
Entre legitimidad e instrumentalización política. Economía social solidaria y popular ...
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RIESISE, 7 (2024) pp. 79-96
http://dx.doi.org/10.33776/riesise.v7.8272
para las actividades de la Economía Solidaria, convirtiendo el DANSOCIAL
en la UAEOS, la cual es adscrita al Ministerio del Trabajo como unidad
operativa de las políticas públicas.
Las funciones de dirección, orientación y evaluación de las políticas
públicas en materia de fomento fueron asumidas por el Ministerio del
Trabajo por el Despacho del Ministro (art. 6 coma 3º del Decreto 4108),
así como las funciones de coordinación y supervisión (art. 6 coma 8º) y la
promoción de estudios sobre la materia de economía solidaria (art. 6 coma
9º). De igual forma, las funciones de dirección de la agenda legislativa
sobre Economía Solidaria fueron otorgadas al Despacho del Ministerio del
Trabajo (art. 6, coma 24º del Decreto 4018).
La modificación de la institucionalidad de las políticas laborales incidió
en el DANSOCIAL siendo transformado en UAEOS por el Decreto 4122 de
2011, tuvo la función de elaborar de planes de fomento de conformidad
al Ministerio del Trabajo, así como la coordinación de las políticas públicas
y de redes que tengan la función de promoción, formación, investigación,
fomento, protección, fortalecimiento, estimulo empresarial, científico y
tecnológico (art. 4, coma 4º del Decreto 4122 de 2011).
En el año 2011, la transformación del DANSOCIAL implicó la vuelta a
la dirección y formulación de políticas pública al Ministerio del Trabajo
como se había fue formulado en sus orígenes (Sánchez Álvarez, 2016). Es
importante indicar que el DANSOCIAL y la UAEOS después, mantuvieron
autonomía presupuestal, pero la transformación en UAEOS desplazó el
diseño y la evaluación de las políticas al Ministerio del Trabajo. La evolución
de la entidad pública creo un doble discurso entre la promoción y el control.
5. CONCLUSIONES Y DISCUSIÓN
Los tres países comparten similitudes y presentan diferencias respecto
al fomento de la ESS, influenciados por la globalización y crisis del siglo
XX. Argentina se destacó por la autonomía estatal hasta los años setenta,
cuando las reformas neoliberales condicionaron su economía. Tras la crisis
de 2000-2001, resurgió como movimiento sociopolítico. Con la victoria
del Partido Justicialista (2002-2015), se impulsaron políticas económicas
y sociales apoyadas en el cooperativismo, promoviendo empresas
recuperadas y cooperativas de trabajo para dinamizar el mercado laboral. Se
fomentaron emprendimientos colectivos, integrando organización popular
y economía cooperativa en un sistema de Economía Social. Brasil, a partir
del año 2003, experimentó un cambio político con la llegada del Partido
de los Trabajadores al poder, permaneciendo hasta 2016. Esto fortaleció
la relación entre el Estado y la Economía Solidaria, impulsando políticas
de fomento. La masiva participación en el Foro Mundial Social de 2001 en
Porto Alegre destacó el interés por un nuevo paradigma socioeconómico.
Brasil se consolidó como referente altermundialista, promoviendo la
investigación y apoyo a emprendimientos populares solidarios. A diferencia
de Argentina y Brasil, Colombia no cambió sus políticas económicas, sino
que transformó las instituciones de fomento de la Economía Solidaria bajo
una política desarrollista que diferenciaba fomento y supervisión para