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Nuria de la O Vidal Teruel
reVisTa ONOba, 2024, Nº 12
arquitrabes de la aedes. De esta forma el elemento
predominante en la Bética será el mármol origina-
rio de las canteras provinciales, destacando las de
Estremoz en la Lusitania, o Almadén y, en me-
nor medida, Macael en la Baetica. El uso masivo
de los mármoles de las canteras imperiales quedaba
reducido a los lugares donde hubiera miembros de
la administración imperial, como las capitales pro-
vinciales, conventuales o ciudades de especial signi-
cación estratégica y/o comercial como pudieron
ser Arucci, Munigua o Baelo Claudia, y ciudades
del entorno inmediato a las capitales administrati-
vas que recibieran parte del material exportado de
las canteras imperiales así como a los propios talle-
res ociales, caso de Italica y Carmo. En cualquier
caso, solo en el foro provincial se constata el uso
masivo de mármol importado, resultando su pre-
sencia en el resto de conjuntos más anecdótica que
normativa, erigiéndose su arquitectura, escultura y
epigrafía en materiales eminentemente provinciales
y locales, tal y como muestra la propia capital asti-
gitana. El auge de la arquitectura forense bética en
época augustea supondrá que buena parte de los ele-
mentos más distinguidos de la arquitectura, escul-
tura y epigrafía se realicen sobre mármol de Luni,
aunque se ha constatado el uso de otros materiales
como el mármol de Paros, Giallo Antico, Pavona-
zzetto, pentélico, etc. concentrados especialmente
en la aedes del denominado Forum Novum de Co-
lonia Patricia.
Al igual que ocurre con los materiales y la mo-
numentalidad, la propia ocupación del espacio tam-
bién se encontraba bajo una estricta jerarquización
De este modo, había lugares calicados como de
“primer orden”, reservados de forma exclusiva para
las representaciones imperiales como la curia, la
aedes augusti y la propia cella de la aedes. A estos
se añadirían las salas y espacios que estaban abiertos
directamente a la plaza, ya fuera a modo de aedi-
culae o ciclos escultóricos exentos, normalmente
pedestres, que se exhibían en las inmediaciones de
la aedes o en los intercolumnios de los pórticos
orientados hacia el espacio abierto. En las mismas
condiciones se encontraban aquellas divinidades
que representaban alguna virtud asociada al trono
imperial, aunque su posición parece quedar reducida
al interior de edicaciones tipo aedicula, así como
la propia imagen del genius municipii como dei-
dad representante de la ciudad.
En cuanto a la representación de las imágenes
imperiales se desarrollan de múltiples tipos: seden-
tes o pedestres, semidesnudas, divinizadas, portan-
do la toga como como jefe político del Estado, con
coraza como comandante en jefe de los ejércitos, ca-
pite velato como máxima autoridad religiosa, etc.
Las representaciones de las oligarquías se reducen
a personajes togados, destacando su posición como
miembro del senado, o capite velatio para aquellos
representantes de instituciones religiosas.
En lo que respecta a la epigrafía evergética, de-
jando al margen la que se desarrolla en los frisos
templares y contiene las dedicaciones de los mis-
mos, recogía las donaciones de la oligarquía urbana
en placas, pedestales o, incluso, inscripciones pa-
vimentales. De esta manera la aedes se postula de
nuevo como un edicio determinante en los esque-
mas forenses béticos, el cual recibirá los materiales
de mayor prestigio y se tenía un especial cuidado en
lo que respectaba a su composición, evidenciando
un status superior al resto de funciones y edicios
que se desarrollaban en estos conjuntos públicos,
encontrándose físicamente sobreelevado para dotar-
lo de un mayor impacto visual y dar sensación de
preeminencia.
Cierra el volumen un cuantioso corpus biblio-
gráco de 43 páginas [281-325], como corresponde
al tratamiento de un tema, el foro romano, al que se
han dedicado ríos de tinta desde hace décadas, y que
ya cuenta con un repertorio de títulos convertidos
en “clásicos”, casos, entre otros, de Le culte impe-
rial dans la Péninsule Iberique d’Auguste a Dio-
cletien, de R. Etienne (1958); The imperial cult in
the latin west. Studies in the Ruler Cult of the
Western Provinces of the Roman Empire, publi-
cada por D. Fishwick, en varios volúmenes desde
1987 a 2005; Arquitectura forense en la Hispania
romana, bases para su estudio, de J. L. Jiménez
Salvador, referencia obligada para el conjunto his-
pano desde su publicación en 1987; o Curia Ordi-
nis. Recherches d’architecture et d’urbanisme
antiques sur les curies provinciales du monde
romain, de J. Ch. Balty de 1991; a las que se suman
las fundamentales de F. Coarelli, Il Foro Romano I.
Periodo arcaico (1983) y Il Foro Romano II. Pe-
riodo repubblicano e augusteo (1985), P. Zanker,
Il foro di augusto (1984) y Augusto y el poder de
las imágenes (1994) y P. Gros, y su monumental
L’Architecture romaine, du début du IIIe siècle
av. J.-C. à la n du Haut-Empire. 1, Les monu-