Revista Iberoamericana de
Economía Solidaria e
Innovación Socioecológica
RIESISE
Vol. 7 (2024), pp. 97-120 • ISSN: 2659-5311
http://dx.doi.org/10.33776/riesise.v7.8263
R
El presente trabajo parte de una diversi-
dad entre subsistemas socioeconómicos que
debieran verse necesitados de modelos di-
ferenciados para mostrar sus resultados para
posteriormente abordar el diseño de políticas
públicas de fomento para la economía social
y solidaria. Siendo para este diseño donde se
precise de un conocimiento previo y caracteri-
zación sectorial que puede ser obtenido con
modelos de Balance Social, justificándose esto
desde el análisis hecho con un estudio de caso
abordando la totalidad del sector cooperati-
vista del Ecuador. Donde el análisis de la data
obtenida nos permite el correcto diseño de las
necesitadas políticas públicas de desarrollo
sectorial y extraer conclusiones para extrapo-
lar métodos desde la base de la necesidad de
implementar modelos de Balance Social.
A
This work starts from a diversity between
socioeconomic subsystems that should need
differentiated models to show their results to
subsequently address the design of public po-
licies to promote the social and solidarity eco-
nomy. This design requires prior knowledge
and sectoral characterization that can be ob-
tained with Social Balance models, justifying
this from the analysis made with a case study
addressing the entire cooperative sector in
Ecuador. Where the analysis of the data obtai-
ned allows us to correctly design the necessary
public policies for sectoral development and
draw conclusions to extrapolate methods from
the basis of the need to implement Social Ba-
lance models.
LA IMPORTANCIA DEL BALANCE SOCIAL EN
EL DISEÑO DE POLÍTICAS PÚBLICAS PARA EL
FOMENTO DE LA ECONOMÍA SOCIAL Y SOLIDARIA
THE IMPORTANCE OF THE SOCIAL BALANCE IN THE
DESIGN OF PUBLIC POLICIES FOR THE PROMOTION
OF THE SOCIAL AND SOLIDARITY ECONOMY
José Ramón Páez Pareja
jppareja@us.es
Universidad de Sevilla
P 
Balance Social, Políticas Públicas, Econo-
mía Social y Solidaria, Cooperativas, metodo-
logía básica.
K
Social Balance, Public Policies, Social
and Solidarity Economy, Cooperatives, basic
methodology.
C JEL
: B410, M140, P460,
Z130
Fecha de recepción: 30/04/2024
Fecha de aceptación: 11/09/2024
Fecha de publicación: 27/11/2024
99
RIESISE, 7 (2024) pp. 97-120
http://dx.doi.org/10.33776/riesise.v7.8263
1. INTRODUCCIÓN
Por encargo de la Superintendencia de Economía Popular y Solidaria del
Ecuador (SEPS), este autor entre 2013 y 2014 creó una nueva metodología
básica y un modelo de Balance Social (BS) específico para la economía
popular y solidaria (EPS) del país. Un modelo que posteriormente fue
utilizado como referencia para la elaboración de otros que fueron hechos
para la economía social y solidaria (ESS) existente en la región tal y como
nos muestran, entre otros, el trabajo de Espín, Bastidas y Duran (2017).
Durante la aplicación del modelo y una vez finalizado el trabajo teórico y
de diseño metodológico, con fecha de corte 21 de diciembre de 20141, se
realizó un requerimiento de información a la totalidad universo del sector
cooperativista del país (3.367 entidades) con un doble objetivo: proceder
al establecimiento de una línea base con unos mínimos de cumplimiento
normativo, así como para poder caracterizar al universo cooperativista del
país desde la perspectiva el Balance Social.
El presente documento, tomando como punto de partida lo anterior,
se plantea con la intención de demostrar, desde la práctica centrada en
el citado estudio de caso, la necesidad de contar con herramientas de
revelación social, o balances sociales, que posibiliten la implementación de
políticas públicas de fomento sectorial para la economía social, en nuestro
caso la ESS. Herramientas que una vez aplicadas facilitan la caracterización
sectorial y por ende el conocimiento certero de un sector sobre el que se
pretende actuar. Un planteamiento que será la hipótesis de partida del
presente documento y que da pie al objetivo principal de éste, que será
demostrar la necesidad de disponer de un modelo de BS de forma previa
al desarrollo de políticas públicas para el fomento de la ESS.
Metodológicamente el artículo en sus apartados segundo y tercero
realiza una revisión bibliográfica sobre la importancia de disponer de
modelos de BS o de revelación social para aplicarlos en la ESS, así como
en el apartado tercero introduce el diseño de políticas públicas de fomento
sectorial desarrolladas desde el conocimiento previo del sector en el cual
se actuará. Continúa en su apartado cuarto con un estudio de caso sobre
el modelo de BS diseñado por este autor para el Ecuador, así como con
su aplicación y el análisis de la información recopilada. Dando paso al
apartado quito para realizar un análisis sobre la utilidad de la aplicación de
un modelo de BS para el diseño de políticas públicas de fomento sectorial
1 Análisis sectoriales disponibles en http://www.seps.gob.ec/publicaciones y visitados el
04/02/2023
100
José Ramón Páez Pareja
RIESISE, 7 (2024) pp. 97-120 ISSN: 2659-5311
utilizando como referencia el procesamiento de la información recopilada
durante el estudio de caso. Finalmente, en el apartado sexto se extraen y
muestran las conclusiones del trabajo.
2. EL BALANCE SOCIAL PARA LA ESS
Los trabajos que inciden en la importancia de la auditoria social o
del BS, así como en la estrecha relación existente entre ellos y la ES, son
numerosos y continuados en el tiempo como nos exponen Spear (2001),
o Subirach y, Suriñach (2021), por citar algunos. Igualmente, también
lo son aquellos trabajos que muestran una Responsabilidad Social (RS)
propia o intrínseca de la ES y del cooperativismo, como nos presentan
Mozas y, Puentes (2010), vinculándola a su idiosincrasia y a unas señas de
identidad propia, y diferenciando esta RS de la Responsabilidad Social
Empresarial (RSE). Por ello, este autor no considera relevante para el
desarrollo del presente documento la necesidad de abundar en relación
existente entre el BS y ES, Cooperativismo o ESS, al estar dicha relación
acreditada por distintos autores. No obstante, si se puede hacer hincapié
en un posible argumento de peso para incidir en la necesidad de poseer
una metodología y un modelo propio para la ESS que permita medir los
resultados de las entidades insertas bajo el paradigma de la ES, Economía
Popular y Solidaria (EPS) para el Ecuador, o la ESS. Un argumento basado en
la necesidad de no medir los resultados de dos sistemas socioeconómicos,
según nos presenta Etzioni (2007), con un mismo modelo y con una misma
metodología, ya que estos están sustentados y erigidos sobre principios
y fundamentos mayoritariamente distintos entre sí y en determinadas
situaciones antagónicos (Páez-Pareja, 2023).
Sin profundizar en el estudio sobre los diferentes subsistemas
económicos al no ser objeto de este trabajo, sí hemos de partir de un análisis
de la economía como un sistema tripolar de economía mixta (Nyssens,
1997) donde interactúan desde la teoría sistémica diferentes subsistemas
socioeconómicos: público, privado (economía del capital) y, social. Donde
a su vez, estos están entrecruzados por la solidaridad, la cual los atraviesa
a todos al tiempo que no ocupa la totalidad del espacio de cada uno ellos.
