Tiburones fósiles gigantes en Beas

El Grupo de Investigación ‘Ecología y Paleontología Aplicadas’ de la Universidad de Huelva ha destacado la importancia de un diente del mayor tiburón que ha existido nunca y que se extinguió hace 1,5 millones de años, el ‘Carcharocles megalodón’, hallado en Beas hace unos años por el industrial Juan Caballero y donado en los últimos días por su nieto.

Hace algunos años, el abuelo de Juan Miguel Caballero tenía una pequeña explotación de arcillas que utilizaba para fabricar y vender ladrillos en las afueras del pueblo de Beas (Huelva). En una de sus habituales jornadas de trabajo encontró un inmenso diente junto a algunos más pequeños. Los extrajo con cuidado y los guardó envueltos en terciopelo amarillo en una caja negra. Hace unas semanas Juan Miguel desempolvó la caja donde se encontraban los dientes e intuyendo el valor de las piezas se puso en contacto con el Grupo de Investigación “Ecología y Paleontología Aplicadas” de la Universidad de Huelva.

Inmediatamente los investigadores advirtieron la importancia del hallazgo. Se trataba de un ejemplar de un gran diente de Carcharocles megalodon, extraordinariamente bien conservado, con una longitud de 15 cm del extremo de la raíz a la punta de la corona. El diente preservaba el esmalte y los bordes aserrados todavía afilados. Aunque no es el primer diente de estas características que se encuentra en esta región de la Cuenca del Guadalquivir, por sus dimensiones y preservación, sí constituye un descubrimiento excepcional. Los otros pequeños dientes hallados, no exentos de interés, corresponden a Cosmopolitodus hastalis, el ancestro del actual Tiburón blanco. A partir del conocimiento de los materiales geológicos en los que han sido encontrados, los científicos de la Universidad de Huelva datan estos ejemplares en unos 7-8 millones de años (Mioceno superior).

La especie C. megalodon apareció hace unos 20 millones de años y se extinguió hace sólo 1,5 millones de años. Es el mayor tiburón que ha existido y podía alcanzar hasta 18 metros de longitud. Se alimentaba de ballenas, focas, grandes peces, e incluso de otros tiburones, que habitaban el mar que en aquella época bañaba las estribaciones meridionales de la Sierra de Huelva. Tanto el depredador como sus presas han quedado perfectamente preservados entre el abundante y variado registro paleontológico de la provincia de Huelva. En la actualidad, estos vertebrados marinos son objeto de estudio por parte de este grupo de investigación y serán los protagonistas de una tesis doctoral que será defendida en 2014 por Antonio Toscano Grande.

Según explicó el investigador de la Onubense Manuel Abad, "se trata de un diente excepcionalmente bien conservado, con una longitud de 15 centímetros, del extremo de la raíz a la punta de la corona". El fósil "incluso preserva el esmalte y el serrado de sus bordes aún afilado", añadió.

Hallazgo de fósiles como éste ponen en evidencia el importante patrimonio natural y paleontológico de la provincia de Huelva y subrayan la importancia que posee la colaboración de los aficionados a la Paleontología con los científicos en el avance de esta disciplina.