Nuevas tecnologías aplicadas a la educación
La normativa vigente sobre el acceso a los cuerpos universitarios establece la obligatoriedad de presentar un Proyecto Docente. En el artículo 35, en su apartado segundo, de la Ley de Reforma Universitaria, señala que en el concurso a plazas de Profesor Titular de Universidad el candidato tendrá que presentar un Proyecto Docente y someterlo a consideración y debate de la comisión evaluadora. El Real Decreto 1888/1984, de 26 de septiembre, modificado en parte por el Real Decreto 1427/1986, de 13 de junio (MEC, 1986), que regula los concursos para provisión de plazas de los Cuerpos docentes universitarios, dispone, en su artículo 9, la presentación del Proyecto Docente que el candidato se propone desarrollar de serle adjudicada la plaza a la que concursa, elaborado de acuerdo con la estructura y condiciones que define la convocatoria, según lo establecido en el artículo 3º, dentro de su apartado 1º, donde dice:
La convocatoria del concurso definirá la plaza por el nombre de su área de conocimiento y el Departamento al que corresponde. La Universidad, de acuerdo con la programación de sus necesidades podrá especificar además en dicha convocatoria las actividades docentes e investigadoras concretas que deberá realizar quien obtenga la plaza, sin que en ningún caso se haga referencia a las orientaciones sobre la formación de los posibles aspirantes.
Dicho lo cual comencemos por decir que el Proyecto que presentamos está relacionado con la provisión de una plaza de Profesor Titular de Universidad adscrita al Área de didáctica y Organización Escolar del Departamento de Educación de la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad de Huelva, con el perfil de Nuevas Tecnologías aplicadas a la Educación, de acuerdo a las directrices marcadas en la Resolución de 7 de noviembre de 2001.
Aclarado lo anterior nos encontramos con una serie de cuestiones que precisan de respuesta antes de acometer la compleja tarea que supone la realización de un proyecto docente. La primera de las cuestiones a la que nos proponemos responder es la concepción que sobre el mismo vamos a adoptar, así como su función y características que debe poseer.
Nos parece acertada la definición que hace Martín (1998: 8) de proyecto docente al definirlo como una actividad preinstructiva que un profesor debe realizar, con el objetivo de establecer los principios, metodología e hipótesis de trabajo sobre los que desarrollará su enseñanza. También Duarte (2000) enriquece esta definición al identificarlo como una actividad reflexiva que nos permite dar sentido y justificación a nuestra actividad profesional.
Como señala nuestra compañera, se trata de un intento por conjugar lo que se debe hacer según el compromiso social, y la visión que de la ciencia y la profesión adoptemos, con lo que se puede hacer a tenor de la organización de la institución en la que trabajamos, de las expectativas y conocimientos previos de los alumnos, de los recursos con los que contamos y de cómo los profesores del centro nos organizamos, en nuestro caso compartiendo un proyecto de desarrollo profesional colaborativo. En este último sentido, Nafría (1996) nos apunta que un proyecto docente es una expresión no sólo de lo que hacemos y decimos, sino, sobre todo, de lo que nos gustaría hacer en nuestro trabajo como profesores, de nuestra relación con los estudiantes, de nuestra manera de actuar y de entender un ámbito concreto de estudio y de investigación.
Si bien, nos encontramos ante una propuesta de planteamiento didáctico para la asignatura Nuevas Tecnologías aplicadas a la Educación, condicionada en primera instancia por estar dirigida a la titulación de Maestro de Educación Física, dadas las circunstancias institucionales y curriculares, hemos procurado que cubra las demandas de otras asignaturas diseñadas sobre la base de la tecnología educativa, así como las especificidades de las distintas titulaciones en las que se imparte esta misma asignatura.
Este Proyecto, por tanto, lo podemos definir como un plan de trabajo con carácter de propuesta, y en consecuencia provisional en el que se concretan unos objetivos y los elementos necesarios para alcanzarlos. Se trata, pues, de una guía de trabajo que sirve como marco de referencia para la toma de decisiones, en constante revisión de su adecuación a la definición profesional, modelo didáctico y orientación epistemológica de la disciplina que adoptemos, todo ello en el marco de un contexto organizativo vivo y cambiante.
El proceso de construcción del Proyecto Docente que presentamos surge buscando una serie de referentes que nos proporcionen un alto grado de solidez a su planteamiento y diseño. Para ello, no podemos tomar otro punto de partida que no sea indagar sobre los propósitos del mismo. Aparte de tratarse de una condición obligatoria para acceder al cuerpo docente universitario, se trata de un proyecto integrado en los planes de estudios de la Universidad de Huelva, para la formación inicial de futuros profesionales en el dominio de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación (NTIC). Si atendemos detenidamente a este propósito podemos distinguir los elementos que pueden constituir los pilares de nuestro proyecto.