Motivo por el que todos poseen una parte solidaria, aunque ninguno de
ellos es totalmente solidario. Diferentes subsistemas socioeconómicos, que
como hemos citado con anterioridad, poseen racionalidades y principios
antagónicos, y que por ende debieran de verse necesitados de distintas
herramientas para la medición de sus actuaciones. Por tanto, será desde
la base de la coexistencia de diferentes modelos socioeconómicos, que
debemos poseer distintos modelos contables específicos para cada uno
de los subsistemas (figura 1). De modo que la ESS, al igual que debe ocurrir
con la ES, estará necesitada de un modelo propio para medir su gestión
empresarial desde el cumplimiento de sus principios y fundamentos, un
modelo que para nuestro caso es el BS. Un BS específico para la ESS que
sea utilizado como herramienta contable con independencia de resto de
nomenclaturas y metodologías existentes; aunque no exclusivamente
contable.
La importancia del balance social en el diseño de políticas públicas para el fomento ...
101
RIESISE, 7 (2024) pp. 97-120
http://dx.doi.org/10.33776/riesise.v7.8263
En la actualidad el término BS está bastante en desuso, al menos en
España y Europa como nos citó hace tiempo Mugarra (2001), aunque no
tanto para la ES latinoamericana como se constata al ver trabajos más
recientes como los de Espín, Bastidas y, Duran (2017). Unos modelos que,
aunque elaborados sobre metodologías que poseen nexos en común, han
ido cediendo espacio en favor de distintas nomenclaturas y modelos como
las de revelación social (Castilla y, Gallardo, 2014) o las monetizaciones
sociales (Lazkano y, San-Jose, 2019). No obstante, para la ESS se propone
un modelo de BS que sea elaborado no solo como una herramienta
contable, pero que incluya dentro de sí los elementos necesarios para que
sea considerada como tal, donde a su vez se muestren los resultados de
gestión desde un triple balance: económico, social y medioambiental o de
compromiso con el entorno. Un modelo de BS que ha de elaborarse, tal
cual cita el Libro Verde de la Responsabilidad Social de la Empresas de la
UE (2001) en su doble versión: interna y externa; al tiempo que se realizará
desde el compromiso con todos sus stakeholders con una mirada similar
a la mostrada por Gallardo et al. (2014) para los grupos de interés de las
cooperativas. Igualmente, el modelo de BS para la ESS debe ser elaborado
con una triple funcionalidad, de modo que no solo muestre los resultados
obtenidos, sean estos económicos, sociales o ambientales, desde una visión
de transparencia informativa y de rendición de cuentas con los diferentes
stakeholders tanto en su visión interna y externa, sino que, a su vez, este
también sea implementado y utilizado como una herramienta de gestión
de la entidad, y, como herramienta para medir el compromiso con el buen
gobierno.
Fuente. Elaboración propia.
Figura 1. Choque entre sistema socioeconómicos
102
José Ramón Páez Pareja
RIESISE, 7 (2024) pp. 97-120 ISSN: 2659-5311
Un modelo de BS aplicable a la ESS que para su diseño necesitará de
trabajos previos donde se analicen los principios y fundamentos sobre los
que este subsistema socioeconómico se erige. Un trabajo de investigación
y revisión bibliográfico que no forma parte del presente documento al
realizarse el estudio de caso sobre un modelo de BS aplicado a la EPS
del Ecuador, y el cual fue realizado siguiendo las pautas metodológicas
anteriormente mencionadas de análisis sobre las bases que erigen este
subsistema. De modo que, una vez conocidos estos principios rectores, el
modelo de BS para la ESS deberá ser dotado de una serie de indicadores
de diversos modelos (cuantitativos, cualitativos, de profundidad, binarios,
etc.) que nos midan y pongan de manifiesto el grado de cumplimiento que
hacen las entidades insertas bajo el paradigma de la ESS, de los principios
sobre los cuales se fundamenta el subsistema. Por tanto, al tiempo que se
obtiene información sobre este cumplimiento, obtendremos un análisis
detallado sobre la caracterización sectorial del subsistema, lo cual nos
posibilitará el diseño de las mencionadas políticas públicas.
3. POLÍTICAS PÚBLICAS PARA LA ESS
Como nos citase Laville (2012), quizás uno de los principales problemas
que podemos encontrar para diseñar e implementar políticas públicas
de fomento de la ESS, obviando momentáneamente el conocimiento
previo referido con anterioridad, puede ser la “separación entre las
administraciones que se ocupan de lo social y aquellas que se ocupan
de lo económico”. Motivo por el cual se pueden encontrar acciones con
derroche de recursos económicos y que estén mal direccionadas, e incluso
con escaso impacto social. Aspectos que según el propio autor justifican
la necesidad de dedicar algunos recursos económicos a programas de
acción y actuación con los actores del territorio que estén realizados desde
la base del conocimiento de estos y la interacción con ellos. Asimismo, esta
bicefalia en el diseño de las políticas públicas nos genera, ante la falta de
un análisis y conocimiento previo de sector en el cual actuar, la consecución
de unos fines que pueden ser sociales y solidarios, o económicos, y por
tanto, diferentes y generalmente no integrales ni holísticos, en fundición de
la administración que las ejecute.
Por su parte, Coraggio (2012) nos trae la discusión entre Von Hayeck
(1976) y Polanyi (2001) “sobre el conocimiento necesario para coordinar un
sistema económico”, así como la coordinación para la compleja asignación
de recursos. Lo que a su vez no introduce en la problemática sobre los
distintos modos de conocer y los patrones de conocimiento científico,
analíticos, etc., como algo necesario para el diseño de estas. Si bien, dicho
conocimiento no debe de realizarse exclusivamente por indicadores
cuantitativos. Asimismo, Galera y, Salvatori en CIF-OIT (2015), nos plantean
la ESS como un nuevo paradigma que hemos de conocer antes de
emprender acciones de desarrollo, para lo cual, son necesarias las políticas
públicas implementadas desde los distintos gobiernos. De modo que para
el correcto diseño de una política pública, junto a la voluntad política, el
conocimiento sectorial es fundamental según los referidos autores.
La importancia del balance social en el diseño de políticas públicas para el fomento ...
103
RIESISE, 7 (2024) pp. 97-120
http://dx.doi.org/10.33776/riesise.v7.8263
A su vez, en la mayoría de los trabajos y documentos, como el de
Samaniego (2012) sobre el desarrollo de políticas públicas, podemos
encontrar diversos puntos en común y un origen similar. Por un lado,
observamos la acción gubernamental para el fomento de un determinado
sector tomando como base el marco normativo pertinente que posibilite
este, y por otro, los estudios, más o menos profundos y amplios, sobre
el conocimiento previo del sector que se quiere desarrollar; lo que va a
determinar que los resultados de la implementación puedan ser más o
menos acertados.
