONVENCIONALES EN LAS POLÍTICAS EUROPEAS
En el presente apartado, se toma como punto de partida el plan de
acción para le economía social adoptado por la Comisión Europea en
2021. Este plan se alinea con las Conclusiones del Consejo de 2015
sobre la promoción de la economía social como un motor clave para el
desarrollo económico y social en Europa e incluye medidas concretas a
nivel tanto de la Unión Europea como nacional, destinadas a impulsar la
innovación social, apoyar el crecimiento de la economía social y aprovechar
su potencial transformador. Las iniciativas se enfocan en crear condiciones
favorables para el desarrollo de la economía social, generar oportunidades
para que sus entidades se establezcan y expandan, y aumentar la visibilidad
de su potencial social y económico, tal y como se refleja en la figura 1. El
Parlamento Europeo aprobó este plan de acción en su Resolución de 6 de
julio de 2022.
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Autores como Chaves (2022) denominan a este Plan como un referente,
al entenderse que ha sido objeto de un amplio proceso de consulta,
con declaraciones de gobiernos e instituciones y con dictámenes de
otras instituciones europeas. Asimismo, establece un horizonte temporal
muy amplio, de 10 años, hasta 2030. Por otro lado, el motivo principal
para comenzar analizando esta iniciativa y no otras anteriores, es que en
esta iniciativa donde se menciona por primera vez a nivel comunitario la
importancia de fomentar y potenciar las relaciones entre EES y empresas
convencionales.
El primer pilar del PAES, que se enfoca en la creación de un marco
adecuado para el desarrollo de la economía social, establece como objetivo
mejorar el acceso a los mercados . Dentro de este objetivo reconoce que
las interacciones con empresas convencionales pueden ayudar a las EES
a desarrollarse y crecer, y que existe un margen para una integración
más sistemática en las cadenas de valor de las empresas convencionales.
En este contexto, la Comisión Europea se propuso lanzar en 2022 una
nueva iniciativa dentro del Programa del Mercado Único para apoyar la
creación de asociaciones locales y regionales entre las EES y las empresas
convencionales (Comisión Europea, 2021). Este proyecto, conocido como
‘Buy Social: B2B Market’, cuyo análisis se dará en el apartado siguiente.
Gráfico 1. Contenido del plan de acción europeo para la economía social
Fuente: Elaboración propia según Comisión Europea (2021).
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Tras la adopción de esta iniciativa, la cuestión ha continuado siendo
relevante en declaraciones posteriores. La Vía de Transición para la Economía
de Proximidad y Social, adoptada a finales de 2022 por la Comisión
Europea, también resalta la falta de incentivos para la contratación privada
de EES y la necesidad de apoyo estratégico y acción conjunta para facilitar
el acceso a mercados y nuevas cadenas de valor sectoriales, especialmente
a nivel local y regional. Asimismo, enfatiza la importancia de aumentar la
concienciación y mejorar la percepción entre las empresas convencionales
sobre el potencial de los modelos de economía social, en términos de
rendimiento económico y valor añadido sectorial, como un paso relevante
para promover estas asociaciones (Comisión Europea, 2022).
Por último, en una de las más recientes iniciativas de la Unión Europea
relativas a la Economía Social, en este caso un acto legal del Consejo de
la Unión Europea, la Recomendación sobre el desarrollo de condiciones
marco para la economía social, cobra una gran importancia esta cuestión al
establecerse en su recomendación número 27 que para ayudar a las EES a
ampliar su alcance, se recomienda que los Estados miembros sensibilicen
sobre el valor añadido social, promoviendo buenas prácticas que animen
a las empresas convencionales a incluir a las EES en sus cadenas de
suministro y de valor a largo plazo, y a los consumidores a comprar bienes o
servicios producidos por EES. Además, se recomienda promover y apoyar la
integración laboral de los empleados de empresas sociales en colaboración
con empresas convencionales, para que puedan adquirir experiencia en el
mercado laboral abierto.
En definitiva, el PAES representa un hito significativo, al proponer
medidas concretas para fomentar la colaboración entre las EES y las
empresas convencionales, así como aumentar su visibilidad y acceso
a los mercados. Asimismo, iniciativas como la Vía de Transición y la
Recomendación del Consejo subrayan la necesidad de crear condiciones
favorables y concienciar sobre el valor añadido de las EES. Ahora, resulta
fundamental examinar cómo estas declaraciones de intenciones se están
materializando, específicamente a través del proyecto ‘Buy Social: B2B
Market’, cuyo desarrollo fue ya anunciado como una de las medidas a
alcanzar en el PAES.
