Pedro Saenz-Lopez Buñuel
Universidad de Huelva (España)
Bartolomé Jesús Almagro Torres
Universidad de Huelva (España)
NÚM. 24
ISSN 2341-1473
https://doi.org/10.33776/EUHU/remo.vi24.9115
En la vida académica universitaria hay pocos actos que alcancen la solemnidad y la significación del que hoy, viernes 23 de mayo de 2025, nos corresponde vivir. La investidura de un nuevo Doctor Honoris Causa, la incorporación a este Claustro de Doctores de una mujer onubense que ha traspasado las fronteras geográficas, deportivas y sociales más allá de lo imaginable.
Nos sentimos honrados por la oportunidad de presentar la laudatio de Doña Carolina Marín Martín, quien recientemente recibió el prestigioso Premio Princesa de Asturias de los Deportes 2024. Ha sido campeona olímpica en Río de Janeiro 2016, tres veces campeona del mundo, siete veces campeona de Europa, campeona en los Juegos Europeos de Cracovia 2023. Ganadora de siete Super Series Premier, incluyendo el prestigioso All England (2015 y 2024). Es la Máxima referente del bádminton europeo y una de las mejores de la historia mundial de este deporte.
Además, los méritos de Carolina van más allá de los deportivos. En la justificación del reciente premio Princesa de Asturias de los deportes 2024 se indicaba que “es un ejemplo de superación, fuente de inspiración y transmisora de valores, tanto dentro como fuera de la pista”, como vamos a comprobar en los próximos minutos.
Agradecemos al equipo de gobierno y de forma personal a nuestra Rectora Mª Antonia, el apoyo incondicional de esta propuesta que surge desde el centro de investigación en Pensamiento Contemporáneo e Innovación para el Desarrollo Social (COIDESO). Destacamos la positiva actitud de su directora Blanca Miedes ante la propuesta, así como a la subdirectora Nuria Arenas por su constante generosidad hacia cualquier acción que beneficie a COIDESO. Carolina Marín encarna principios fundamentales de nuestro centro de investigación, que promueve, entre otros objetivos, la igualdad de género a través de hacer visibles de referentes femeninos, la superación de barreras sociales o el desarrollo de valores personales y liderazgos transformacionales.
Los investigadores del Nodo de Salud y Deportes de COIDESO sentimos enorme satisfacción el día que se propuso en el Consejo del 12 de noviembre de 2024, porque la aceptación y el entusiasmo de todos los miembros presentes fue total a esta primera propuesta de un doctor honoris causa presentada por el centro de investigación. En realidad, ha sido apabullante el entusiasmo de cada persona que conocía la propuesta. Hemos recibido apoyo escrito y verbal de numerosas instituciones internas y externas y me gustaría detenerme en el Departamento de Didácticas Integradas y el incansable interés mostrado por su director Miguel Ángel Montes, así como el equipo docente de Ciencias del Deporte (Jorge Molina) o el área de Didáctica de la Expresión Corporal (Pedro Olivares). Esta propuesta surge del grupo de investigación de Educación, Motricidad e Investigación EMOTION gracias a la energía e iniciativa de todos sus miembros: Cristina, Eduardo, José Antonio, Sebastián, Chema, Rafa, Ángel y los dos autores de esta laudatio. Para los que nos dedicamos a las Ciencias del Deporte, este acto nos llena de satisfacción por lo que representa la figura de nuestra deportista onubense.
Proponer a Doña Carolina Marín para recibir el Doctorado Honoris Causa en nuestra Universidad tiene un significado profundo. No solo se trata de una de las deportistas más laureadas del mundo, sino de una onubense que encarna los valores fundamentales que nuestra institución aspira a promover: disciplina, esfuerzo, liderazgo y compromiso con la excelencia a través de un proceso en el que la creatividad y la investigación han sido dos pilares tal y como reza en el propósito de nuestra UHU: “El propósito de la Universidad de Huelva, según su Plan Estratégico, es formar y activar a las personas en la creatividad y la investigación para mejorar el entorno y el mundo”.