Por último, sobre la base de trabajos de Chavez (2010, 2012, y 2020),
y Chavez y, Monzón (2009) las políticas que inciden directamente en el
desarrollo de la ES y la ESS se pueden clasificar en: aquellas destinadas
a tomar medidas que afecten directamente a las entidades, diferenciando
entre las de oferta que se orientan a las estructuras de las entidades, y las de
demanda, cuyo fin es ampliar los mercados; y, por otro lado, aquellas que se
diseñan para el fomento del empleo. Aunque si avanzamos en el diseño de
estas, Chavez y, Monzón (2019) nos citan como elementos característicos de
las denominadas políticas públicas de segunda generación, trasponiendo
las anteriores: i) que son políticas que se elaboran siguiendo la lógica
del bottom-up, ii) priorizan el enfoque holístico, iii) poseen un enfoque
ecosistémico centrado en el presupuesto, iv) buscan la trasversalidad. De
modo que, con la puesta en práctica de estas, además de fomentar las
entidades y organizaciones de la ES, y ESS, se interviene en el territorio al
realizar las actuaciones desde el conocimiento de la realidad del sector en
el que se actúa.
4. ESTUDIO DE CASO: MODELO DE BS DISEÑADO PARA LA EPS DEL
ECUADOR
Entre 2013 y 2014 se diseñó la metodología básica que sustenta al
modelo de BS objeto del presente estudio de caso. Aunque fue en mayo de
2014, bajo la fórmula de requerimiento de información para el levantamiento
de una línea básica de cumplimiento normativo, cuando el modelo al
completo fue difundido y socializado para su elaboración por parte de las
organizaciones que componían el sector de la economía popular y solidaria
del país. Un nuevo modelo de BS que fue elaborado (Páez-Pareja, 2017)
conjugando tres bloques de principios: cooperativos, del buen vivir, y los
establecidos en Ley de EPS2, y que a su vez en cumplimiento de citada Ley
pasaría a ser de obligado cumplimiento en aplicación de la Disposición
General Segunda. Una obligatoriedad que rompe la voluntariedad trabajada
por Tascón (2012) y que será el elemento que se extrapole para mostrar
la necesidad de contar con la implementación periódica de este tipo de
2 Publicada en el Registro Oficial Nº 444 de 10 de mayo de 2011, y última modificación
del Reglamento que desarrolla la Ley con fecha del 22 de marzo de 2019 y disponible el
30 de noviembre de 2022 en: https://www.presidencia.gob.ec/wp-content/uploads/2018/04/
a2_21_reg_LOEPS_mar_2018.pdf
104
José Ramón Páez Pareja
RIESISE, 7 (2024) pp. 97-120 ISSN: 2659-5311
modelos que nos permitan diseñar políticas públicas tras el conocimiento
de la situación sectorial.
El modelo fue elaborado atendiendo a la ya citada visión sobre la teoría
de los stakeholders, así como con una cuádruple funcionalidad, ya que este
debía ser implementado por parte del sector cooperativista como:
I) herramienta de cumplimiento para reportar información al
organismo de supervisión y control,
II) herramienta de transparencia en su versión interna y externa,
III) herramienta de gestión y herramienta contable de revelación social, y,
IV) herramienta de gobierno cooperativo vinculada a la citada opción
de transparencia.
La estructura del modelo fue elaborada siguiendo el desarrollo
metodológico anteriormente citado y publicado por Páez-Pareja (2023).
Un modo que de forma previa cuenta con una caracterización sobre
la composición del tejido asociativo o cooperativista, así como de sus
trabajadores; lo cual nos permite conocer y caracterizar ambos colectivos.
En la siguiente Tabla (1) se muestra la estructura del modelo, la cual está
compuesta por 7 macrodimensiones (MD) y 24 dimensiones (D) que
albergan la mayoría de los indicadores (cuantitativos y cualitativos, así
como de profundidad y binarios) con los cuales conoceremos el grado de
cumplimiento de los principios sobre los que se erige el modelo, y que al
mismo tiempo nos permite caracterizar al sector. A su vez, debe destacarse
que los indicadores cuantitativos daban pie a la construcción por parte
del organismo de supervisión (SEPS) a la elaboración de indicadores
cuantitativos de segundo grado y de uso interno.
Una vez validado el modelo con diversas pruebas piloto, entrevistas
y focus groups, las organizaciones tuvieron que reportar la información
requerida por la Superintendencia entre los meses de marzo y abril de
2014. Para el reporte se utilizó la herramienta de encuestas en formato
libre “LimeSurvey”, con la que se diseñó una máscara de reporte adaptada
al modelo elaborado de BS. Una aplicación para diseño de encuestas
elaboradas en línea que posee código abierto y que está programada
o escrita en PHP, utilizando a su vez bases de datos en formato MySQL,
PostgreSQL y MSSQL. Una herramienta que fue elegida tras atenderse las
necesidades de la Superintendencia y las recomendaciones recibidas por
el sector cooperativista durante los procesos de validación del modelo,
destacándose entre ellas que esta pudiese:
homologar el envío de la información,
posibilitar la comparación de los resultados,
facilitar la carga de la información al usuario,
analizar la data y los resultados una vez recibidos, y,
reducir los costes operativos de las organizaciones supervisadas por
la SEPS, ya que, por competencias, los servicios prestados debían
ser de carácter gratuito.
La importancia del balance social en el diseño de políticas públicas para el fomento ...
105
RIESISE, 7 (2024) pp. 97-120
http://dx.doi.org/10.33776/riesise.v7.8263
Si bien el modelo que se presenta está finalizado, existe la posibilidad
de ampliar el mismo para la baremación del cumplimiento por parte
de las organizaciones. De modo que, a través del establecimiento de
unos mínimos de cumplimiento de los principios (los cuales deben estar
reflejados en la norma de cumplimiento anteriormente citada), se asignen
unos pesos a los distintos ítems o indicadores para cuantificar el grado de
cumplimiento de los principios. Un trabajo mostrado en el Anexo 1, que
Tabla 1. Estructura del modelo de BS para la EPS del Ecuador
MACRODIMENSIÓN SEPS DIMENSIONES
Prelación del trabajo sobre
el capital y de los intereses
colectivos sobre los indivi-
duales
Prelación del trabajo sobre el capital
Prelación de los intereses colectivos sobre
los individuales
Ocio liberador
Asociación voluntaria,
equitativa y respeto a la
identidad cultural
Accesibilidad asociativa y cooperativa
Retiro de asociados
Conocimiento cooperativo y del sistema
económico social y solidario por parte de
los miembros
Autogestión y Autonomía
Acceso a cargos Institucionales
Control democrático por los socios
Transparencia informativa
Acuerdos con otras organizaciones (no EPS)
Relación con el Estado
Estructura del Patrimonio
Equilibrio real de poder entre asociados
Participación económica
solidaria, y distribución
equitativa de utilidades o
excedentes
Concentración de aportes sociales
Utilización de utilidades y excedentes
Valor Agregado Cooperativo
Educación, capacitación y
comunicación
Desarrollo de las capacidades de los actores
relacionados a la organización
Promoción de la EPS
Investigación y desarrollo
Cooperación e integración
de Sector Económico Po-
pular y Solidario
Intercooperación (Solidaridad con entidades
del sector de la EPS)
Integración sectorial
Compromiso social, soli-
dario, comunitario y am-
biental
Comercio Justo
Comunidad
Medio Ambiente
Fuente. Elaboración propia
106
José Ramón Páez Pareja
RIESISE, 7 (2024) pp. 97-120 ISSN: 2659-5311
posibilitaría presentar los resultados en un diagrama de red de araña o
radial, donde gráficamente se visualizaría el cumplimiento realizado por
parte de cada cooperativa o entidad de la ESS sobre los principios rectores
representados en las 7 macrodimensiones (MD) del modelo. Asimismo, se
podría finalizar el trabajo iniciado para realizar un análisis multicriterio o
multivariante con el cual, una vez cerrado el establecimiento de pesos a los
distintos indicadores, se diseñasen fórmulas (Anexo 2 y 3) que posibiliten
la creación de un ranking de empresas según el grado de cumplimiento
realizado sobre los principios ya citados.
