DE LOS “BALNEARIOS DE MAR” A LA PLAYA (Huelva, ss. XIX y XX)

inmaculada-nunez-vega_balneario-2-copia

 

inmaculada-nunez-vega_balneario3-copia

 

inmaculada-nunez-vega_balneario-copia

 

inmaculada-nunez-vega_playa-la-gilda-copia

Titulo: Balnearios y playa la “Gilda” (varias imágenes)

Lugar: Huelva

Fecha: Mediados del siglo XIX y principios del siglo XX

Autor fotografía: Autor desconocido

Origen: Archivo Histórico Provincial de Huelva. Fuentes para el comentario: El deporte como forma de control social: la actividad de la obra sindical de educación y descanso durante el franquismo de María Silvia López Gallegos, Historia del puerto de Huelva, Ana María Mojarro Bayo.

En España se crea en los años cuarenta la Obra Sindical de Educación y Descanso. Esta institución sindical atrae a los obreros al nuevo credo nacionalsindicalista, que servirá para inculcar a los trabajadores los nuevos hábitos defendidos por la dictadura franquista.
En Europa, será el fascismo italiano el primer régimen en darse cuenta de los múltiples beneficios que posee para un estado el control del ocio obrero a través del deporte. El modelo de control de las iniciativas deportivas de cara a los trabajadores impulsado por la Obra Nacional Dopolavoro italiana (OND) será imitado por el Frente del Trabajo alemán, la FNAT portuguesa, y años más tarde, la Obra Sindical de Descanso en España.
En la España de la II República, los trabajadores comienzan a disfrutar de mejores condiciones laborales y cuentan con una jornada laboral más reducida que permite a los diferentes grupos políticos proponer nuevas formas de socialización asociados a su tiempo libre. La democratización del movimiento asociativo y el acceso en masa a la práctica deportiva será dominante en este periodo.
En 1939 nace en España la Obra Sindical Alegría y Descanso que más tarde cambia su denominación por Obra Nacional de Educación y Descanso. Sin duda la principal influencia vino de la mano italiana, que no se resistía a intervenir sobre el futuro modelo español.

Otra información nos la transmite la Guía de Huelva de 1892, donde se localizan algunos datos sobre la fecha de creación de los baños del Odiel, la sociedad que los fundó y sus características básicas:
“Su fundación y sostenimiento se debe exclusivamente a la sociedad de Amigos del País. Fueron establecidos en 1852, constan de 42 cuartos bien desahogados y limpios, provistos de todo lo necesario para la mayor comodidad y aseo. El servicio de transporte, desde el muelle a los baños, se hace gratuitamente para los bañistas, por una cómoda y segura embarcación. Cada billete cuesta una peseta, y pueden bañarse de una a dos personas, cuando exceden de este número se satisfacen 25 céntimos de pesetas más por persona”.
De tal modo estaban organizados los baños flotantes en Huelva, que se llegó a publicar un Reglamento, del que cabe destacar algunas curiosidades para conocer mejor esta faceta de la vida de Huelva:
* Cada bañista se tenía que que proveer a su entrada en el baño de un billete que recorría la clase y el número de orden.
* Asimismo, los bañistas tenían derecho al uso exclusivo de un cajón durante una hora, y pasado ese tiempo tenían que volver a pagar un nuevo billete.
Habia servicios de ropa: “sábanas, toallas, calzoncillos y peines”, que importaba 0,30 pesetas.

La mencionada normativa estaba firmada por el director, Gregorio Jiménez y el secretario, Francisco Hernández Quintero, ambos prestigiosos personajes en los comienzos de la Junta de Obras del Puerto.