5. IMPLEMENTACIÓN DE LA INICIATIVA ‘BUY SOCIAL: B2B MARKET’ TRAS
LA ADOPCIÓN DEL PAES: PROYECTO BFSE-B2B BUY SOCIAL FUTURE OF
SOCIAL ECONOMY
El proyecto Buy Social: B2B Market fue presentado a finales de 2022, con
un presupuesto total de 1.300.000€, y que actualmente sigue en marcha.
Uno de los proyectos que está siendo financiado a través de este programa
es el BFSE-B2B Buy Social Future of Social Economy, integrado por socios
de diversos países comunitarios tales como Italia, Bélgica, Eslovenia,
Rumanía y Polonia. Tiene como objetivo fortalecer las asociaciones entre
empresas sociales de integración laboral y negocios convencionales para
mejorar el mercado de productos y servicios de las empresas sociales, y se
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centra en sectores específicamente vinculados a la economía circular, como
el reciclaje de textiles, la moda y el ecodiseño.
Recientemente, en el marco de este proyecto se ha publicado una
investigación que presenta cinco estudios de caso ejemplares de diferentes
países con colaboraciones bien establecidas entre EES y empresas
convencionales, en Bélgica, España, Francia, Países Bajos e Italia (Bruschi et
al., 2024). Cada uno, representa una práctica única y durante el proceso de
investigación, que incluyó la realización de entrevistas y la recopilación de
datos, surgieron diversos aspectos relevantes relacionados principalmente
con el origen, impacto y valor de las asociaciones entre EES y empresas
convencionales. Se prestó especial atención a la identificación y abordaje
de obstáculos que podrían obstaculizar el desarrollo futuro de estas
asociaciones o plantear retos dentro de las colaboraciones ya establecidas.
La resolución exitosa de estos resulta determinante para determinar el
potencial de transferencia y replicación de dichas iniciativas.
En la siguiente tabla, se presentan a modo de resumen cuatro de los
estudios de caso abordados así como una breve descripción de cada uno
de ellos (Tabla 1).
Es relevante mencionar también que en otros países como Canadá,
Australia, Países Bajos y Reino Unido se observan desde hace varios
años buenas prácticas establecidas y difundidas a la sociedad a través
de las cuales EES consiguen entablar relaciones satisfactorias con
empresas convencionales, enfatizando el poder de las compras sociales
organizacionales para generar impacto y valor social. A pesar de que las
cifras de relaciones entre EES y empresas convencionales, por ejemplo
en términos de facturación, no son fácilmente disponibles, cada vez más
organizaciones del sector privado manifiestan prácticas de contratación
social. La creación por parte de gobiernos o autoridades regionales y
locales de plataformas a través de intermediarios o redes nacionales, como
por ejemplo el programa previamente explicado,Buy Social Corporate
Challenge’ en Reino Unido (OCDE, 2023a). Estas iniciativas que van
apareciendo, representan una oportunidad e inspiración para gobiernos,
instituciones, EES, responsables de formulación de políticas, y sector
privado, de aprovechar las adquisiciones sociales con el fin de generar
impacto social al mismo tiempo que se fomenta el ecosistema de la ES en
su conjunto.
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Tabla 1. Casos de estudio de colaboraciones exitosas entre EES y empresas convencionales
Organización País Descripción
Urbike & Facq
Bélgica
Este caso describe una asociación entre Urbike, proveedor de entrega en bicicleta, y
Facq, vendedor de accesorios para baños y calefacción. Con rutas que cubren 3.612 km,
esta colaboración ha reducido el tiempo y los costes de entrega, y evitado la emisión de
1.444 kg de CO2. La iniciativa de Facq establece un ejemplo en su sector, y Urbike espe-
ra que inspire a otras empresas a considerar el uso de bicicletas para entregas. Ambas
empresas buscaban soluciones de entrega y servicio social y ambientalmente responsa-
bles, con Facq orientando sus operaciones hacia la ética y Urbike demostrando la viabili-
dad de la entrega en bicicleta.