No obstante, diversos cambios institucionales y políticos dentro del país
hicieron que no hubiese continuidad en la implantación del citado modelo.
Asimismo, la realizaron estudios sectoriales desde la perspectiva del BS
se paralizó al no realizarse más requerimientos de información sobre la
base de la misma metodología (ni sobre otra diferente), al igual que no
se elaboraron normas de cumplimiento mínimo hasta diciembre de 20223
(siendo esta exclusiva para las cooperativistas de ahorro y crédito). Por
tanto, la única data disponible tras el primer levantamiento de información,
fechada en 2014, ofrece múltiples posibilidades entre las que se destaca
la implementación de políticas públicas sectoriales para el desarrollo de la
ESS elaboradas desde la caracterización sectorial, así como para contribuir
a la necesidad de contar con herramientas de BS en la ESS que entre otras
funciones sean utilizadas de forma previa al diseño de políticas públicas.
4.1. ANALISIS DE LA DATA: ESTADO DEL ARTE DE LA EPS DEL ECUADOR
Una vez finalizado el modelo, este fue enviado a la totalidad del sector
cooperativista del país para su reporte como una solicitud y requerimiento
de información sobre las actuaciones realizadas por estas en materia de
BS. Aunque como se ha apuntado, este envío se realizó de forma previa a
la existencia de una norma que sancionase el incumplimiento hecho por
parte de las organizaciones. Una norma que no existía principalmente por
el desconocimiento sobre el sector, lo que dificultada la elaboración de
esta, motivo por el cual no se podían establecer unos mínimos a cumplir.
Por ello, el envío del modelo de BS se hizo con la intención de proceder al
levantamiento de una línea base que determinase el citado cumplimento.
La fecha máxima para la devolución del modelo cumplimentado a la SEPS
(organismo de supervisión y control) tenía como vencimiento el 11 de
agosto de 2014 en base a los Oficios Circulares Nº SEPS-IEN-2014-11814 y
SEPS-IEN-2014-118134.
Si bien en un principio el modelo estaba diseñado para ser implementado
por todas las organizaciones bajo el paraguas de la Superintendencia
(cooperativas, asociaciones, mutuas, etc.), se comenzó probando el mismo
en las cooperativas al ser estas las organizaciones de la ES sobre las que se
3 https://www.seps.gob.ec/wp-content/uploads/JPRF-F-2022-048.pdf
4 Disponibles en https://www.seps.gob.ec/wp-content/uploads/SEPS-IEN-2014-11813-
CIRCULAR-.pdf visitado el 27/02/2024.
La importancia del balance social en el diseño de políticas públicas para el fomento ...
107
RIESISE, 7 (2024) pp. 97-120
http://dx.doi.org/10.33776/riesise.v7.8263
creía que existía un mayor grado de organización interna, sistematización
de procesos internos e instrumentalización. El universo cooperativista
objeto de estudio (Tabla 2) estaba compuesto en 2014 según el catastro
de entidades vigente en el momento y atendiendo a la nivelación y
segmentación de la época, por: 945 cooperativas financieras (cooperativas
de ahorro y crédito - COAC) distribuidas en cuatro segmentos5, y 2.422
cooperativas no financieras agrupadas en los sectores: productivos,
de servicios (incluye transporte), de vivienda, y consumo (a diciembre
de 2022 son 2.636 cooperativas)6. No obstante, tal y como se puede
comprobar en el nuevo catastro de organizaciones7, durante los nueve
años transcurridos desde la elaboración del modelo, citado catastro ha
sufrido reestructuraciones motivadas por procesos de fusión y absorción
de cooperativas, así como por liquidaciones forzosas hechas por la SEPS.
Sin embargo, estas modificaciones no alteran sustancialmente los datos
macro, ni al futuro del diseño de políticas públicas para el fomento sectorial,
5 En diciembre de 2022 por un cambio en los baremos de la segmentación, así como por
liquidación y fusiones forzosas, el total de cooperativas de ahorro y crédito en el país son 445
distribuidas en 5 segmentos)
6 Catastro actualizado de organizaciones disponible en: https://www.seps.gob.ec/wp-
content/uploads/Actualidad-y-Cifras-EPS-reducido-dic2022.pdf visitado el 27/02/2024
consultarOrganizaciones.jsf visitados el 05/01/2024
Tabla 2. Encuestas de BS enviadas y recibidas dentro del plazo
establecido
Fuente. Elaboración propia.
108
José Ramón Páez Pareja
RIESISE, 7 (2024) pp. 97-120 ISSN: 2659-5311
aunque sí puede alterar un poco el análisis micro y cualitativo. No obstante,
como se ha apuntado, no existe data más actualizada que la aquí mostrada.
Como primera conclusión, y previo a mayor análisis de la data, se debe
destacar el éxito del modelo en base a la respuesta obtenida tras la demanda
de información hecha. Ya que el porcentaje de encuestas completadas en
tiempo y forma, así como reportadas, fue del 40,56%, distribuidas éstas en:
un 60,88% perteneciente al sector financiero y un 39,12% perteneciente
al sector no financiero. Asimismo, el restante 59,44% de organizaciones
del subsistema presentaron la encuesta, o respondieron al llamamiento
presentando un modelo de BS de forma incompleta a la fecha de corte
para el análisis de la información (21/12/2014).
Desde el análisis de la data se confirma la idea existente sobre el mayor
grado de sistematización de procesos y la mayor cantidad de información
disponible en las cooperativas financieras —COAC— con respecto a las no
financieras. De modo que las COAC respondieron al reporte en un 46,88%
(respecto del total de su sector), mientras que por parte del sector no
financiero el reporte de información alcanzó solo el 27,37% del su sector.
Aunque en valores absolutos estas respondieron en mayor medida al ser,
en volumen, un sector con mayor número de cooperativas. No obstante, se
ha detectado que, dentro de las COAC, las de mayor tamaño por volumen
de negocio, número de sucursales y volumen de activos, las del S4, están
actuando con una visión de la RS con escasa visión estratégica y bastante
filantropía (similar a las acciones de RS llevadas a cabo por la banca
tradicional no social ni solidaria).