La consolidación del Grado en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte en la UHU refuerza aún más la pertinencia de esta distinción, estableciendo un vínculo inspirador para nuestros y nuestras estudiantes y egresados y egresadas.
Como ya se ha comentado, resulta especialmente significativo destacar la importancia de contar con referentes femeninos en todos los ámbitos, incluyendo el deportivo. En este sentido, Carolina Marín ha roto barreras en un deporte tradicionalmente dominado por atletas asiáticos, convirtiéndose en un símbolo de inclusión y diversidad. Este reconocimiento, además, ayudaría a equilibrar la representación de género en las distinciones de nuestra Universidad, donde de más de 20 doctores honoris causa, solo una ha sido mujer.
El reconocimiento de hoy traspasa fronteras como decíamos al comienzo de la laudatio. Lo que ha conseguido Carolina Marín, ser la primera mujer no asiática en ganar una medalla de oro olímpica, además de conseguir el campeonato del mundo en 3 ocasiones, supera cualquier reto lógico. Hoy en día, sería como pensar que una selección africana ganara el campeonato del mundo de fútbol, un asiático el tour de Francia, o una mujer compitiendo y ganando en una categoría masculina de deportes de motor. Impensable.
Estuvimos reflexionando con qué hitos sociales compararlo para las personas que no les guste el deporte y terminamos preguntando al Chatgpt para evitar que se nos tachara de exagerados. Y su respuesta fue: Lo conseguido por Doña Carolina Marín es comparable a los premios nobel (1902 y 1911) ganados por Marie Curie quien rompió barreras en la ciencia, dominada por hombres, Carolina Marín desafió el dominio asiático en un deporte donde parecía imposible que una jugadora europea (española, onubense) triunfara. También lo compara con el primer y único alunizaje del Apolo 11 (1969) con la llegada del hombre a la Luna rompiendo una barrera que se consideraba inalcanzable. Carolina hizo lo mismo en el bádminton, logrando algo que nunca se había conseguido fuera de Asia. ¿Os parece exagerado el Chatgpt? A los que nos dedicamos al deporte, la respuesta es no.
El desarrollo del talento deportivo ha sido estudiado desde diferentes perspectivas. En nuestro grupo de investigación EMOTION, llevamos más de dos décadas investigando este fenómeno buscando las variables que son claves para llegar a la alta competición. En contra de lo que se piensa, estudios como el de García Verdugo en atletismo, o un estudio de nuestro grupo en baloncesto (Sáenz-López et al., 2006), la mayoría de los deportistas que destacan siendo jóvenes no logran mantener el nivel cuando son adultos (en la mayoría de especialidades deportivas). Carolina Marín es un ejemplo del escaso porcentaje de deportistas que destaca de joven y cuando llega a senior incluso sigue mejorando su rendimiento. ¿Cuáles son las claves que permiten a los deportistas llegar a la elite de una forma o de la otra?
Durante más de 10 años nuestro grupo de investigación desarrolló 3 proyectos en baloncesto masculino y femenino y fútbol. Estos estudios de corte cualitativo se centraron en analizar las causas por las que deportistas internacionales habían alcanzado la excelencia. ¿Cómo se hizo? Lo ideal hubiera sido hacer un estudio longitudinal en miles de jóvenes deportistas para estudiar las causas que facilitan u obstaculizan el proceso de formación hacia el máximo rendimiento. Ante la evidente dificultad que esto entraña, se decidió recurrir a historias de vida, preguntando directamente a deportistas que ya han alcanzado la élite. El objetivo era que analizaran su propia trayectoria y la de otros compañeros y compañeras que destacaron en su juventud, pero que no lograron llegar a la alta competición. Estas entrevistas se complementaron con informantes clave como entrenadores coordinadores de cantera y expertos en la materia. Este acto me parece una fascinante oportunidad de analizar la trayectoria de Carolina Marín buscando las claves de su éxito y terminaremos comparándolos con los resultados francamente interesantes de los mencionados estudios.