· En primer lugar, el propósito más evidente es el de formar, por lo que tendremos que indagar y posicionarnos en un modelo de formación del profesorado en el uso de medios y nuevas tecnologías en su actividad docente.
· En segundo lugar, al tener que formar profesionales estamos obligados a conocer el contexto profesional, sus funciones, las aportaciones de los nuevos medios tecnológicos a la profesión docente y la significatividad de su estudio y análisis crítico desde la escuela.
· En tercer lugar, se trata de enseñar sobre una disciplina científica que aportará, desde su conocimiento y dominio, las competencias requeridas para el desarrollo de una serie de funciones profesionalmente relevantes, lo que implica conocerla con el mayor rigor posible.
· A todo ello tendremos que añadir, al tratarse de una acción educativa, el centro en el que se desarrolla la misma que actúa como filtro y modulador de los anteriores pilares básicos.
Resultado de lo anterior tendremos la concreción del programa que vamos a proponer. A continuación, atendiendo a estos presupuestos previos presentaremos la estructura del Proyecto. Digamos para empezar que contiene cinco capítulos diferenciados, en los que tratamos cada uno de los pilares que fundamentan el programa, el contexto organizativo en el que se desarrollará y la concreción de la propuesta didáctica.
El capítulo primero, Escenario social, retos educativos e Iniciativas políticas, resulta elemental para comprender la orientación de la disciplina científica y el entorno profesional en el que trabajarán los futuros maestros y educadores que estamos forman-do. Recientemente, en el Seminario enseñar y aprender en la sociedad del siglo XXI, celebrado en Barcelona los días 3 y 4 de junio de 2003, se planteaba que las preguntas que centrarían los principales problemas de la tecnología educativa serán: ¿cuáles son los problemas fundamentales de la educación actual?, ¿qué formas y medios conocemos para darles respuesta?, ¿cómo pueden las Tecnologías de la Información y la Comunicación ayudar ante estos problemas?, ¿dónde se sitúan los obstáculos que impiden responder a las problemáticas planteadas? (Sancho y Marqués, 2003: 4). Estas cuestiones, entre otras, son las que inspiran el desarrollo de este primer capítulo, delimitando así no solo la fundamentación socioeducativa del programa que proponemos sino, también, la concepción pedagógica que asumimos. Por tanto, en él comenzamos indagando sobre el concepto de tecnología, sus diversas concepciones y sobre la relación con la sociedad y la cultura a tenor de las aportaciones de las aportaciones de la filosofía, la antropología, la axiología y los estudios Ciencia, Tecnología y Sociedad (CTS), desde las que se desprenden una serie de retos educativos fundamentales que lleven a la formación de ciudadanos integrales, solidarios con el medioambiente, con actitudes interculturales, críticos y activos en el entorno social que les ha tocado vivir. Asimismo, la presencia de las nuevas tecnologías en la escuela supone una doble tarea: por una parte facilitar su apertura al entorno y, en consecuencia, nuevos planteamientos didácticos más participativos, colaborativos y generativos supliendo al modelo transmisivo tradicional lo que exige iniciativas políticas de empuje firmes y reflexivas basadas en el discurso teórico y en la práctica educativa; y, por otra parte, se plantea la urgente alfabetización de la ciudadanía y de la comunidad escolar en estos nuevos lenguajes expresivos y comunicativos no ya sólo como prerrequisito para su posterior uso didáctico sino como mecanismo generador de conocimientos que faciliten actitudes más liberadas de los mitos sociales provocadas por la omnipresencia de los medios de comunicación en la sociedad.
En el capítulo segundo, Fundamentos profesionales y pedagógicos, comenzamos definiendo la profesión docente y las funciones del maestro en el marco general de la LOGSE (MEC, 1990) y Ley de Calidad (MECD, 2002), y las aportaciones que pueden traer consigo la aplicación de las nuevas tecnologías como mediadora de las mismas. Tanto las propias prestaciones y aportaciones de estos nuevos medios como la presión institucional y política nos lleva a hablar de la necesidad de formar inicialmente y de forma continua al profesorado en el uso de los mismos, sobre lo cual existe bastante acuerdo en aceptar que estos procesos formativos deben estar en consonancia con el modelo educativo y didáctico con el que nos comprometemos y asumimos desde este proyecto docente.