En cuanto al tejido societario se constata el importante peso que posee
el sector de la EPS, ESS, y el cooperativismo en el país. Pues con algo más
de 15 millones de habitantes en 2014 se puede afirmar que al menos el
30% de la población es socio de una cooperativa (Tabla 3), siendo a su vez
el 40% mujeres. Además, el modelo de BS posibilita caracterizar tanto al
colectivo de socios como de trabajadores, lo que permite realizar diversos
estudios de caracterización de estos en base a cuestiones como: 1) sexo y/o
género (socios: 56,46% hombre, 42,61% mujer y 0,84% empresas jurídicas);
2) antigüedad (aunque existe una alta rotación de socios y trabajadores,
también se constata una alta fidelización); 3) nivel de estudios, nacionalidad
o pueblo ancestral (91,63% de los socios catalogados blancos y mestizos);
4) edad, etc. Fruto de esta caracterización se conoce hoy que solo el 5,57%
de los socios y socias de las cooperativas son perceptores del Bono de
Desarrollo Humano (BDH), lo cual permite desmitificar y deconstruir la
idea preexistente sobre que la mayoría de los socios de las cooperativas
pertenecen a los estratos sociales con menor poder adquisitivo y con más
necesidad de ayuda social por parte de las instituciones del Estado.
Si bien la información disponible es muy extensa al existir 132 indicadores
cuantitativos más los binarios y cualitativos, a modo de síntesis se puede
presentar la siguiente información como conclusión previa y poseyendo
cierta relevancia para ser destacada dentro de cada macrodimensión.
La importancia del balance social en el diseño de políticas públicas para el fomento ...
109
RIESISE, 7 (2024) pp. 97-120
http://dx.doi.org/10.33776/riesise.v7.8263
Dentro de la 1 MD de Prelación del trabajo sobre el capital y de
los intereses colectivos sobre los individuales, hay que decir que
las cooperativas financieras generaron más empleo (el 91,16%) que
en el sector no financiero (el 8,84%); aunque poseen un alto índice
de rotación. Por otro lado, el 75,31% de las cooperativas afirma no
realizar acciones de trabajo voluntario o para la comunidad, lo cual
rompe con cierta idea contraria preexisten en la sociedad. Asimismo,
el 66,8% de las cooperativas considera necesario que sus socios y
trabajadores dediquen tiempo a tareas de trabajo de reproducción
de la vida. El 75,3% de las cooperativas consideran importante
que los trabajadores destinen tiempo a su trabajo de formación,
y el 15,6% de estas entregan algún aporte monetario a aquellos
trabajadores que realizan trabajos voluntarios para la comunidad.
También se debe citar que existen diversos programas como los de
compras cooperativas o de comercialización asociativa que apenas
alcanzan el 13,59% para el total del volumen de compras y el 2,25%
para las ventas, así como de programa salud o de comida para los
trabajadores, y los fondos de pensiones o cesantías que tan solo
existen en el 7,49% de las cooperativas.
Dentro de la 2 MD de Asociación voluntaria, equitativa y respeto a la
identidad cultural hay que destacar que el 90,62% de las cooperativas
posee un documento, una normativa o política que puede estar
escrita o no, y mediante la cual se establece el procedimiento
para la incorporación de socios. Igualmente, el 88,42% de las
cooperativas posee normativas o políticas para regular y establecer
los procedimientos de retiro y salida de socios.
Sobre la 3 MD de Autogestión y Autonomía se debe destacar la
práctica paridad de género dentro de la composición societaria
de las cooperativas, donde la participación de la mujer es superior
al 42%. No obstante, esta no tiene reflejo dentro de los órganos
Tabla 3. Caracterización de socios y trabajadores
Fuente. Elaboración Propia.
110
José Ramón Páez Pareja
RIESISE, 7 (2024) pp. 97-120 ISSN: 2659-5311
de dirección de estas, puesto que las mujeres solo representan el
12,80% del total de las presidentas de cooperativas (Tabla 4), tienen
una representación del 20,97% en los Consejos de Administración,
un 22,20% en los Consejos de Vigilancia, y solo el 19,72% llegan
a ser las Gerentes de estas; solo 4 de las 35 COAC del S4 poseen
una mujer en la gerencia. Igualmente, solo poseen una cuota
de representatividad del 25,15% en el resto de las comisiones
organizadas en las cooperativas. Asimismo, la mayor participación
de las mujeres en los órganos de dirección se produce dentro de
las cooperativas vinculadas a la economía del cuidado, siendo esta
en las cooperativas de vivienda, consumo y servicios. En otro orden,
pero dentro de esta MD, se puede afirmar que la renovación de
los cargos no se está realizando tal cual indica la norma, al igual
que solo el 49,2% de las cooperativas permite que la información
económico-financiera sea conocida por terceros al margen del
consejo de vigilancia y del auditor externo.
Sobre la 4 MD de Participación económica solidaria, y distribución
equitativa de utilidades o excedentes, citar el Capital Social total
de las cooperativas asciende a USD 649.611.012,15 estando
concentrado este en un 90,50% en las COAC; concretamente
un 66,86% pertenece a las COAC del S4. Por otro lado, sobre la
distribución de beneficios y utilidades, un elevado porcentaje
de cooperativas (el 22,64%) que distribuye estos al margen de lo
dictado por el artículo 54 de la LOEPS y SFPS, si bien la decisión
sobre dicho reparto se produce en el seno de la Asamblea General.
Al mismo tiempo, hay que decir que existe una amplia diversidad de
programas vinculados a la solidaridad democrática, a la filantropía
empresarial y a los procesos colaborativos que, aunque no están
muy extendidos, sí manifiestan gran cantidad de beneficios para
trabajadores y socios. Como síntesis del aporte realizado por las
cooperativas a estos programas, hay que decir que este supone
un porcentaje superior al 90% para las cooperativas, quedando
pendiente de pago a cargo del trabajador o asociado una cuota
inferior al 10% del valor del programa.
Sobre la 5 MD de educación, capacitación y comunicación hay que
decir que el 45,86% de las cooperativas aparentemente no realizan
ninguna acción de formación para sus trabajadores o socios, y
que el 84,97% de éstas nunca trató con anterioridad el asunto.
Igualmente, el 30,99% de las cooperativas afirma poseer planes de
formación internos, aunque también hay un 23,15% de cooperativas
que afirma realizar actividades formativas sin plan de formación y
sin presupuestar previamente. Asimismo, la inversión en formación
realizada y destinada a los socios se ha incrementado en un 99,56%
respecto a 2012, duplicando la cuantía existente con anterioridad.
Asimismo, la destinada a formación de trabajadores se incrementó
un 32,35% con respecto al año anterior y ésta supone 2,8 veces el
importe destinado a la inversión en formación de socios.
La importancia del balance social en el diseño de políticas públicas para el fomento ...
111
RIESISE, 7 (2024) pp. 97-120
http://dx.doi.org/10.33776/riesise.v7.8263
Sobre la 6 MD de cooperación e integración del sector económico
popular y solidario, citar que el 80,59% de las cooperativas no la
considera necesaria (en un 63,59%) o no cree que le sea de aplicación.
Las operaciones de inversión en cooperativas no financieras con
recursos de COAC poseen una escasa relevancia, representando
solo el 4,26% de las compras y el 1,59% de las ventas. En cuanto a
las operaciones de créditos afectadas a la intercooperación, estas
tan solo representan el 12,63% del volumen de negocio total que
posee el sector; de modo que el core de negocio principal de las
COAC es externo a la EPS y el SFPS. Finamente, solo el 48,9% de
las cooperativas afirma buscar y propiciar la integración sectorial, si
bien este porcentaje en las COAC se eleva hasta el 70,8%.