Carolina Marín nació el 15 de junio de 1993 en el seno de una familia humilde. Su madre Toñi, la inscribió con 3 años en una escuela de flamenco, actividad a la que se dedicó con pasión durante varios años. El baile ha sido considerado por numerosos expertos como una excelente actividad motriz que desarrolla numerosas competencias como la coordinación o el ritmo. Quizás esta actividad junto con otras experiencias lúdicas en la calle y en el colegio dotaron a Carolina de unas competencias motrices fuera de lo común que acompañaban a un físico poco habitual pues era una niña alta, ágil y rápida. Así, Pablo, su profesor de educación física (EF) en el colegio Diocesano cuenta que en ocasiones él se tenía que poner en contra del equipo en el que jugaba Carolina para igualar la dinámica de un juego como por ejemplo el balón-tiro. Además, llamaba la atención la competitividad con la que esa niña participaba en las actividades de EF.
Desde hace años, el club de Badminton IES La Orden va por los centros de Huelva para captar jugadores y jugadoras jóvenes y, entre otros, pasó por el colegio Diocesano. En ese momento, parece que no le llamó la atención y fue su amiga Laura Sánchez quien le pidió que le acompañara al pabellón Diego Lobato a probar de nuevo. Y se enganchó. Su primer entrenador, Miguel Ángel, nos ha comentado que desde el primer día que cogió la raqueta, Carolina hacía gestos que al resto de niños le costaba días y semanas en adquirir mostrando una facilidad hacia este deporte de raqueta excepcional. Su progresión en las primeras semanas asombró a los técnicos del IES La Orden hasta el punto de que, a las pocas semanas, la llevaron a Rota al campeonato de Andalucía Benjamín donde mostró una desenfrenada competitividad y llegó con cierta facilidad hasta la final que la perdió contra una niña que llevaba un par de años jugando, mientras ella llevaba apenas unas semanas.
Carolina se apasionó por el Badminton y siguió entrenando y compitiendo en su primer club, IES La Orden, consiguiendo títulos de Andalucía en categorías superiores a su edad. Nos cuentan sus entrenadores que Carolina lo daba todo en cada tarea de entrenamiento hasta el punto de que, si los rivales no le exigían o no se esforzaban, le pedía al entrenador cambiar de oponentes. Para poner su nivel a prueba, había que buscarle adversarios de más edad (a veces hasta 3 años) y en muchas ocasiones chicos. Estas cualidades y este proceso de formación llevaron a Carolina a ser la campeona de España más joven de la historia del Badminton nacional con 14 años compitiendo con jugadoras adultas y veteranas.
El talento de Carolina es observado por el entrenador Fernando Rivas quien le propone que se desplace a Madrid para entrenar en el Consejo Superior de Deportes. Imaginaros la decisión de los padres hace casi 20 años en un deporte que era desconocido en España y con el que nadie, se podría plantear ganar dinero. Esta niña de 14 años se desplazó a Madrid para cambiar su vida y la historia del Badminton.
Un año después de la llegada de Carolina a Madrid, su entrenador Fernando asiste en directo a la final de los Juegos Olímpicos de Pekín 2008. Al ver cómo la jugadora ganadora se abraza con su equipo tras conseguir la medalla de oro, no puede evitar emocionarse y dice a su staff: “Yo quiero vivir eso”. “Eso es imposible”, le responden. Fernando, con convicción, les contestó: “No es imposible. Ahora tenemos a Carolina”.
Así, cuando llega a Madrid, Fernando le plantea a una niña de 15 años si está dispuesta a darlo todo por este sueño. Si está dispuesta a ganar “el nobel del deporte”, si está dispuesta a darse “un paseo por la luna”. Carolina acepta el reto y el esfuerzo desde la inquebrantable determinación que mostró desde que agarró su primera raqueta.