La Varappe &
ONET Francia
La Varappe, una empresa social, busca combatir las desigualdades fomentando la in-
clusión personal y profesional de personas con discapacidad o en riesgo de exclusión
social. Esto se alinea con el objetivo de reducir el determinismo social y fomentar una
sociedad más inclusiva. Por otro lado, ONET, un grupo internacional de ingeniera y servi-
cios fundada en Marsella, colabora con La Varappe empleando a personas en itinerarios
de inserción o integración para cumplir con sus objetivos de responsabilidad social cor-
porativa, mejorar su imagen de marca y fortalecer su relación con la comunidad local.
Naturgy España
Naturgy, una empresa energética líder en España, ha participado en varias iniciativas
para promover prácticas energéticas sostenibles y responsabilidad social. Esto incluye
proyectos de energía renovable con impacto social, iniciativas solares comunitarias y
asociaciones locales, especialmente en áreas rurales. Por ejemplo, alianza con Fundación
Naturgy y Asociación Empresarial Eólica en Andalucía, con ADASUR en Castilla-La Man-
cha, o la alianza con Cruz Roja para la rehabilitación energética de viviendas con el fin de
combatir la vulnerabilidad energética de más de 3.000 familias.
(Contnúa)
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Organización País Descripción
IKEA & I-DID Países
Bajos
La colaboración entre IKEA y la empresa social i-did tiene como objetivo principal abor-
dar el consumo de moda rápida y crear oportunidades de empleo para personas con
barreras en el mercado laboral, incluidas aquellas con antecedentes migratorios o de
refugiados. IKEA respalda el trabajo de reinserción de i-did proporcionando residuos
textiles para convertirlos en nuevos productos, contribuyendo así a una economía más
circular. Esta colaboración ha resultado en la creación de colecciones limitadas vendidas
en tiendas de IKEA en los Países Bajos, elaboradas con residuos textiles reciclados por
i-did.
Fuente: Elaboración propia según Bruschi et al. (2024).
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6. CONCLUSIONES
El presente artículo ofrece una aportación a la literatura sobre las
relaciones entre las EES y empresas convencionales, al examinar en
detalle las iniciativas recientes más destacadas en la Unión Europea que
empiezan a marcarse objetivos de fomento de estas relaciones, como
el Plan de Acción Europeo para la Economía Social, la Vía de transición
para la economía de proximidad y social, y la Recomendación sobre el
Desarrollo de Condiciones Marco para la Economía Social. Este enfoque
permite entender tanto las motivaciones y ventajas de la cooperación entre
entidades de economía social y empresas convencionales como los riesgos
y dificultades que pueden surgir en estas colaboraciones.
El análisis presentado en el artículo resalta cómo la cooperación entre
entidades de economía social y empresas convencionales puede facilitar la
integración de la economía social en las cadenas de suministro y valor de las
empresas convencionales. Al revisar políticas europeas y casos prácticos, se
muestra que esta colaboración puede no solo incrementar la visibilidad y
participación de la economía social en los mercados privados, sino también
ampliar el impacto social y económico de estas entidades. Asimismo, el
artículo subraya la necesidad de un entorno regulatorio favorable y un
apoyo institucional robusto para promover estas interacciones, destacando
la importancia de las políticas públicas.
En cuanto a las implicaciones prácticas, se han ofrecido ejemplos
concretos de buenas prácticas resultantes del proyecto ‘Buy Social: B2B
Market’. Estos casos evidencian cómo las asociaciones entre entidades
de economía social y empresas convencionales pueden ser mutuamente
beneficiosas, proporcionando no solo ventajas económicas, sino también
mejoras en términos de sostenibilidad y responsabilidad social. La
identificación de estas prácticas ejemplares proporciona un modelo a
seguir para otras entidades y regiones interesadas en fomentar este tipo
de cooperación, demostrando que es posible alinear objetivos sociales y
económicos de manera efectiva.
En definitiva, el trabajo enriquece la literatura académica al proporcionar
un análisis detallado y actualizado de las políticas europeas relacionadas
con las relaciones entre economía social y la empresa tradicional, y ofrece
valiosas recomendaciones prácticas para la implementación y promoción
de estas políticas. La investigación muestra que, con el apoyo adecuado
y la colaboración estratégica, la economía social puede desempeñar un
papel esencial en la creación de mercados más inclusivos y sostenibles,
beneficiando tanto a las entidades de economía social como a las empresas
convencionales y, en última instancia, a la sociedad en su conjunto.
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FUENTES DE FINANCIACIÓN
Esta investigación no ha contado con financiación.
CONTRIBUCIONES DEL AUTOR
La totalidad del artículo y del trabajo que lo origina ha sido elaborado
por el autor del presente.