La avenida Francisco Montenegro se construyó entre los años 1913 y 1914, coincidiendo con la época en la que este ingeniero ocupaba la dirección del Puerto de Huelva, ya que estuvo al frente de la entonces Junta de Obras del Puerto de Huelva, actual Autoridad Portuaria de Huelva, entre los años 1902 y 1930. Casi de forma paralela a la configuración de la avenida se habilita “una playa artificial” en la zona sur del puerto y la construcción de barracas de madera desmontable y estacional para el uso de los bañistas y del personal que controlaba la instalación. Una iniciativa que venía a dar respuesta a la demanda de los ciudadanos onubenses, que se bañaban en la ría de Huelva, al menos desde mediados del siglo XIX.
Luego, en 1923, el Ayuntamiento de Huelva instala unos baños gratuitos en la zona sur de la playa del Odiel, construyéndose una caseta para mujeres y otra para los hombres.
El uso de esta playa por parte de los onubenses se consolida tras la Guerra Civil, cuando se convierte en actividad de ocio. Y no sólo la Punta del Sebo, sino la zona que abarca toda la avenida en la conocida como “la playa la Gilda”,apodo dado por la visita que recibió por parte de Rita Hayworth en 1952, y que sirvió como anécdota.
Para los onubenses era más fácil acudir a la ría a pie o en bicicleta, especialmente desde el Matadero o Isla Chica, en lugar de trasladarse a Punta Umbría. Además en la antigua Playa de la Punta del Sebo estuvo instalado el Balneario del Odiel (inaugurado el 31 de Julio de 1917). Este proyecto fue encargado al Ingeniero del Puerto de Huelva Carlos G. Expresati.
La inauguración del Balneario de la Cinta y su competencia, propiciaron su decadencia en la década de los años 30, y aunque se intentaron soluciones, como el intento de cesión gratuita del edificio al Ayuntamiento en octubre de 1936, finalmente la Falange Española Tradicionalista y de JONS lo reclamó, a principios del 1937, para que fuera la sede de la escuela de los Flechas Navales, siendo aprobada su cesión a dicha organización  por Junta General del Balneario, celebrada el día 4 de mayo de 1937. Al año siguiente el nombre del Balneario del Odiel se sustituyó por el de Barco Escuela. El Balneario del Odiel desaparecería a causa de un incendio en 1940, siendo subastada su demolición y aprovechamiento del material un año mas tarde.
Sobre los años 50 se construyó el Balneario de la Cinta situado en la Punta del Sebo, después de que en 1950 se autorizara a la Delegación Provincial de Sindicatos de Huelva la construcción de este Balneario con casetas de baño para los afiliados a Educación y Descanso, un espacio que tendría una gran acogida y que sería una de las principales causas de la decadencia del Balneario del Odiel.
Fue un tipo de local que proliferó en las playas españolas desde finales del siglo XIX hasta bien entrado el siglo XX, como sucede en Huelva, debido a que para los baños en las playas era obligatorio el uso de los balnearios porque estaba prohibido cambiarse de ropa al aire libre, siendo habitual separar a los bañistas por sexos, aunque esta norma se fue relajando con el tiempo.
Entre otros servicios, el Balneario de la Cinta ofrecía para sus socios un servicio de bar y terraza, piscina para los más pequeños y autobuses desde las siete de la mañana hasta las nieve de la noche.
En general, los balnearios estaban concebidos como clubes sociales y naúticos, con la idea de facilitar que los visitantes disfrutaran de la inmersión en las aguas del río Odiel y de los deportes de agua, en la ría de Huelva. En 1969, los baños fueron prohibidos en la Ría de Huelva, desde el Muelle del Tinto hasta la Punta del Sebo, por lo que el Balneario de la Cinta “Educación y Descanso” dejó de tener sentido. También, con el tiempo la legislación se hizo más abierta, por lo que dejaron de ser necesarios los balnearios en las playas onubenses.

Fuente: Ana María Mojarro Bayo: Historia del Puerto de Huelva; El deporte como forma de control social : la actividad de la obra sindical de educación y descanso durante el franquismo, María Silvia López Gallegos


Porfolio de: Inmaculada Núñez Vega
Historia Contemporánea de España, Grado en Humanidades, 16/17
Prof. Dr. F. Contreras
Proyecto: http://www.uhu.es/vistoynovisto/
(c) Universidad de Huelva.