Fernando ha comentado en diversos ámbitos que, si se hubieran planteado entrenar como las asiáticas o como se había hecho hasta entonces, los resultados hubieran sido los de siempre. Así pues, se propuso cambiar y desde la evidencia científica, su entrenador diseña un programa de entrenamiento diferente, integral en el que cada detalle cuenta, en el que, si en un aspecto se puede mejorar un 1%, se mejora. Creatividad e investigación, como predica la Universidad de Huelva.
Así, comenzaron a perfeccionar con detalle los gestos técnicos de este deporte. Paralelamente, trabajaron a través de exhaustivos análisis, las situaciones tácticas de este deporte. Desarrollaron un plan de preparación física individualizada y diseñaron una intervención psicológica inteligente que le ayudara a orientar su desbocada competitividad hacia el rendimiento en lugar de hacia la frustración, así como orientarse en la tarea más que en el éxito. Sirva como ejemplo, lo que nos ha contado su psicóloga deportiva, María Martínez, que en muchos campeonatos el éxito de la jugada era cumplir el plan establecido en los entrenamientos, ya fuera a nivel táctico o técnico, y la celebración del equipo se focalizaba en que se ejecutara correctamente por encima de ganar el punto. El punto ganador era una consecuencia del trabajo enfocado. Carolina y Fernando reconocen que en este proceso llegaron más allá del límite en muchas facetas del entrenamiento deportivo. En más de una ocasión, Carolina se quejaba de dolor de cabeza al tener que estar pendiente de tantos aspectos de cada ámbito: a nivel físico (apoyos, potencia, aceleraciones); a nivel técnico-táctico (gestos, estrategias…) y aspectos psicológicos (gestión del error, respuesta emocional en función del momento del partido…). La alianza del equipo de trabajo ha sido fundamental.
María Martínez nos trasladó que, en su opinión, la clave del éxito de Carolina ha sido su esfuerzo constante, su capacidad de trabajo enfocado y, sobre todo, su actitud ante la adversidad: aceptar los retos, superarse y encontrar siempre un nuevo objetivo a medio o largo plazo que le diera sentido al camino. Esa visión es, sin duda, uno de los motivos por los que Carolina se ha mantenido tantos años en la élite mundial. Ha demostrado una extraordinaria capacidad de autoconocimiento, identificando sus fortalezas y orientando el trabajo hacia su desarrollo, más que hacia la corrección de debilidades. Conocerse, ser consciente de sus límites y de cómo aplicar sus virtudes al entrenamiento y a la competición ha sido parte esencial de su filosofía como deportista. Todo un ejemplo. Parte de este proceso y de sus espectaculares resultados se pueden leer en sus libros “puedo porque pienso que puedo, el secreto de una campeona” o en “gana el partido de tu vida”.
Tras 7 años de duro trabajo y de éxitos nacionales (campeona de España en múltiples ocasiones) e internacionales (campeona de Europa sub-17), de esta niña que se convirtió en mujer en una pista de Badminton, llegó el 2014, año en el que consiguió el campeonato de Europa en Alemania y el Campeonato del Mundo en Copenhague. Carolina ya había hecho historia. La jugadora no asiática más joven en conseguirlo y una de las más jóvenes de la historia de este deporte. Y quería más. Al año siguiente, en Indonesia, vuelve a ganar el campeonato del mundo por segundo año consecutivo, hito que sólo había conseguido hasta entonces, una jugadora china. Y los Juegos Olímpicos del 2016 se asoman.
Fernando Rivas, más allá de recrearse en los éxitos y seguir el modelo que había llevado a Carolina a hacer historia, decide hacer cambios, seguir individualizando y seguir buscando mejoras en cada detalle: entrenamientos en hipoxia, en altitud, preparación física individualizada en base a los datos recogidos por el preparador físico, Guillermo.