En el capítulo tercero, Marco disciplinar y campo de estudio, nos dedicamos al estudio y organización epistemológica de la tecnología educativa como disciplina científica dedicada, en nuestro contexto, al conocimiento de los medios y materiales didácticos en situaciones de enseñanza y aprendizaje, y de la que se derivan múltiples materias curriculares como la objeto de este concurso. En este capítulo diferenciamos dos partes como se puede inducir de la lectura del título. A través del análisis del marco disciplinar situamos nuestra disciplina en el marco de otras más generales y, por tanto, moduladoras del uso y concepción de los medios, como son la didáctica y la organización escolar. Tras ello nos dedicamos al análisis general del campo de estudio que aporta contenido a las Nuevas Tecnologías aplicadas a la Educación como materia curricular. Con intenciones pragmáticas, tras aproximarnos al concepto de medios y nuevas tecnologías, abordamos el estudio de la disciplina desde una doble perspectiva: en primer lugar, tratamos de aportar pistas para el uso e integración de las nuevas tecnologías en general en los centros educativos y en las programaciones con el análisis de los principios fundamentales para su selección, diseño y uso; y en segundo lugar, realizamos un estudio diferenciado de la explotación didáctica de cada uno de los medios más usuales y de mayor proyección social y educativa.
Con el capítulo cuarto, Contexto organizativo, pretendemos concretar todos aquellos elementos que se han ido definiendo a través de los anteriores capítulos, objetivos del programa, contenidos relevantes, y estrategia metodológica, entre los más fundamentales. El contexto organizativo es el medio, en unos casos potenciando las posibilidades o en otros mermándolas, es el factor que nos permite adecuar los objetivos y contenidos a las inquietudes y conocimientos previos de los alumnos. Es a partir de su análisis desde donde se concretará la propuesta didáctica. Nosotros hemos delimitado el contexto organizativo a la propia institución en la que se desarrollaría el proyecto, diferenciando cuatro dimensiones:
· El contexto institucional, desde el que atendemos diversos aspectos a través de un planteamiento de embudo, desde la política universitaria en general, organización funcional y estructural de la Universidad de Huelva, pasando por la Facultad de Ciencias de la Educación como centro de estudios, hasta los departamentos, áreas de conocimiento y equipos de investigación. En él también analizamos aspectos relaciona-dos con la docencia y a investigación en equipo, el clima de trabajo colaborativo, la formación continua, la realización de proyectos de innovación curricular y de investigación que duda cabe que son aspectos que favorecen el diseño y desarrollo curricular de la materia, y que en nuestro caso solemos cuidar.
· El contexto discente, deteniéndonos en su volumen, intereses, conocimientos y actitudes como aspectos catalizadores de una acción formativa adecuada.
· El contexto mediático, refiriéndonos a las infraestructuras materiales y medios con los que contamos, en este caso, facilitadotes de las intenciones presentadas en el proyecto.
· El contexto curricular, en el que se integra la materia objeto de este concurso en su relación con otras materias, visión que nos permite plantear un proyecto amplio y congruente con el propósito de aprovechar la sinergia de las distintas materias relacionadas, aportando solidez y orden a la capacitación tecnológica de los alumnos.
Finalmente, en el quinto capítulo, Diseño y desarrollo del programa que proponemos, analizando cada uno de los elementos fundamentales que lo componen. Hemos de recordar que se trata de una propuesta abierta, flexible, e inacabada, por cuanto para considerar su valía y posibilidades se requiere de la puesta en práctica de la misma, así como de una selección, priorización y adecuación de los temas y actividades que proponemos, al contexto concreto en el que se inserte y al tiempo que se disponga según las circunstancias que se presenten en cada curso académico, y a la tipología de los estudiantes tratando de atender a sus expectativas, necesidades, intereses, estilo de aprendizaje… Si bien es cierto, que el hecho de tratarse de un proyecto dirigido, en primera instancia, a estudiantes de la titulación de Maestro de Educación Física, ha modelado en buena parte la concepción pedagógica del mismo, optando por metodologías que los impliquen activamente en el desarrollo del programa, y tratando de situar permanentemente al estudiante en el centro del proceso formativo.
No quisiera finalizar esta introducción sin recordar que este proyecto es el resultado de la estrecha comunicación mantenida con todos los compañeros que impartimos docencia en tecnología educativa desde el principio de mi carrera profesional en esta universidad, ya hace siete cursos, de las aportaciones de todos y cada uno de ellos y ellas, del sentimiento de grupo y, por supuesto, de mi propia reflexión y experiencia.
Datos de la publicación
Tipo: Proyectos docentes
Autores
Ramón Tirado Morueta