Sobre la séptima MD de compromiso social, solidario, comunitario
y ambiental, las actuaciones que realizan las cooperativas para con
su comunidad, en especial las de comercio justo, son bastantes
escasas, pues el 83,00% de las cooperativas no han tratado antes el
asunto o no consideran que le sean de aplicación; lo cual rompe con
la idea previa sobre el elevado compromiso comunitario. En cuanto
a las acciones de compromiso y desarrollo con la comunidad, las
cooperativas que realizan algún tipo de actuación son el 28,57%
del total. Asimismo, sobre las actuaciones medioambientales, un
81,47% de cooperativas afirma no haber realizado acciones de este
tipo, y el 47,5% de las cooperativas del país desconoce la existencia
de normativas medioambientales. Finalmente, sobre el total de las
actuaciones contempladas en esta MD se constata un cumplimiento
promedio en torno al 25%, así como del 30% en las acciones de
compromiso con la comunidad.
Tabla 4. Composición por género de los cargos institucionales
Fuente. Elaboración Propia.
112
José Ramón Páez Pareja
RIESISE, 7 (2024) pp. 97-120 ISSN: 2659-5311
4.2 PRINCIPALES CONCLUSIONES SECTORIAES PARA EL DISEÑO DE
POLÍTICAS PÚBLICAS
El análisis de la data disponible nos permite conocer con amplitud este
subsistema económico y poder abordarlo con políticas públicas para su
fomento. Un fomento que se constata en la importancia social y económica
que posee el sector para el país, y que se complementa con las siguientes
conclusiones sistémicas extraídas de mencionada data:
Existe en el universo cooperativista del país un gran desconocimiento
sobre BS y RS, ya que solo el 18,82% de las cooperativas afirmó
tener y desarrollar una metodología de BS, mientras que el 81,18%
afirmó no haber aplicado nunca una metodología de BS (1.108
cooperativas de 1.365), aunque sí afirmó realizar o haber realizado
de forma dispersa algunas acciones consideradas de RS; lo cual
indica cierto conocimiento sobre la materia, aunque sea leve.
Desde la perspectiva del buen gobierno cooperativo (BGCoop) el
24,5% de las cooperativas afirma no conocerlo, así como el 23,60%
afirma poseer un Código de BGCoop. Existiendo casi un 50% de
cooperativas que ofrecieron repuestas varias que oscilan entre la
realización de algunas actuaciones o considerar que era algo que
no les era de aplicación.
Se puede afirmar, desde un análisis general de la data, la existencia
de un porcentaje de cooperativas cercano al 30% del universo, el
cual sistemáticamente incumple con la práctica totalidad de los
indicadores, sean cuantitativos, de profundidad o binarios; lo cual
nos puede indicar la necesidad de una depuración del subsistema.
No obstante, al no haberse diseñado una norma de cumplimiento
mínimo sobre al reporte de información, no se puede afirmar el
incumplimiento ni contrastar el citado valor de cooperativas que
incumple.
En base a lo anterior, se puede afirmar que no se detectan fallas
importantes en referencia a una posible crisis de gobernabilidad o gobierno
cooperativo en el sistema. Aunque sí se observa una concentración en la
toma de decisiones dentro de las áreas más operativas y ejecutivas de las
cooperativas —gerencia y consejo de administración— en detrimento de
los órganos decisorios —asamblea general—. Esto da lugar a un control
de las cooperativas por parte pequeños grupos de gerencias y consejos
de administración que en algunos casos actúan desde la ausencia de
fiscalización y excediéndose en sus funciones. Así como desde la libertad
para la toma de decisiones más allá de las meramente operativas, pues
adoptan decisiones estratégicas que debieran ser debatidas y acordadas
en el seno de las asambleas de socios.
En cuanto a la relación entre el sector cooperativista y el Gobierno
se concluye que estas se relacionan con la autoridad para conseguir
financiación en forma de subvenciones, al tiempo que hacen los pagos
estrictamente necesarios por obligación legal. Igualmente es significativo el
La importancia del balance social en el diseño de políticas públicas para el fomento ...
113
RIESISE, 7 (2024) pp. 97-120
http://dx.doi.org/10.33776/riesise.v7.8263
desconocimiento existente en parte de las cooperativas del ordenamiento
jurídico que regula al sector, lo cual dificulta el cumplimiento de éste y
facilita el impago de impuestos, aun habiéndose constatado la existencia de
numerosas cooperativas que poseen contratos con servicios profesionales
jurídicos y contables para la gestión administrativa de la misma. En
principio, la relación existente entre las cooperativas y el Estado es más
reactiva que proactiva, al tiempo que se visualiza cómo la relación existente
está cambiando por la existencia de mayores mecanismos de control sobre
el sector y por la lucha contra la corrupción y la coima, aspectos cada vez
más combatidos dentro de los procesos internos de las organizaciones, así
como por la formación de los operarios.
La actual estructura del modelo dificulta un análisis pormenorizado
sobre la concentración de capitales en personas o grupos, aunque sí se
observa una concentración de capital de un 90,50% dentro de las COAC,
y en especial, el 66,86% del capital está concentrado en las COAC del
S4. La escasa información existente muestra concentración de aportes y
certificados en algunas cooperativas y en torno a grupos de socios, lo cual
tiene su reflejo en la falta de equidad en la distribución de las utilidades
y excedentes aun existiendo limitación por aplicación del artículo 54 de
LOEPS. En este orden, el 22,64% de las cooperativas hace la distribución al
margen de lo establecido por Ley.
Como conclusión no se aprecian incumplimientos flagrantes de los
principios reguladores del sector, si bien existe un cumplimiento moderado
de los mismos. Sobre dicho cumplimiento se aprecia un incremento desde
la aparición de la SEPS, afirmación que puede hacerse en base a la evolución
de los datos entre 2012-2013, así como por el conocimiento de la realidad
del sector y la coparticipación en estudios realizados para dicho ente de
supervisión y control durante 2014.
5. ANÁLISIS SOBRE LA RELACIÓN ENTRE EL BS Y EL DISEÑO DE POLÍTICAS
PÚBLICAS PARA EL FOMENTO DE LA ESS
Un análisis teórico sobre la implementación de políticas públicas
sectoriales en fomento de la ESS podría comenzar como nos muestran
Chávez y Monzón (2019) diferenciando entre aquellas políticas blandas cuya
finalidad es la generación de unos ecosistemas favorables que permitan
el desarrollo de éstas, y las duras que buscan el impulso económico
sectorial. Aunque si buscamos la necesidad de apostar por estas formas
organizativas que tradicionalmente han estado excluidas de las políticas
públicas de fomento económico, podríamos citar trabajos como los de
Lee (2020) con la inclusión de los sectores tradicionalmente excluidos. No
obstante, una vez adoptada la decisión de fomentar el subsistema de la ESS
como parte de la economía mixta, así como acotado el marco teórico que
nos posibilite la implementación de éstas, el primer paso para proceder a
su diseño, elaboración e implementación debe sustentarse en un correcto
conocimiento de la realidad sectorial, para de ahí continuar con su correcto
diseño en búsqueda de la máxima efectividad. Siendo en este punto
114
José Ramón Páez Pareja
RIESISE, 7 (2024) pp. 97-120 ISSN: 2659-5311
donde el BS desempeña un rol fundamental al ser la mejor herramienta
para conocer esta realidad y sector. Una afirmación que podemos realizar
al ser el BS, en sus diversas formas y denominaciones (Mugarra, 2004), la
herramienta que nos posibilita tanto mostrar los resultados de cumplimiento
de los principios rectores del sector, como todas aquellas acciones que
realizan las entidades de la ESS, la caracterización del colectivo societario
de la entidad y su vinculación con el territorio.