Nos gustaría destacar un par de ejemplos que permiten dimensionar la meticulosidad del plan de trabajo de Carolina Marín. Uno de ellos es el estudio detallado de las condiciones ambientales -humedad, temperatura y ventilación- del pabellón donde se celebraría la competición. Así ocurrió en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro: el equipo identificó un pabellón con condiciones similares en Ibiza y se trasladaron allí varias semanas antes para facilitar la adaptación. No es la única vez que lo hicieron.
El segundo ejemplo es el enfoque en la anticipación, una de las especialidades de su entrenador, Fernando Rivas, quien realizó estancias en varias universidades para perfeccionar esta competencia. Una de las técnicas consistía en analizar vídeos de sus rivales, deteniéndolos justo un segundo antes del golpeo, para que Carolina predijera la dirección y trayectoria del volante. Ese nivel de preparación marcó la diferencia y el sueño llegó en forma de medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Rio de Janeiro en 2016. Doña Carolina Marín Martín fue medalla de oro en los Juegos Olímpicos (JJOO) de Río de Janeiro, sin duda una de las medallas más meritorias de la historia.
Ni Carolina ni Fernando se conformaron. Coincidiendo con la tesis doctoral de su entrenador en 2017, Fernando plantea un modelo diferente, mejorado e individualizado, para nuestra homenajeada. Esto le lleva a ganar su tercer campeonato del mundo en 2018 en China. Y llegaban los JJOO de 2020 en Tokio llenos de ilusión que fueron frustrados por dos lesiones del cruzado anterior en 2019 y en 2021. El sueño de la segunda medalla olímpica se esfumó.
La resiliencia, esfuerzo y tolerancia a la frustración se puso a prueba en esos años que coincidieron con la desafortunada muerte de su padre, Gonzalo. Todo su contexto y equipo destacan los valores y competencias emocionales que Carolina Marín demostró en esos años.
Su vuelta al rendimiento siguió dando títulos contra todo pronóstico. Campeona de Europa en 2022 y 2024 y subcampeona del mundo en 2023 y llegan los JJOO de París. Los pronósticos en el medallero de unos JJOO suelen estar basados en los resultados de los campeonatos del mundo de ese deporte el año anterior. Carolina Marín estaba, por tanto, en los pronósticos de medalla olímpica para España.
En el documental “la lucha infinita” se insinúa que la preparación no fue todo lo buena que se esperaba. Sin embargo, cuando Carolina se puso a competir entró es estado de Flow que es cuando una persona se siente inmersa y concentrada en una actividad consiguiendo el máximo rendimiento. Todo su equipo y ella misma saben por experiencia que cuando Carolina está enchufada no hay quien la gane. En la fase de grupos fue cabeza de serie ganando con cierta facilidad a dos europeas. En octavos de final tuvo y partido muy igualado ganando en tres sets con un 21-18 en el último. En cuartos de final, se midió a la japonesa Aya Ohori, logrando una victoria sólida por 21-13 y 21-14. Y llegaron las semifinales. Carolina ganó el primer set con un cómodo 21-14 y dominaba el segundo 10-8. La medalla estaba garantizada y la mayoría de los aficionados al deporte pensábamos que teníamos otro oro asegurado. Y, por tercera vez, el destino volvió a golpearle: una nueva lesión en la rodilla truncó su sueño. La escena fue profundamente conmovedora. El silencio se apoderó del pabellón en el mismo instante en que Carolina cayó al suelo, presa de un dolor insoportable. Fue desgarrador verla llorar tendida en la pista, intentar levantarse, caminar e incluso jugar un par de puntos cojeando, luchando por no aceptar la realidad. Con la misma dignidad que siempre ha mostrado en su carrera, rechazó la silla de ruedas que le ofrecieron y abandonó la pista por su propio pie, dando, una vez más, una lección de coraje y orgullo.
En citado documental sobre Carolina Marín, Raúl Cravioto, máximo medallista español afirma emocionado que esta escena representa los JJOO de París 2024 para la mayoría de los españoles y para los amantes al Badminton.
