Icnofósiles

Un organismo a lo largo de su vida deja innumerables huellas de su actividad, reflejo siempre de un determinado tipo de comportamiento. Cuando este comportamiento queda registrado en un soporte natural (casi siempre un sedimento, que posteriormente será una roca), da lugar a lo que se ha llamado un icnofósil o una pista fósil. Las pistas fósiles por tanto, reflejarán en mayor o menor medida, el comportamiento del productor o productores, que habrán interactuado con un sustrato (orgánico o inorgánico), modificándolo levemente o alterándolo de forma más o menos significativa, mediante su destrucción física (o química), produciendo en ocasiones, nuevo sedimento. Así mismo, las pistas reflejarán también en mayor o menor grado, la morfología del organismo u organismos productores y podrán estar formadas por un elemento o varios físicamente separados, pero que responden a un mismo comportamiento, lo que técnicamente se llama en “conexión etológica”. Precisamente éste es uno de los principales valores de las pistas fósiles, poder determinar no quién las hizo, sino por qué las hizo. En este sentido, las estructuras etológicas se constituyen en el núcleo principal de la Icnología, que se puede definir como: La disciplina geológica que estudia el registro del comportamiento de los seres vivos en soportes naturales, es decir, que estudia las estructuras etológicas.

Los tipos de estructuras etológicas, son básicamente cuatro: estructuras etológicas de bioturbación, de bioerosión, de biodepósito y de bioordenación.

Quizás de las cuatro categorías establecidas, las más frecuentes y de uso más común entre los geólogos, sean las estructuras de bioturbación, que en su mayoría han servido para establecer las bases conceptuales de la Icnología, y las de bioerosión, que han tomado un gran auge durante los últimos años.

Cuando los seres vivos habitan dentro o sobre un sedimento, modifican su estructura y consistencia originales, y en consecuencia, se produce un fenómeno de mezcla del sustrato, cuya característica primordial es que no tiene que estar consolidado. Este es el proceso de Bioturbación, que responde normalmente a comportamientos de búsqueda de morada o refugio; de alimento, en la superficie o en el interior del sedimento, incluyendo la depredación; de reposo o descanso; de desplazamiento o con una mezcla de varias de ellas. Sin embargo, esta interpretación no siempre es fácil de establecer, ya que un mismo organismo puede producir señales muy diferentes de forma simultánea o sucesiva, que denotan comportamientos diferentes, pero también diferentes organismos pueden producir registros iguales o muy similares. Además algunas pistas fósiles representan estructuras compuestas, interconectadas o son sistemas aparentemente simples, pero que en detalle son mucho más complejas al haber sido retrabajadas por otras.

En cambio, si la destrucción afecta a un sustrato consolidado (independientemente de su naturaleza orgánica o inorgánica), el proceso se considera de Bioerosión, y suele estar motivado básicamente por organismos que buscan un lugar donde vivir o un modo de encontrar alimento.

Los tipos de comportamiento o Grupos etológicos que se muestran en el material seleccionado han sido:

Búsqueda de morada o refugio:

Domichnia (singular: Domichnion): Grupo de pistas producidas por el comportamiento de construcción de una morada permanente, lo que se deduce por la presencia de algún tipo de refuerzo en las paredes.

Pupichnia (singular: Pupichnion): Estructuras construidas por insectos que viven libres en suelos o vegetación y que necesitan protección durante la fase de pupa.

Fixichnia (singular: Fixichnion). Estructuras superficiales producidas en sustratos duros por organismos epilíticos, sésiles, para proporcionar fijación.

Búsqueda de alimento:

Fodinichnia (singular: Fodinichnion): los organismos buscan, a la vez, comida y habitación dentro del sedimento, mediante una estrategia de “minería subterránea”.

Pascichnia (singular: Pascichnion): Grupo de pistas de alimentación (pastoreo) producidas por organismos micrófagos (comedores de partículas detríticas finas), vágiles (denotan también locomoción), en o cerca de la interfase agua/sedimento.

Praedichnia (singular: Praedichnion). Marcas que denotan actividades depredadoras.

Búsqueda de reposo o descanso:

Cubichnia (singular: Cubichnion): Producidas por organismos vágiles, que temporalmente excavan formando pequeñas depresiones, buscando protección frente a los depredadores o simplemente buscando reposo.

Locomoción o movimiento:

Repichnia (singular: Repichnion): Son grupos de pistas con comportamiento de locomoción o movimiento, producidas por organismos bentónicos.

Ambulichnia: Caso particular de Repicchnia qque denota un comportamiento debido a la impronta dejada por los autópodos –patas- de los vertebrados al andar.

Equilibrichnia (singular: Equilibrichnion): Estructuras producidas al migrar gradualmente su productor en dirección vertical a la estratificación para ajustar su posición y mantener, así, una profundidad constante en el sustrato, en respuesta a una gradación o erosión paulatinas de éste.

Comportamientos mixtos:

Agrichnia (singular: Agrichnion): Grupo de pistas que representan un comportamiento de construcción de madrigueras, generalmente cilíndricas, extremadamente regulares y complejas (en ocasiones en forma de red).

Otros Tipos de Comportamiento:

Suelen relacionarse con casos particulares del tipo Pascichnia, aunque no exclusivamente. Se exponen los siguientes ejemplos:

Filotaxia. Modelo de comportamiento en el que se sigue un patrón de lazos más o menos regulares, al volver el organismo repetidamente sobre la trayectoria anterior.

Helicotaxia. Modelo de comportamiento en el que se sigue un patrón de desplazamiento espiral.

Reotaxia. Modelo de comportamiento en el que el organismo se orienta respecto al sentido de la corriente predominante.

Tigmotaxia. Modelo de comportamiento en el que el organismo se guía en su desplazamiento por el camino anteriormente recorrido, al cual se adapta guardando una distancia regular.