Árboles autóctonos

Los árboles en un campus universitario desempeñan un papel crucial y ofrecen una serie de beneficios significativos para la comunidad universitaria y para la ciudadanía, que también utiliza el Campus como espacio de paseo y descanso. Aquí están algunas razones por las que son importantes:

1. Generan un ambiente propicio para el estudio y la relajación: la presencia de árboles crea un entorno agradable y relajante. Los estudiantes pueden estudiar al aire libre, disfrutar de la sombra y conectarse un poco más con la naturaleza.
2. Mejoran la calidad del aire: los árboles absorben dióxido de carbono (CO₂) y liberan oxígeno (O₂) durante la fotosíntesis. Esto contribuye a una mejor calidad del aire en el campus.
3. Ayudan a reducir el estrés y mejorar el bienestar: numerosos estudios han demostrado que estar cerca de la naturaleza reduce el estrés y mejora el bienestar mental. Los árboles proporcionan un refugio tranquilo para los estudiantes y el personal.
4. Crean un hábitat para la fauna urbana: los árboles albergan aves, insectos y otros animales. Su presencia en el campus crea un ecosistema más diverso y atractivo.
5. Ofrecen un valor recreativo y social: los espacios arbolados son ideales para actividades al aire libre, como paseos, picnics y eventos comunitarios.
6. Son muy útiles para la educación ambiental: Los árboles pueden ser herramientas educativas. Se pueden utilizar para enseñar sobre la biodiversidad, la ecología y la importancia de la conservación.
7. Mitigan el calentamiento urbano: la sombra proporcionada por los árboles ayuda a reducir la temperatura en áreas pavimentadas y edificios, mitigando el efecto de isla de calor urbano

Delante de la Facultad de Ciencias Experimentales se encuentran varias especies que son parte fundamental de los bosques naturales andaluces. Entre ellas destacamos:

• • Encina (Quercus ilex): El icono de las dehesas
    • La majestuosa encina, símbolo de nuestra tierra, domina las dehesas de la provincia. Sus hojas perennes y su corteza rugosa la hacen inconfundible. Además, es un refugio para la fauna local.
  • Alcornoque (Quercus suber): El tesoro del corcho
    • El alcornoque nos brinda un tesoro: el corcho. Su corteza se extrae de forma sostenible para fabricar tapones de vino y otros productos. Un árbol noble con un legado centenario.
  • Algarrobo (Ceratonia siliqua): Deliciosos frutos en forma de legumbre
    • El algarrobo, con sus frutos en forma de legumbre, es un tesoro alimenticio. En Portugal, sus vainas dulces son apreciadas. Además, su sombra es bienvenida en los días cálidos.
  • Madroño (Arbutus unedo): Rojo pasión en la naturaleza
    • El madroño, con sus frutos rojos llamativos, es un festín para las aves. Su presencia añade color y vitalidad al paisaje. ¿Sabías que también se utiliza para hacer licores?
  • Almez (Celtis australis): El tesoro menos conocido
    • Acompañando a los bosques mediterráneos, el almez es discreto pero valioso. En Madrid, dos grandes almeces saludan a los visitantes frente al Museo del Prado.
  • Pino piñonero (Pinus pinea): El perfume de las dunas costeras
    • El aroma del pino piñonero impregna las dunas y arenales costeros de Huelva. Sus piñones son un manjar y su silueta es inconfundible en el horizonte marino.
  • Pino carrasco (Pinus halepensis): Resistencia ante la sequía y el fuego
    • El pino carrasco es un superviviente. Adaptado a la sequía estival y los incendios mediterráneos, su presencia es un recordatorio de la resiliencia de la naturaleza.

Puede encontrarse un plano detallado con la localización de todos los árboles del Campus e información de cada uno de ellos en http://uhu.es/fexp/guia-arboles/index.php