Su entrenador, Fernando, escribió estas palabras que, generosamente ha compartido con nosotros y sintetizamos a continuación:
“Todavía, semanas después, me cuesta trabajo encontrar las palabras para explicar lo que nos dejamos en París y lo que siento al respecto… Mi agradecimiento a Carolina es y será siempre inmenso. Su valentía, como mujer y como deportista, afrontando las situaciones que la vida le ha puesto delante son un ejemplo, y me siento un privilegiado por haber sido testigo de ello. Su “Puedo porque pienso que puedo” es un lema que nos debería servir a todos, porque creer y trabajar en lo que queremos nos acerca a conseguir las cosas. Pero también significa que “poder” no es conseguirlo siempre. Con ello Carolina aúna muchos valores de los que muchos deben aprender. Pensar que se puede es creer en la realidad antes de crearla, es tomar las riendas del camino hacia tus objetivos y es sobre todo ser valiente, mirar al miedo a los ojos y ponerlo en su sitio, poner todos los recursos para conseguir el logro final… En París 2024 no se colgó la medalla de oro, pero creo que lo que ganó ese día es mucho más grande que cualquier medalla. El mundo ha reconocido su figura y todo el camino que ha recorrido”. (Fernando Rivas).
En la actualidad, Carolina ya está entrenando en busca de nuevos retos, a pesar de sus 32 años y 3 roturas de ligamento ¿alguien se atreve a apostar en contra de los nuevos sueños de nuestra homenajeada?
Comentábamos anteriormente que finalizaríamos analizando los resultados de 3 proyectos de investigación realizados por nuestro equipo de investigación ejemplificando con esta trayectoria de Carolina Marín. Los 3 factores clave que los deportistas internacionales, entrenadores y expertos nos aportaron fueron: el contexto social, el contexto deportivo y las competencias psicológicas.
El primer factor contextual determinante para alcanzar la excelencia deportiva es la familia. En el caso de Carolina, sin el apoyo total de su padre Gonzalo, quien la acompañó y facilitó la práctica del Badminton durante su infancia en el IES La Orden, y de Toñi, quien entendió su pasión por el deporte en lugar de por el flamenco. Ambos tomaron una decisión vital: permitirle irse a Madrid con 14 años a su única hija.
El entrenador es el segundo de los factores que permite el desarrollo adecuado del talento deportivo. En primer lugar, es imprescindible que aparezca un contexto en el que se permita coger una raqueta de Badminton para comprobar que ahí estaba su vida. Además, Miguel Ángel, Santi y Paco Ojeda la acompañaron durante 6 años en los que desarrolló tu talento hasta que llegó la figura clave de su trayectoria, Fernando Rivas. El tándem Carolina-Fernando ha sido clave junto con todo su equipo en la brillante trayectoria que acabamos de narrar.
En tercer lugar, destacan los factores psicológicos, que en Carolina han sido tan decisivos como hemos ido relatando: su determinación, su espíritu competitivo, su capacidad de aprendizaje, su esfuerzo incansable, su resiliencia, su profundo autoconocimiento, su autocontrol y su orientación motivacional, entre otros. Todo ello coincide con lo señalado en estudios específicos, como el de Maksum & Indahwati (2023), que subrayan la importancia de estas cualidades en la excelencia deportiva en Badminton.
Por otra parte, nos detenemos brevemente en otro aspecto relevante y distintivo en la trayectoria de Carolina Marín es su desarrollo madurativo precoz. Diversos estudios analizados por nuestro compañero del grupo de investigación Eduardo Fernández (Torregrosa-Domínguez et al., 2024), han evidenciado que la mayoría de las jugadoras que logran títulos internacionales en bádminton femenino nacen durante el primer semestre del año, lo que suele estar relacionado con ventajas físicas y de desarrollo en las etapas formativas. Carolina, nacida en junio, mostraba ya desde temprana edad una madurez biológica superior a la que correspondería según su edad cronológica. Esta circunstancia le proporcionó una ventaja competitiva en sus primeros años, que supo aprovechar al máximo tanto en los entrenamientos como en la competición, destacando desde muy joven por su intensidad, comprensión del juego y capacidad para afrontar desafíos competitivos.