Para el supuesto que nos ocupa, este trabajo de conocimiento sectorial
se realizó con la encuesta ya presentada en los puntos anteriores. Una data
extraída del reporte de información en BS realizado por las cooperativas
de Ecuador con un margen de confianza del 95% sobre un universo
cooperativista superior a tres mil entidades con tasa de respuesta superior
al 40%. Lo que nos confirma la necesidad de contar con herramientas de BS
para poder diseñar las políticas públicas de desarrollo sectorial en base a
las conclusiones ya mostradas y extraídas del análisis de la data, pudiéndose
establecer las siguientes líneas de trabajo.
1. Analizando en detalle la data reportada se pueden extraer posibles
comportamientos y relaciones de causa efecto entre variables, al
tiempo que se pueden ampliar los trabajos de caracterización que
nos amplíen el conocimiento sectorial para desarrollar las políticas.
Estos futuros estudios realizados utilizando como base la data e
información disponible pueden ser:
1.a. Análisis de sectoriales diferenciando entre el sector financiero y
el no financiero analizando el rol de los diferentes stakeholders
y su contribución a la consecución de los principios sectoriales.
1.b. Análisis sectoriales (financiero y no financiero) por segmentos
y niveles sobre el grado de cumplimiento y ejecución de las
prácticas de responsabilidad social para la ESS.
1.c. Análisis comparativo entre el cumplimiento de las prácticas de
RS-ESS o RSCoop realizadas por las COAC del S4 (tras la nueva
clasificación ya citada, S1) y las prácticas de RSE o RSC realizadas
por la banca privada no popular ni solidaria cuyo objetivo sea
comparar los distintos grados de cumplimiento.
1.d. Análisis de relaciones de causa-efecto donde se analice el
porqué de los incumplimientos o falta de cumplimientos de los
valores, fundamentos y principios del sector.
1.e. Estudios de género, etnia, y pueblo o nacionalidad relacionados
con el Buen Gobierno, con la buena gestión, y con la obtención
de mejores resultados económicos por las cooperativas. Análisis
sustentados en la existencia de indicios que manifiestan mejores
resultados económicos y de cumplimiento de principios en
cooperativas con mayores porcentajes de citados colectivos.
1.f. Análisis territorial y sectorial de cumplimiento de principios,
relacionando éste con el proceso evolutivo del cooperativismo
y la EPS y del SFPS en el país, contrastando la hipótesis de que
aquellas cooperativas con mayor historia o antigüedad realizan
La importancia del balance social en el diseño de políticas públicas para el fomento ...
115
RIESISE, 7 (2024) pp. 97-120
http://dx.doi.org/10.33776/riesise.v7.8263
más número de acciones de RS-ESS o RSCoop, o cumplen en
mayor medida con los principios del sector.
1.g. Análisis sobre la concentración de aportes sociales en escasos
socios.
2. Por otro lado, sobre la base de las conclusiones extraídas de la data
y sin realizar estudios posteriores en base a la misma, se pueden
diseñar las siguientes políticas públicas.
2.a. Fomento y difusión de las prácticas de BS, así como de
socialización de las metodologías de BS, e implementación de
éstas en las cooperativas y entidades de la ESS; tomando como
base el alto desconocimiento existente (81,18%). Esto a su vez
se refuerza con la existencia de un 30% de cooperativas que
sistemáticamente incumple la práctica totalidad de indicadores.
2.b. Fomento y difusión de las prácticas de BGCoop, así como la
socialización de las metodologías de BS e implementación de
éstas en las cooperativas y entidades de la ESS, tomando como
base el alto desconocimiento (24,5%) existente, así como de un
porcentaje cercano al 50% que apenas tiene algún conocimiento.
Dicho fomento se relaciona y refuerza con la existencia de grupos
de gerentes y consejos de administración que gestionan las
cooperativas como si fuesen una empresa de capital. Así como
en el fomento de la transparencia, concentración de capitales
y escasa distribución de excedentes tras la puesta en marcha
de más programas colectivos, puesto que se han constatado los
beneficios para los socios y trabajadores, pero continúan siendo
pocos los existentes.
2.c. Desarrollo de políticos que erradiquen las brechas de género
existentes y mostradas, cuyo objetivo sea, como mínimo,
conseguir la paridad entre hombres y mujeres en los cargos de
dirección, Presidencias y Gerencias de las cooperativas y del
sector.
2.d. Políticas de formación para trabajadores y cooperativista sobre
principios cooperativos, fundamentos de la ESS, prácticas y
gestión de entidades de la ESS,
2.e. Fomento del compromiso con la comunidad y vinculación
al territorio ya que son mínimas las entidades que realizan
actuaciones en comercio justo 17% y de compromiso con la
comunidad 21,43%.
2.f. Fomento y desarrollo de prácticas de intercooperación tanto
entre cooperativas del mismo sector como entre cooperativas
de diferentes sectores, pues la data nos muestra que este tipo
de actuaciones en el mejor de los supuestos alcanza a un 20%
de las cooperativas de un sector.
116
José Ramón Páez Pareja
RIESISE, 7 (2024) pp. 97-120 ISSN: 2659-5311
6. CONCLUSIONES
Tomando como punto de partida la necesidad de fomentar los sectores
estratégicos de la economía de un país, región o territorio, y constatado
el carácter estratégico que posee el cooperativismo, la ES y la ESS en la
economía mundial así como su alineación con los ODS, se considera
necesario tener que dotarnos de herramientas que nos permitan realizar
análisis correctos y exhaustivos (en este caso el BS) con el fin de proceder a
implementar las mejores y más correctas políticas públicas que posibiliten
la optimización de los recursos aportados y obtener los mejores resultados.
El presente trabajo realizando sobre la base de un modelo y un estudio
de caso, constata que un buen diagnóstico basado en una herramienta de
BS nos permite afinar con los análisis y posteriormente poder diseñar de
forma más correcta las políticas públicas de desarrollo sectorial, por lo que
la apuesta por las herramientas de revelación social o BS se presenta como
necesarias para proceder a la implementación de las correctas políticas
de desarrollo sectorial. Unas modelos de BS que deben ser realizados e
implementados, si no de manera obligatoria, al menos recomendada y por
una amplia muestra representativa que permita el correcto diseño de las
políticas. Si bien, como ha quedado patente en el presente documento,
modelos socioeconómicos que pueden llegar a ser antagónicos, no
debieran de tener una misma herramienta para medir el resultado de sus
actuaciones.
7. BIBLIOGRAFÍA
Castilla Polo F. y Gallardo Vázquez D. (2014). La revelación social en sociedades
cooperativas: una visión comparativa de las herramientas más utilizadas
en la actualidad.REVESCO. Revista de Estudios Cooperativos,114, 7-34.
https://doi.org/10.5209/rev_REVE.2014.v114.44291
Chaves, R. (2010). Las políticas de apoyo a las cooperativas de trabajo
asociado y las sociedades laborales en España. En Las empresas de
trabajo asociado en España: evolución reciente y perspectivas. Centro
Internacional de Investigación e Información sobre la Economía Pública,
Social y Cooperativa, CIRIEC-España, 159-226.
Chaves, R. (2012). Las políticas públicas y las cooperativas. EKONOMIAZ.
Revista vasca de Economía, 79 (01), 168-199, 2012.
Chavez, R. (dir.) (2020). La nueva generación de políticas públicas de
fomento de la economía social en España, Tirant lo Blanch.
Chavez, R. y Monzón, J.L. (2009). Las políticas de economía social en Europa.
Cuadernos del Mercado de Trabajo, 3(1), 43-55.
Chávez, R., & Monzón, J. (2019). Buenas prácticas en las políticas públicas
relativas a la economía social europea tras la crisis económica (p. 51).
https://www.eesc.europa.eu/sites/default/files/files/qe-02-18-749-es-n.
pdf
La importancia del balance social en el diseño de políticas públicas para el fomento ...
117
RIESISE, 7 (2024) pp. 97-120
http://dx.doi.org/10.33776/riesise.v7.8263
Coraggio, J.L. (2012). Economía social y solidaria: Las relaciones entre
conocimiento y políticas públicas. (85-104). En Coraggio, J. L. (ed.)
(2012). Conocimiento y Políticas Públicas de Economía Social y Solidaria.
Quito, Ecuador: Editorial IAEN.
Espín, W. P., Bastidas, M. B., y Durán, A. (2017). Propuesta metodológica de
evaluación del balance social en asociaciones de economía popular y
solidaria de Ecuador, CIRIEC-España, Revista de Economía Pública, Social
y Cooperativa, 90, 123-157. https://doi.org/10.7203/CIRIEC-E.90.9240
Etzioni, A. (2007). La dimensión moral: Hacia una nueva economía. Madrid,
España: Ediciones Palabra.
CIF-OIT (Centro Internacional de Formación – Organización Internacional
del Trabajo) (2015). Políticas Públicas para la economía social y solidaria:
hacia un entorno favorable. El caso de Europa. CIF-OIT, Turín, Italia.
Gallardo Vázquez, D., Sánchez, M. I., & Castilla, F. (2014). Modelización
estructural de la orientación a la responsabiliad social en las
sociedades cooperativas y su impacto en los resultados.ICE, Revista De
Economía,1(879). Recuperado a partir de https://revistasice.com/index.
php/ICE/article/view/1705
Lazkano, Larraitz; San-Jose, Leire (2019). Monetización del valor social:
el caso Clade, Gizarte Ekonomiaren Euskal Aldizkaria/Revista Vasca de
Economía Social, 16, 103-127. https://doi.org/10.1387/reves.20903
Laville, J-L. (2012). La Economía Social y Solidaria en Europa y Francia (41-
53). En Coraggio, J. L. (ed.) (2012). Conocimiento y Políticas Públicas de
Economía Social y Solidaria. Quito, Ecuador: Editorial IAEN.
Lee, S. (2020). Role of social and solidarity economy in localizing the
sustainable development goals development goals. International Journal
of Sustainable Development & World Ecology, 27(1), 65–71. https://doi.
org/https://doi.org/10.1080/13504509.2019.1670274
Mozas, A., y Puentes, R. (2010). La Responsabilidad Social Corporativa y
su paralelismo con las sociedades cooperativas. REVESCO – Revista de
estudios cooperativos, 103, 75-100.
Mugarra, A., (2001). Responsabilidad y Balance Social hoy en día: un reto
para las cooperativas, CIRIEC-España, Revista de Economía Pública,
Social y Cooperativa, 39, 25-50.
Mugarra, A. (2004). “Balance social y responsabilidad social en las empresas
de economía social”. En J.F. Juliá (Ed.), Mediterráneo económico:
‘Economía social, la actividad económica al servicio de las personas, 311-
331, Fundación Cajamar-Caja Rural Soc. Cooperativa de Crédito.
Nyssens, M., (1997). Popular Economy in the South, Third Sector in the North:
Are They Signs of a Germinating Solidary Economy? Annals of Public
and Cooperative Economics, 68 (2), 167-196. http://emes.net/content/
118
José Ramón Páez Pareja
RIESISE, 7 (2024) pp. 97-120 ISSN: 2659-5311
uploads/publications/Nyssens-marthe-popular-economy-south-third-
sector-north.pdf
Páez-Pareja, J. R. (2017). El Balance Social como herramienta de gestión
integral para las organizaciones de la Economía Social: Desarrollo
metodológico para la EPS del Ecuador. Tesis Doctoral, Universidad
Pablo de Olavide, Sevilla. España
Páez-Pareja, J.R. (2023). El Balance Social: Un modelo para la economía
popular y solidaria del Ecuador, CIRIEC-España, Revista de Economía
Pública, Social y Cooperativa, 108, 163-190. https://doi.org/10.7203/
CIRIEC-E.108.21847
Polanyi, K. (2001). La gran transformación. Buenos Aire: Fondo de Cultura
Económica.
Samaniego, P. (2012). Ciclo Económico, Política Pública y Sector Social.
Quito, Ecuador: Editorial IAEN.
Spear, R., (2001). El balance social en la economía social. Enfoques y
problemática. CIRIEC-España, Revista de Economía Pública, Social y
Cooperativa, (39), 9-24.
Subirach, G., y Suriñach, R., (2021). El Balance Social: una pieza clave en la
reconstrucción económica desde una mirada transformadora, Revista de
Contabilidad y Dirección, 32, 81,94.
Tascón, R. (2012): Reflexiones sobre la naturaleza jurídica de la
Responsabilidad Social de la Empresas. En López Cumbre, L. (Coord.),
Autonomía y Heteronomía en la Responsabilidad Social de la Empresa,
Comares Editorial.
UE (2001): Libro Verde: Fomentar un marco europeo para la responsabilidad
social de las empresas. (COM (2001) 0336 final). Bruselas. https://eur-
lex.europa.eu/legal-content/ES/TXT/?uri=celex%3A52001DC0366
Von Hayeck, F. (1976): ¿Inflación o pleno empleo? Madrid: Unión Editorial.
FUENTE DE FINANCIACIÓN
Este artículo no cuenta con fuente de financiación alguna.
CONTRIBUCIONES DEL AUTOR
La totalidad del artículo y del trabajo que lo origina ha sido elaborado
por el autor del presente.
La importancia del balance social en el diseño de políticas públicas para el fomento ...
119
RIESISE, 7 (2024) pp. 97-120
http://dx.doi.org/10.33776/riesise.v7.8263
Fuente. Elaboración propia.
Anexo 1. Trabajo para establecer pesos y valorar el cumplimiento de
principios
120
José Ramón Páez Pareja
RIESISE, 7 (2024) pp. 97-120 ISSN: 2659-5311
Anexo 2. Desarrollo multicriterial
Fuente. Elaboración propia.
Fuente. Elaboración propia.
Anexo 3. Desarrollo multicriterial