Para finalizar, nos detenemos brevemente en la incuestionable influencia que los deportistas de élite tienen en la sociedad y que trasciende el ámbito competitivo y se convierte en un poderoso motor de inspiración y cambio. Su visibilidad mediática, sus logros y su compromiso con los valores del deporte tienen un impacto directo en la motivación de las personas más jóvenes para adoptar hábitos de vida activos y saludables, contribuyendo así al bienestar físico, mental y social de la población. Carolina Marín es un ejemplo emblemático de esta influencia ya que su trayectoria ejemplar la ha convertido en un referente rompiendo barreras en un deporte tradicionalmente minoritario en España y multiplicando el interés y la participación en esta disciplina.
Cuando ella comenzó a jugar, en Huelva había en España menos de 5.000 licencias. Ahora mismo hay casi 10.000. ¿Cuántas niñas y niños han practicado Badminton gracias a la positiva influencia de Carolina Marín? Más allá de los beneficios del deporte, diversos estudios como el Dr. Peter Schnohr (2018) y su equipo en Dinamarca concluyeron que los deportes de raqueta aumentan la esperanza de vida, siendo el Badminton el segundo detrás del tenis. ¡Cuántos años de vida estás regalando a los jóvenes, Carolina!
Carolina Marín ha alcanzado méritos deportivos extraordinarios, encarna un inquebrantable espíritu de superación y ejerce un profundo impacto inspirador en la sociedad, especialmente a las generaciones futuras de estudiantes y deportistas.
Así pues, considerados y expuestos sus excepcionales méritos, dignísimas autoridades y claustrales, solicitamos con toda consideración y encarecidamente rogamos que se otorgue y confiera a Doña Carolina Marín Martín el supremo grado de Doctora ‘Honoris Causa’ por la Universidad de Huelva.
Muchas gracias
Carolina Marín (s.f.). Sitio web oficial de Carolina Marín. https://www.carolinamarinofficial.com/
La lucha infinita (2024). Documental de Movistar plus.
Marín, C. (2020). Puedo porque pienso que puedo. El secreto de una campeona. HarperCollins Ibérica.
Marín, C. y Rivas, F. (2016). Gana el partido de tu vida. Planeta.
Maksum, A., & Indahwati, N. (2023). Personality traits, environment, and career stages of top athletes: An evidence from outstanding badminton players of Indonesia. Heliyon, 9(3). https://doi.org/10.1016/j.heliyon.2023.e13779
Sáenz-López, P; Ibáñez, S.J.; Giménez, F.J.; Sierra, A.; Sánchez, M. (2005). Multifactor characteristics in the process of development of the male expert basketball placer in Spain. Internacional Journal of Sport Psychology, 36(2), 151-171.
Sáenz-López, P. (coord.) (2006). La formación del jugador de baloncesto de alta competición. Sevilla: Wanceulen.
Schnohr, P.; O’Keefe, J.H.; Holtermann, A.; Lavie, C.J.; Lange, P.; Jensen, G.B.; Marott, J.L. (2018). Various Leisure-Time Physical Activities Associated with widely divergent life expectancies: The Copenhagen City Heart Study. Mayo Clin Proc. (12), 1775-1785. doi: https://doi.org/10.1016/j.mayocp.2018.06.025.
Torregrosa-Domínguez, A., Villalba, C., Ramos-Veliz, R., & Fernández-Ozcorta, E. J. (2024). Estado madurativo en deporte y educación: revisión narrativa. e-Motion: Revista de Educación, Motricidad e Investigación, (23). https://doi.org/10.33776/remo.vi23.8551
Universidad de Huelva (2023). Conócenos. Planificación Estratégica UHU. https://www.uhu.es/planificacion-estrategica/conocenos